Miguel Ors que retransmitía un partido de fútbol se encontró una vez con que en la pantalla aparecía solo y orondo un balón. Y el hombre dijo por si la audiencia estuviera despistada: "Señores, el balón"
Luis Carandell.- Celtiberia show.- Triunfo
Slogan de una candidato a concejal en las elecciones municipales franquistas: "Deportivamente se vota a Vicente"
Luis Carandell.- Celtiberia chow.- Triunfo
El viernes 1 de octubre, falleció José Angel Ezcurra a los 89 años. Fundador y director de la revista Triunfo.
Otro obituario, acaso el más sentido para mí porque "Triunfo" ayudó no poco a configurar mis señas de identidad. Fue, y me temo que será por tiempo indefinido, la mejor revista cultural y política de la segunda mitad del pasado siglo. Duró desde 1946 a 1982.
TRIUNFO
La democracia y el socialismo - que alcanzarían el poder poco despues de la desaparición de esta mítica revista - fueron desagradecidos con la publicación que más había luchado por el advenimiento de la una y de los otros. Hoy no existe nada en la prensa que pueda ni siquiera acercarse a la punta de los pies de "Triunfo". Y no por ello dejaría de ser necesario algo similar. Independiente aunque de izquierdas, no ligada a partido político alguno. Información y cultura: dos cosas imprescindibles para no ser un analfabeto funcional o un infantilizado por el "pensamiento único" y Christopher Nolan. ¿Tendría lectores una revista antiglobalización?. Lo dudo, pero ello no impide que añore lo que pudo ser y desee lo que no podrán ver mis ya algo cansados ojos. Yo fui, soy y espero seguir siendo, miembro de la generación "Triunfo".
Y el caso es que "Triunfo" vino al mundo en plan frívolo y dedicada al cotilleo cinematográfico. Con el fin de derrotar a "Primer Plano" y competir con "Fotogramas" (la eterna superviviente). Fue en 1962 cuando la revista cambió de orientación y se convirtió en la voz del antifranquismo (lo que le costó numerosos cierres), se inclinó a una izquierda de resistencia y, poco a poco, fue convirtiéndose en el Credo de una generación, la mía, que aguardábamos ansiosos los jueves (día en que salía en los quioscos cuando era semanal) para comprarla, degustarla y susurrar o gritar que sí, que estábamos de acuerdo con todo o casi de lo que allí se escribía. El tenebroso mundo franquista se iluminaba una vez a la semana. Y los que odiábamos aquella dictadura ominosa - y sus descendientes que si no lo impide un cataclismo van a gobernarnos en breve (1) -y esperábamos la muerte del siniestro caudillo, sentíamos una ráfaga de felicidad. Como cuando, en Zaragoza, Alberto Sánchez avisaba "secretamente" que el Saracosta iba a proyectar "Viridiana" o "El acorazado Potemkin". O cuando asistíamos, en una Universidad convulsa, concicnciada políticamente y mayoritariamente antifascista, a los recitales de Raimon, Paco Ibañez, Luis Llach, Xavier Ribalta o.....Labordeta.
"Triunfo" reunió una nómina de redactores absolutamente impresionante. Eduardo Haro Tecglen, verdadera alma mater de la revista, comunista hasta su fallecimiento hace muy pocos años y el mejor analista político que yo haya leído en castellano. Firmaba con su nombre y usaba heterónimos más que Pessoa. En el aspecto ideológico "Triunfo" era él. Terminó en "El País" como crítico teatral y como columnista absolutamente fiel a sus creencias y a si mismo y, por tanto, cada vez más alejado de la progresiva derechización del diario madrileño. Victor Márquez Reviriego (todavía vivo) amigo hasta el final de Ezcurra e inolvidable cronista parlamentario cuando en 1977 llegó, o eso nos pareció, la democracia otorgada por el Borbón; llamaba a los sres. diputados los "culiparlantes". Manuel Vázquez Montalbán, el inolvidable creador de Pepe Carvalho, gran escritor multifacético, comunista asimismo, reputado gastrónomo y autor de la maravillosa serie "Crónica sentimental de España" publicada en Triunfo y a la que añadió una perla tan divertida como la "Antología de la canción ratonera". Luis Carandell, el inventor de la desopilante "Celtiberia show". Ellos constituían la columna vertebral de "Triunfo", junto quizá al "traidor" Cesar Alonso de los Ríos que no comulgaba con la ideología de Haro Tecglen y se largó tras muchos años a fundar la interesante "La calle", cuando "Triunfo" comenzaba a mostrar síntomas de agonía. Y luego a poner a caldo a señores como Ruiz Giménez, Dionisio Ridruejo o Tierno Galván.
