ELIA KAZAN.- EL TRIUNFO DEL DELATOR
"Al este del Edén" (East of eden, 1955) enamoró a toda una generación, en la que me incluyo, cuando fue estrenada. No exactamente James Dean, que tambien, sino la película entera. Adoramos la escena de la noria con Dean y la exquisita y feúcha Julie Harris. Casi lloramos con la secuencia que cierra la película, la muerte del padre encarnado por un un magnífico Raymond Massey. Nos deslumbró la utilización del cinemascope y la fuerza sin desmayo de la narración. Kazan aseguró que James Dean era él mismo "el muchacho que aparecía en la pantalla" aunque luego supimos que las relaciones actor-director no fueron especialmente cordiales. Pero esta hermosa película es inimaginable con otro actor. Nadie como Dean para observar sonriente la progresión y el crecimiento de un campo de lechugas, Kazan solo utilizó, con gran astucia, el último tercio del novelón de un Steinbeck venido a menos. "Al este del Edén" fue además la primera obra del cineasta en color, gran trabajo de Ted Mc Cord. El paso de los años ha dañado algo de lo que amamos; la citada escena de la noria es más cursi que romántica. Ha sido una herida leve y este gran film se incluye para mi entre lo más florido del director.
Lo contrario que "Baby Doll" (1956) y "Un rostro en la multitud" (A face in the crowd, 1957). Dos películas fallidas, histéricas y mediocres. "Baby Doll" parte de un texto insignificante de Tennesee Williams y fía su eficacia al erotismo que pueda destilar Carrol Baker que no es precisamente como para habilitar el morbo y otras cosas que callo por pudor. "Un rostro en la multitud" es más ambiciosa. De nuevo el profundo sur y un personaje detestable - primera crítica de Kazan al "american way of life" - llamado Lonesome Rhodes que interpreta pésimamente Andy Griffith. El guión de Budd Schulberg resulta exagerado y simplista. Menos mal que frente a la actuación amanerada y neurótica del protagonista, Patricia Neal y Walter Matthau están contenidos y excelentes. El film es grotesco y destila un cinismo sobre la política y los medios de comunicación tan excesivo que carece de credibilidad. Es como si el solitario magistral de Brando y Dean se hubiera vuelto loco con el poder. Kazan se muestra incapaz de insuflar convicción a la negativa visión de América de Schulberg.
El periodo más rico y creativo de Kazan comienza en 1960 con la espléndida "Río salvaje" (Wild river) en la que combina una historia de amor digna de D.W. Griffith con la poesía natural de Robert Flaherty. La película transcurre en Tennessee, durante los años 30, coincidiendo con el famoso proyecto TVA (1) de Roosevelt, y se centra en la relación entre el forastero Montgomery Clift (admirablemente contenido) y la anhelante y vulnerable Lee Remick, que ofrece la mejor interpretación femenina en una película de Kazan desde la Blanche Dubois de Vivien Leigh. A diferencia de sus películas anteriores, "Río salvaje" es serena, nada crispada y melancólica. El director demostraba en ella haber adquirido la etiqueta de maestro, una gran madurez y una autenticidad propia de los grandes artistas.
Sin embargo - y despues de "América, América" - Kazan confiesa a Ciment que prefiere el suntuoso, barroco y extraordinario melodrama que es "Esplendor en la hierba" (Splendor in the grass, 1961), una película llena de ruido y de furia. Una obra de desatado romanticismo y de notable pesimismo sobre los Estados Unidos. Aqui nos situamos en el crack del 29 y el amor imposible entre una deliciosa Nathalie Wood, jovencita de clase media, y un inexpresivo Warren Beatty muchacho sumamente adinerado y dominado por su padre encarnado por Pat Hingle con sobrados medios. La crisis económica llevará a este autoritario caballero al suicidio, tras el abandono de Wood por parte de Beatty y la locura de la chica y el progresivo empobrecimiento del chico. Pero aquí el esquema tradicional se rompe. No habrá futuro para ellos y "aunque nada pueda devolvernos la hora del esplendor en la hierba y de la gloria de la flor, no lloraremos sino que lucharemos por todo aquello que nos fue arrebatado" (versos de Woodsworth que se recitan en la película). Con todos sus excesos, en las antípodas de "Rio salvaje", una bellisima obra..
