martes, 30 de noviembre de 2010

Urgencias.- Mario Monicelli.- Entrevista


ENTREVISTA: cine MARIO MONICELLI cineasta

MIGUEL MORA - Roma - 26/07/2008

A sus 93 años, el padre de la comedia italiana sigue ferozmente lúcido. El realizador reflexiona sobre la historia reciente de Italia, la importancia del neorrealismo y sobre su filme 'Rufufú', de cuyo estreno se cumple hoy medio siglo

Mario Monicelli (Viareggio, Toscana, 1915) tiene 93 años, pero sus ojos y su vivacidad siguen siendo los de un adolescente. El inventor de la comedia a la italiana (con su amigo, recientemente fallecido, Dino Risi: "Nuestra broma siempre era quién palmaría antes") es un mito del cine, pero no aguanta ser considerado un genio. "Simplemente trabajábamos mucho y seguíamos la vieja estela de la Comedia del Arte", explica.

Autor y guionista de 65 películas, entre ellas muchas obras maestras que en los años cincuenta, sesenta y setenta contribuyeron a hacer célebre, y mucho más divertido, el neorrealismo italiano, Monicelli utilizó una inteligencia muy aguda para convertir la cotidianidad, la desesperación, el fracaso y la miseria en humor y farsa. Su finura para utilizar la ironía como bisturí social; su compromiso siempre generoso con los perdedores; su espíritu de artesano clásico y disciplinado y su mirada siempre atenta al gesto y el detalle hilarante, le convirtió en favorito de todas las estrellas italianas: de Totó y Aldo Fabrizi, a Vittorio Gassman y Marcello Mastroianni, Sophia Loren y Gina Lollobrigida, Alberto Sordi, Monica Vitti o Ugo Tognazzi.

Tras comenzar dirigiendo media docena de filmes de Totó, Monicelli dejó una lista de títulos inolvidables: Guardias y ladrones (1951), Rufufú (I soliti ignoti, 1958), La gran guerra (1959), I Compagni (1963), La Armada Brancaleone (1966), La chica con la pistola (1968), Amici miei (1970) o Un burgués pequeño pequeño (1978). Todas ellas, y muchas más, podrán verse en el próximo Festival de San Sebastián, que este año le dedica un homenaje y una retrospectiva de 41 filmes. "Estuve allí hace 50 años y gané un premio, ya no sé si con I soliti ignoti o con Il médico e lo stregone (fue la primera, obtuvo la Concha de Plata). Se estaba bien allí, era una ciudad bella y pequeña".

Casi ciego, pero aún ferozmente lúcido, Monicelli vive en un modesto primer piso del barrio más viejo de Roma, Monti. Es su casa de siempre, llena de personalidad y gracia, atributos que siguen caracterizándole.

Tras dirigir Las rosas del desierto en 2006, declara cerrado el grifo de su talento ("me parece que ha sido suficiente"). Y sigue definiéndose tan comunista como siempre: "El Gobierno Berlusconi dice que la lucha de clases no existe, pero sólo hace falta ver cómo hemos convertido a los gitanos en el chivo expiatorio para saber que es mentira".

Pregunta. ¿Cómo anda de amigos?

Respuesta. Hay ya pocos vivos. Dos guionistas, Scarpelli y Cechi D'Amico (ya fallecida), dos directores, Risi [la entrevista se hizo antes de la muerte de Risi] y Mortaldo. Nos vemos alguna vez. Antes siempre estábamos juntos. Ahora menos.

P. ¿Tiene familia?

R. Tengo dos hijas casadas, y otra que tiene 20 años y estudia en Bolonia...

P. Veinte años. Vaya. ¿Y todavía le siguen atrayendo las mujeres?

R. Continúan interesándome, pero no sexualmente, no soy un viejo verde. Me han gustado mucho las mujeres, pero no tenía líos con estrellas. Siempre eran de fuera del cine. Trabajar y relacionarte con la misma gente es muy aburrido.

P. Pero en el cine había mujeres impresionantes...

R. ¡Y también fuera! Las tres o cuatro que tuve eran muy guapas y con una ventaja: no tocaban tanto los cojones como las actrices.