Y los colaboradores más o menos fijos. José Monleón en el teatro, Jesús García de Dueñas y Cesar Santos Fontenla en el cine (luego Diego Galán y Fernando Lara), José María Moreno Galván en las Artes Plásticas, Chumy Chúmez en el chiste, Jose Miguel Ullán en la música ,y gente tan conocida como Manuel Vicent, Montserrat Roig, Javier Alfaya, Ramón Chao, Fernando Savater, Juan Cueto y hasta el cura Enrique Miret Magdalena abanderadio de la Teología de la Liberación.....Grandes plumas, algunas de las cuales fueron evolucionando cuando la revista hizo mutis por el foro hacia el diletantismo o posiciones adecuadamente conservadoras.
Estimo que la persona forja su individualidad según el momento histórico que le toca vivir en su juventud. Y a ello contribuyen factores o elementos de los cuales el principal de todos me parece el origen social, la pertenencia o no a una clase determinada. Gran o pequeña burguesía, proletariado, campesinado o sin techo y con hambre. Luego está la vida, el itinerario vital de cada uno, las cosas que observa y ve en la calle primerísima fuente de información. El amor, la amistad que como dice Jesús Ferrero "tanto en el amor como en la amistad no hay relaciones que duren toda la vida si uno no está dispuesto a transigir con ciertas deslealtades que se van a producir en un determinado momento" ("El País, 2-10.2010) Y, finalmente, la cultura a la que se puede tener acceso o no (cuestión de dinero). Naturalmente no me olvido de los genes y la experiencia familiar ni tampoco la religión. Dentro de ese espacio colocado en último lugar, "Triunfo" fue para mí tan determinante como la literatura que más me ha gustado, la música que más me ha emocionado o las películas con las que más he disfrutado. Y políticamente decisiva para creerme, entonces y ahora, persona de izquierdas que no renuncia al marxismo ni al freudianismo.
Como todo Credo, "Triunfo" hizo que algunos llevaran el acto de fe hasta la últimas consecuencias. Repetían cual papagayos lo que en los textos de la revista se escribía. Y, por ejemplo, cuando llegó el "boom" de la novela latinoamrericana se/nos entregaron a una carrera atlética para ser el primero en leer "Cien años de soledad", "El siglo de las luces", "Rayuela", "La muerte de Artemio Cruz", "Conversación en la catedral" o "Pedro Páramo". Tambien Borges, pero sin decirlo en voz alta, que era un caballero de derechas. Y descubrimos a escritores españoles como Sender, Max Aub, Corpus Barga, Ruiz Barea, Castelao, Larrea y poetas como Miguel Hernández, Gabril Celaya o Blas de Otero. y el teatro de Bertold Brecht o Valle Inclán.... Y nos iniciamos con Marx, Engels, Politzer, Rosa Luxemburgo, Alexandra Kolontai, Antonio Gramsci .......Lenin y Mao.
Cuando "Triunfo" echó el cierre nos sentimos como huérfanos aunque la publicación ya hacía tiempo que había pasado a ser mensual. Y acudió "El País" en nuestro auxilio. No era lo mismo. Era un diario. Pero nada tenía que ver con Abc, Ya, Arriba, La Vanguardia, Pueblo, Informaciones, El Alcázar o....Heraldo de Aragón, El Noticiero o Amanecer. Hacía de la democracia su voluntad de ser y como aún eramos jóvenes e ingenuos nos lo tragamos cual nuevo gustoso bocado de color rojo. El paso de los años, su filiación con el P.S.O.E. felipista y guerrista y, ya en nuestros días, su autodefinición como diario global, su progresivo viraje conservador y su adscripción al "pensamiento único" hicieron que, yo al menos, me lo compre tan solo los sábados (por su suplemento cultural "Babelia") y me limite a hojear algún titular vía Internet el resto de la semana. O echar un vistazo a "Público". Jamás de los jamases a "El Mundo". No es cosa de vomitar el desayuno.
No comparto la melancolía de los nostálgicos. Nunca volveré a ser joven, que le vamos a hacer. Por ello rara vez me asomo al "Triunfo" digital aunque, se dice, recordar equivalga a volver a vivir. Conservo algunos ejemplares, pero por la misma razón no pertenezco a la muy respetable tribu de los coleccionistas. Ejemplares antiguos y modernos de no solo "Triunfo", sino de "Fotogramas", "Cuadernos para el diálogo", "El viejo topo", "Film Ideal", "Nuestro Cine", "Cahiers du cinéma", "Positif".....han sido arrojados a la papelera sin que me importe un carajo si su celulosa es reciclable o no.
No voy a terminar como en el tango "mi caballo murió, mi alegría se fue". Hoy soy mayorcito, algo cascado y felizmente jubilado. Dispongo, por tanto, de tiempo libre. Prefiero el aquí y ahora. Aunque haya que taparse las narices. Y llevando (no del todo) la contraria al marqués de Bradomín de Valle Inclán, me reconozco como gordo, ateo y....sentimental.
Luis Betrán
1) Algunos amigos o conocidos me da la impresión que no han acogido muy bien mi negativa a apoyar la huelga general. Al margen de mi total desconfianza hacia CC.OO. o U.G.T. no estaré en ninguna manifestación antipsoe por inepto que sea Zapatero (que lo es). Estas cosas tan de recibo favorecen al P.P., y por ahí no transito por nada del mundo.
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