Volvamos sobre "America, América", la genial obra maestra de Kazan. Se trata de la visión épica de los intentos de un tío suyo por escapar de los turcos y llegar a los Estados Unidos en un trayecto lleno de dolor, pasión e impresionantes imágenes. Esta película es uno de los grandes testimonios que nos ha dejado el cine sobre el legado personal, moral y cultural de una persona, aunque tambien pueda tomarse como una justificación a un pasado con más sombras que luces en su actuación pública. Como expliqué en un reciente post, no importa nada ante la grandeza de este memorable film.
"El compromiso" (The arrangment, 1969) en la que Kazan vuelve a oficiar de productor, director y guionista seis años despues, debido al fracaso comercial de su obra cumbre, está basada en una novela del propio realizador y es más claramente autobiográfica. En esta película Kazan examina una supuesta crisis personal al alcanzar la mitad de la vida y trata de reconciliarse con sus propios fracasos y limitaciones. Es un film irregular, lastrado por una absurda adscripción a una narrativa muy sesentera que hasta utiliza viñetas dibujadas con onomatopeyas. Puede concedérsele el beneficio de la duda en cuanto a su sinceridad y valentía. Marlon Brando rechazó el papel de Eddie/Evangelos y fue sustituido precipitadamente por un Kirk Douglas nada Actor's Studio (donde Kazan impartió clases de interpretación), y, como siempre, gesticulante, narcisista y pasado de rosca. La película debió ser grande y devino leve y débil. Una pena. La crítica le fue favorable, la taquilla no.
Kazan estaba desaparecido del mapa, en principio, y entregado a la escritura en la que obtuvo el éxito de su interesante novela "Los asesinos". Por ello sorprendió en el Festival de Cannes la presencia, fuera de concurso, de "Los visitantes" (The visitors, 1972), con guión de su hijo Chris y filmada en el domicilio de Elia. Un film casero que retrataba con vigor y veracidad las consecuencias de la guerra de Vietnam en aquellos soldados profesionales que lucharon y perdieron. Una película dura a la que nunca se le concedió el beneplácito que merecía. Un film realmente izquierdista, casi una canción de protesta a lo Bob Dylan, Woody Guthrie o Pete Seeger, cargada de violencia. Justamente lo opuesto a la superproducción "El último magnate" (The last Tycoon, 1976), adaptación de la inacabada novela de Scott Fitzgerald dedicada a Irving Thalberg. Con un reparto cuajado de estrellas: De Niro, Nicholson, Curtis, Moreau, Mitchum....la película fue un batacazo tremendo en lo económico y puso punto final a la filmografía de Elia Kazan. Merece revisarse; aunque lejos del vigor de antaño es una obra no exenta de interés ni de calidad.
El 21 de Marzo de 1999, Elia Kazan recogió el Oscar Honorífico a toda su carrera. Sin embargo, y al contrario de lo que suele suceder en estas ocasiones, en las que todo el mundo se pone de pie y ovaciona al homenajeado, algunos de los asistentes se quedaron sentados en sus butacas y con los brazos significativamente cruzados. Entre ellos Jack Nicholson que no había desdeñado actuar en "The last Tycoon". Aquella noche mucha gente decidió olvidar, injustamente, que Elia Kazan fue uno de los narradores con más talento que ha dado la industria del cine, un innovador a la hora de enfocar el trabajo con los actores y un creador artístico incansable que también destacó en el teatro y la literatura. Si su actuación como delator de antiguos compañeros del Partido Comunista Americano resulta injustificable, también lo es el que no se reivindique de una vez por todas su envidiable filmografía. Martin Scorsese, admirador fiel del gran cineasta le entregó el Academy Award y en el pasado Festival de Venecia 2010 rindió tributo " al que ha sido uno de los artistas que más me ha influido a la hora de hacer mis propias obras", presentando fuera de concurso un film que versa y trata sobre la cuestionada moralmente figura de Elia Kazan. Que no cinematográficamente.
Luis Betrán
1) Tennesee Valley Authority. Creación de pantanos en ese estado para un más racional aprovechamiento de sus aguas.
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