P. ¿Le daban la lata?

R. A mí me molestaban poco. Era muy autoritario, no les daba ocasión de hablar. Leían el guión, y si aceptaban, sabían que no se hacían cambios.

P. Pero amigos sí tuvo muchos en el cine.

R. Sordi, Gassman, la Vitti, Giuliana de Sio, Tognazzi, la Mangano, Mastroianni... Gente muy simpática, ingeniosa e inteligente. Se pasaba bien con ellos fuera del plató, eran muy agradables.

P. ¿Y eran conscientes de la importancia del cine que estaban haciendo?

R. Ahora sabemos que era importante, entonces no. Era cine para italianos. Sólo después, con los festivales y los premios, se convirtió en importante.

P. ¿Ahora le parece que era cine bueno?

R. Todavía no se puede saber. Hace falta esperar 300 años para saber si era bueno de verdad. Entonces era un trabajo. Como teníamos éxito, había mucho trabajo. Pero lo hacíamos a gusto porque el público respondía. Entonces la cuota de pantalla nacional era del 75%, ahora es del 30% como mucho. A los italianos les gustaba más entonces su cine, y había un ejército de directores, guionistas, actores... Luego se empezó a conocer fuera. Los premios a Fellini, a Tornatore, a De Sicca, Cannes...

P. ¿Se ganaban bien la vida?

R. Se ganaba bien y era más barata.

P. ¿Pero era la dolce vita?

R. Era una vida de trabajo duro. Los horarios no eran como ahora. No había sindicatos, siempre te levantabas al alba, te ibas fuera a rodar y volvías tarde. Poco a poco cambió. En los años cincuenta y sesenta trabajabas de siete a siete, y no había cestino (catering). Llevábamos pan con salami y eso comíamos. Después empezaron a darnos dinero para la comida y tenías que ir a comprártela.

P. ¿De dónde salían las historias?

R. Muchas eran reales, otras salían de libros, de cuentos que se oían, de historias antiguas. Pescabas de todas partes: sucesos, tertulias... Se inventó todo: el cine negro, el spaguetti-western, las series mitológicas... Éramos mil personas en total, siempre estábamos juntos, íbamos a los mismos cafés y restaurantes, y allí cambiábamos ideas y pareceres. Había fantasía y ganas de hacer cosas. El país era pequeño y había que inventar mucho.

P. Italia era entonces la vanguardia cultural de Occidente.

R. Durante 15 años fuimos el centro de la creatividad, duró un par de generaciones. De los cincuenta o sesenta a los setenta. Luego la creatividad pasó a otros. América, la nouvelle vague, el cine iraní... Estados Unidos renovó el star system, y como potencia industrial fue el primero siempre.

P. ¿Siempre le gustaban sus películas?

R. Entre 65 no todas me gustan. Pero algunas que fracasaron me gustaban.

P. Empezó dirigiendo a Totó. Supongo que sería una gran escuela.

R. Era muy particular. Un gran mimo, movía todo el cuerpo además de la cara. Los grandes actores recitan con el cuerpo, trabajan la entonación y el cuerpo. Keaton, Chaplin, Lewis...

P. Antes de dedicarse al cine, ¿qué hizo?

R.Viví mi periodo político. El fascismo y la guerra. Fui movilizado a Yugoslavia... En caballería, aunquenunca luché. Milité en el Partido Socialista, después en el Comunista. Lo metí en una película, I compagni. Era un filme marxista, pero con ironía.

P. ¿Y cómo le dio por la comedia? ¿Siendo comunista no era una herejía?

R. Era un humor natural. Nuestra mirada era ésa. Sarcasmo, ironía. El humor es la forma más penetrante de mirar. Un bisturí que va al fondo de las cosas. Pero para bromear sobre algo hay que conocerlo muy bien. Y meditar mucho para llegar al humor.

P. ¿Así que el neorrealismo nació de la reflexión?

R. No nació por azar. Fue la maduración de la historia del país y de sus individuos. Nació con una dictadura en la que muchos no se reconocían. Antisocial, racista, inhumana. Éramos socios de los nazis. La gente de la cultura tenía otra mirada. Zavatini, Rossellini, De Sica, Calvino, Parise crearon una nueva forma de mirar. Italia estaba sometida al nazismo, teníamos razones para querer cambiar nuestra relación con la realidad. Por eso se fundó esa nueva forma de ver la realidad, el neorrealismo.

P. Y enseguida llegó la comedia. A la italiana.

R. Se llamaba así porque nació aquí, también venía de esa historia terrible, singular y dramática. Surgió al contar argumentos muy dramáticos con humor. Esa mezcla era insólita. Habíamos vivido una historia horrible, también insólita, y por razones que también eran históricas, desde la Comedia del Arte y el Renacimiento teníamos una vena cómica. Eso fue lo que hizo nacer esa forma de mirar con humor.

P. La gran guerra es el mejor ejemplo.

R. El argumento era muy dramático, sí. Fusilamientos, muertos... Había tonos trágicos donde hacían falta, y cómicos también. La vida de la gente es así, no es siempre divertida o siempre dramática. Rufufú ensayó otra vía: intentan cambiar su condición con un golpe, les va todo mal, fracasan. Ésa no es la regla de la comedia. Y así había muchos haciendo lo mismo: Germi, Risi, Comencini,

P. ¿Era una forma de hacer política?

R. Sin que naciera de ahí, lo era. Se contaba una historia y como la gente era inteligente, se daba cuenta de que había detrás una idea política.

P. ¿El neorrealismo ayudó a cambiar el país?

R. Parece, dicen que sí. Contábamos sin fingimientos, un poco brutalmente, la historia del país. Cómo se vivía, cuál era la humanidad, cómo se relacionaba la gente con la realidad, quién de manera solidaria, quién de forma egoísta. Intentábamos sacar fuera las contradicciones de nuestra historia, las supersticiones y las costumbres anticuadas, ridiculizándolas. No sé si cambió a la gente. Creo que no hemos cambiado mucho.

P. La ternura de entonces, la inocencia, ¿siguen existiendo?

R. Respecto a la generación de la posguerra, todo cambió mucho. Aquella era gente muy solidaria y comprometida. Había un sentimiento colectivo de país, queríamos sacar a Italia de una guerra estúpida y hacerla entrar en Europa, modernizarla, industrializarla. Después entregamos el país a la generación siguiente, que se corrompió rápidamente. Empezó a mandar el mercado, que es la ley menos piadosa que existe, que no perdona ni tiene caridad, y las cosas fueron empeorando.

P. ¿Cómo vivió el 68?

R. Fue el primer movimiento que tomó ese testigo. Esa generación de veinteañeros tomó Italia y pensaron poder revolucionarla entera cambiando lo que hacían sus padres, ridiculizándonos, tratándonos como a viejos que había que dejar de lado. Creían que lo podían hacer todo de nuevo, sin piedad, eligiendo su nueva vida. Fue una generación de violentos y corruptos. Ese tanto de corresponsabilidad colectiva se perdió. La gente se volvió individualista y empezó a pensar en imponerse al vecino.

P. ¿El cine cambió también?

R. Era demasiado burgués para ellos, pura decadencia. Querían un nivel de vida más alto, sin solidaridad. No era macho ni moderno participar, cada uno afrontaba la vida solo y sin titubeos, era un corte con la cultura de los padres, que en Italia era muy rural, muy campesina. Éramos un país de analfabetos que se alfabetizó en los años treinta y cuarenta, pero teníamos una cultura cívica de participación y tolerancia. Eso se dejó de lado.

P. ¿Lo rural fue un elemento más del neorrealismo urbano?

R. La cultura rural fue básica en el neorrealismo. Veníamos de ahí, teníamos la humanidad del campesino. Los personajes de Sordi eran terribles, prepotentes, listos para cometer cualquier bajeza con tal de medrar, oscuros. Nosotros contábamos eso, y los italianos se reían pensando que no eran ellos. Esa cultura se perdió, la visión del otro como un compañero y no como un adversario se perdió. Pero eso es la cultura. Lo otro es incultura.

P. ¿Eso explica también las tres victorias de Berlusconi?

R. Cuando finge ser un tolerante, Berlusconi está haciendo comedia a la italiana para llegar a presidente de la República.

P. Italia parece hoy atenazada por el miedo, sobre todo del extranjero.

R. Eso pasa siempre en los tiempos de crisis, se busca fuera un chivo expiatorio. Entonces éramos una fraternidad, hacía falta reconstruir el país, teníamos todo por hacer y todos nos ayudábamos. El nivel de vida era bastante pobre, con muy pocas diferencias. Había un 10% de aristócratas y el otro 90% éramos todos igual de pobres. Pero queríamos poner de pie a Italia. La cultura servía para divertir y hacer pensar. Se trataba de entretener a la gente haciéndola pensar. Éramos vivaces, íbamos en Lambretta, teníamos autopistas, y la aspiración de ganar más que el otro no era la cultura dominante. Era el tiempo de la furbizia (picaresca) ingenua.

P. ¿Cuándo acabó la inocencia?

R. Quizá con el asesinato de Aldo Moro. Había una esperanza cierta y cercana de que el comunismo podía llegar al poder por la vía democrática, pero para evitar esa cosa que todos temían tanto mataron a Moro. ¿Quién? La derecha, los americanos.

P. Su padre se suicidó en pleno fascismo...

R. Tenía yo 23 años. Mi padre había dirigido un periódico en los años veinte. Era antifascista, se puso contra Mussolini y lo echaron, no le dejaron escribir más. Estuvo muchos años sin poder hablar, viendo a sus amigos adaptados al fascismo. Pensó que cuando acabara Mussolini podría volver, pero se habían olvidado de él. Esa amargura pudo con él. Yo era un soldado, estaba recién regresado de la guerra, y entendí perfectamente que se suicidara.

(Extraída de "El País".- 30 de noviembre de 2010)

Hoy no quiero poner fotos. No tengo ganas.

Monicelli ha muerto coherentemente. Ha tenido el valor de suicidarse. No irá al cielo. Ya está en él, en el que moran todos aquellos que nos hicieron felices con sus películas. Hasta siempre Mario. Otro día más. Te lo debemos los que amamos el cine.

Luis Betrán





viernes, 26 de noviembre de 2010

El partido del siglo y otros goles más





Para hablar de revolución, no vamos a tomar las armas. No vamos a matar a nadie. Pero se puede hacer algo muy sencillo… El sistema está edificado sobre el poder de los bancos. Por lo tanto puede ser destruido a través de los bancos. En lugar de hacer kilómetros para manifestar en la calle, vas al banco de tu pueblo y retiras tu dinero. Si hiciéramos eso, posiblemente nos escucharían de otra manera"

Eric Cantona (ex-jugador del Manchester United entre otras cosas)

¡¡¡Hurra Cantona!!!, ¡¡¡Hurra Cantona!!!

Los futbolistas además de patear pueden pensar, pueden pensar. Si señor, bravo Eric, y además de asaltar los bancos y llevarnos nuestra pasta gansa deberíamos, asimismo, entrar a saco en las Instituciones Políticas y tomar rehenes. Chantaje. ¿O solucionáis inmediatamente la crisis, el paro, la violencia de género, metéis en vereda a los banqueros y mandáis a practicar el nefando pecado sodomítico a todos vuestros asesores y paniaguados o........?. O....

Aquí no se salva ni Dios, lo asesinaron (Blas de Otero)

Yo me pido al  juantiotranvías al que aplicaré el suplicio de la gota y le calzaré las botas malayas.


LA MAL LLAMADA ROJA






Al que espere que la grandiosa selección española va a repetir los éxitos de 2009 la lleva buena. Le han endosado 8 goles en los partidos "amistosos" contra Portugal y Argentina. A mi parece que  Del Bosque - amparado por el capo di tutti capi del furbó nacional, el ¿señor ? Villar (en pleitos por choricete) - es un pichafría. Que no tiene carácter para ser un buen entrenador, que hace los cambios al buen tuntún y si en Viena y en Sudáfrica le salieron bien otras veces ni de coña. Que es de ideas fijas como todos los misters conservadores. Que el Llorente ese de la Rioja debe ser titular y no el Villa que no da ni una y que esta acabadillo. Que el Xavi ya no es lo que fue. Que el Capdevila y el Marchena pintan lo mismo que el Zapatero en el Gobierno y el Rajoy en la Oposición. Cuestión de años, que le vamos a hacer. Y que no me gustan las profecías, pero hoy me siento Isaias, Jeremías, Ezequiel y Daniel juntos. Finito, c'est fini, the end, koniec........


EL PARTIDO DEL SIGLO

Primero el prólogo y luego la disección, je, je....

Prólogo

Estoy hasta los reverendos de eso del "partido del siglo" y aunque me gusta el fútbol desde niño - jugué de central en el equipo de la clase y suplía mis deficiencias técnicas con dosis de mala leche, pequeño pero matón como el Gatuso, por algo mis compañeros me llamaban Griffa (1) -. La cobertura a tan universal evento es machacona, inaguantable....y necesaria para que el personal se olvide de asuntos más serios y trascendentes. A la alienación por el deporte. Y no nos engañemos: el Barcelona/Madrid, que es duelo entre millonetis, será el programa televisivo más visto con enorme diferencia. ¡¡¡Muera el balonpié!!!. Pero yo veré el partido, no te jode, y eso que no tengo el canal +. Si es necesario me largo a Botorrita, a Cinco Olivas o a Villafeliche......

Disección




Me encuentro ante una terrible duda que convierte mi sueño en sucesión de pesadillas que ni el "Origen" (Inception, encefalograma plano Christopher Nolan, 2009). Toda mi vida he sido madridista, y zaragocista claro. Ahora ni del uno, ni del otro. Del lastimoso equipo de nuestra ciudad porque ya se encargaron los comisarios políticos nombrados por la D.G.A.de dejarlo en paños menores. O si no me lo cuenten. El tiempo que estuvo el sr. Bandrés - misteriosamente abandonó la Vicepresidencia del Gobierno de Aragón en el Marcelinato o el Bielato y se fue al Real  Zaragoza, ¿de qué? ¿y cuanto dinero le apoquinaron por tan extravagante cambio de profesión?, y ¿como un economista reputado se convirtió en sapientísimo maestro del juego ese que arrastra multitudes? -. Yo no le hecho la culpa ni al Agapito, ni a los entrenadores, ni a los jugadores que ya se que son malos de vicio.. Hay una deuda  del recopón de más de cien mil de euros y fichan al vascomexicano Aguirre que primero cobrará pinche sueldo por siaca. Otra vez a profetizar y ojalá me equivoque .....veo en mi bola de cristal al Zaragoza y al Huesca bajando, bajando.....con la compañía del Racing de Santander (dedicatoria). Ya verán.


El Real Madrid




Abandoné mi idilio con el el club de Di Stéfano el día que el Florentino pagó 90 millones de euros por el Cristiano. Y tambien porque me aburría y el Barcelona me divertía. Y como mi menda pasa de nacionalismos, regionalismos y autonomismos y lo que le gusta es el "jogo bonito" empecé a disfrutar con los del "més que un club" (¿un puticlub?, no eso era hace ya muchos años cuando el Llaudet, el Carreras...). Con el fichaje del Mou el Madrid ha empezado a jugar bien, muy bien. Sin embargo hay factores que son incompatibles conmigo. No puedo sufrir al niñato chuleta y gilipollas ese del CR. Su gesticulación, su insolidaridad, con los demás del equipo, sus cerdadas cuando alguién le toca un poquito, su teatralidad, su tiranía en lo de las faltas y los penaltis que por cierto no los tira ni bien ni mal. El patadón tremendo que es lo suyo. Chuta y chuta con regular fortuna, muchos balonazos se pierden el el ensalzado cielo de Madrid. ¿Que es un gran jugador?. Sin duda. Pero grandes jugadores hay muchos el el mundo mundial y no precisan ejercer de payasos. CR, el Jose Mourinho y el Floren me recuerdan a Gaby (el Presi, obvio), Fofó y Milito los payasos de la tele en mi no muy lejana infancia. Lo que admira del conjunto capitalino es su portero, su sólida defensa, su ajustado centro del campo y la clase de Ozil aunque la exhiba intermitentemente. Así y todo, a día de hoy creo que es mejor que el Barça.




Y como el clown lusitano es en el fondo miedoso y conservador al itálico modo, nos privará del turcoalemán el lunes y alineará a un zarrapastroso marranete (Lars, por ejemplo) a ver si le arrea al Messi o al Iniesta. Los estilistas al carajo. El genio argentino, por cierto,  al que Cristiano, si pudiera, lo apuñalaría por la espalda. La puta envidia.. 


El Barcelona, el Barça o el buque insignia del catalanismo




Anda de capacaida. No parece el mismo del año pasado. Guardiola será un buen entrenador pero ya me dirán que haría sin el Messi que ese si es el mejor jugador del mundo y le saca años-luz de distancia al CR. Y además no hace gestos, no se tira al suelo si no es con motivo, no protesta ni lanza miradas asesinas a sus compañeros. Marca goles de todo tipo, algunos inverosímiles. Si no le caza algún Gatuso español, europeo o latinoamericano, está destinado a integrarse en la lista de los más grandes furbolistas de la historia si no lo está ya: los Di Stefano, Puskas, Kubala, Pelé, Cruyff, Maradona (la tocina a la que no trago), Zidane (infinitamente superior al muecas CR), Charlton, Eusebio, Beckenbauer, Van Basten...y alguno que no viene ahora a la mollera. Su defensa y portero son inferiores a los del Real Madrid, no su centro del campo si Xavi recupera la forma y en la delantera andan equilibrados. ?Poqué?. Merodea por allí un tal Messi. Sería de agradecer que el mister catalán se olvidara de Villa (al que como siempre tendrá que cambiar), incapaz de hacer una pared con Leo y es que jamás fue un gran jugador. Metía goles eso si. Ahora ya no.





Dos preguntas

´¿Sería el mismo el Madrid sin CR?. No, pero dispone de plantilla para suplirlo con ciertas garantías.

¿Sería el mismo el Barcelona sin Messi?. No con mayúsculas.

Mi deseo: que gané el Barcelona

Mi pronóstico: empate o triunfo del Madrid.

Y que nadie me llame chaquetero, que de sabios es cambiar de opinión y no el sostenella y no enmendalla.


Luis Betrán


1) Defensa central del Atlético de Madrid allá por 60. Caracterizado por su dureza y afición a zancadillas, empujones y faltas de todo tipo. Luego vinieron Ovejero y Panadero Díaz que tampoco eran mancos. Bueno, y el favorito del gangster Villar: el bibaíno Goicoechea que en en un solo año les partió la pierna a Schuster y a Maradona. Ya no volvieron a ser lo que fueron.

Al año que viene más. Otro partido del siglo. Y los que somos pobres seremos más pobres y los que son ricos serán más ricos. El furból hará que seamos (los menesterosos) reyes por un día.

¡¡¡¡Muerte a los banqueros!!!. ¡¡¡Hurra Cantona!!!

Día contra la violencia de género. Me adhiero. Culpables. Los jueces. Salvo honrosas excepciones no les llegó la democracia. Que se lo pregunten a Garzón.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Bardem





Parece necesario dedicar unas líneas al compañero infatigable de tareas de Berlanga en el inicio de la carrera de ambos. Los susodichos se llevaron unas veces bien y otros no tanto, debido probablemente al carácter rígido y serio de Bardem. De hecho este director, de conocida e irrenunciable militancia comunista, despreciaba a Buñuel al que consideraba de derechas y entre él y Ricardo Muñoz Suay le hicieron la vida imposible al gran cineasta argentino Leopoldo Torre Nilsson (el mejor de la historia de esa cinematografía) cuando vino a España a rodar la excelente "La mano en la trampa" (1961). Juan Antonio Bardem no tuvo una despedida clamorosa como Berlanga. Murió con 80 años. Recuerdo su patética figura cuando le dieron el Goya de Honor y pidió humildemente dinero para poder seguir haciendo cine. Aunque en su filmografía tan solo son salvables 4 o 5 películas, es de justicia reconocer que el tándem Bardem/Berlanga cambio para siempre el cine español con su primer film conjunto "Esa pareja feliz" (1951) y con "Bienvenido mr. Marshall" en la que uno ofició de coguionista y otro de director.






JUAN ANTONIO BARDEM

Nacido en Madrid en 1922, ingeniero agrónomo. Su interés por el cine se debe al descubrimiento de los grandes maestros rusos, pioneros en el análisis intelectual del montaje y al encuentro con el neorrealismo italismo. Primero trabaja como guionista en algunos proyectos que no llegan a consumarse. Uno de ellos, sin embargo, una historia escrita con Berlanga, será llevada a la pantalla: "Esa pareja feliz! (1951) de la que ya he escrito en el primer post dedicado al recién fallecido Berlanga. Con él y con Miguel Mihura escribirá el guión de la estupenda "Bienvenido mr. Marshall" (1952), Nace la empresa productora UNINCI en cuya constitución participa el propio Bardem.





En 1953 dirige la excelente "Cómicos", film sobre el intrincado mundo del teatro en el que la felicidad y la desdicha son todo: un mundo que el cineasta madrileño conoce perfectamente, dados son antecedentes familiares - sus padres eran actores: Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro, de hecho el clan Bardem se perpetúa sin dar signos de extinción, hoy el más famoso es el actor Javier tan consagrado como mediocre (le regalaron un Oscar por poner cara de malo bajo un ridículo peluquín en una de las naderías en las que se mueve desde hace años el cine de los hermanos Cohen, "No country for old men" 2001). La película , narrada en términos personales, es la más apasionadamente suya, aquella en cuyas imágenes deja entrever sus más íntimos sentimientos. "Felices Pascuas" (1954), historia que describe en tono puramente neorrealista el sórdido ambiente de los barrios humildes de las afueras de Madrid, es una decepción. Una obra nada satisfactoria, un pequeño film de autor frustrado y decepcionante que no tuvo ningún éxito.






1955 es el año de las Conversaciones de Salamanca en las que Bardem define al cine español como "políticamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico". "Muerte de un ciclista" se realiza entonces y es la película con la que el cineasta se consagra con su Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes. Es una historia de tesis protagonizada por Lucía Bose y Alberto Closas (se le ha reprochado a la película influencias del Antonioni de "Cronaca di un amore", 1950). Aunque posee secuencias potentes, el afán mensajístico de Bardem la perjudica. Carlos Casaravilla (actor insufrible) exclama "yo soy la cultura", y otras frases altisonantes como esta abundan no poco. Hoy está un tanto desacreditada, lo que no me parece justo. Fue y es un film importante en la historia del cine español. Guste más o menos.




De esta solemnidad se desprende en su obra maestra "Calle Mayor" (1956). Versión libre de "La señorita de Trévelez" de Arniches, sus intenciones trascienden por encima de la pura anécdota argumental. Parte de un trazo temático para luego indagar, con sobrio realismo, en el trasfondo humano de la sociedad que describe, que no es solo la de la provincia española sino la de la España del momento histórico, de esa pequeña burguesía, cansada y anodina, que vive eternamente en el hastío sin saber como escapar de él. La solterona Isabel (magnífica Betsy Blair) y el canalla Juan (adecuado José Suárez) protagonizan una tragedia humana que deviene drama social. La película volvió a conseguir el mismo galardón que "Muerte de un ciclista", esta vez en Venecia, y se erige no solo como la más conseguida muestra del modus operandi bardemiano, sino que entra por derecho propio en lista de las mejores del cine español de cualquier época. De nuevo le detectaron pequeñas copias del excepcional film de Federico Fellini "I vitelloni", 1953. Es posible, y al igual que en "Muerte...." con Antonioni, irrelevante.



"La venganza" es tan ambiciosa como fallida, amén de larguísima y tediosa. Fernando Rey aparece en un instante de la película para explicarnos, más o menos, lo que Bardem debió considerar tributo marxista y la cosa produce risa y pena.  A la vista del fracaso total de este film, el director se larga a México y  en 1959 realiza allí una  pomposa, acartonada y simplificada versión de "Sonatas", de Valle Inclán, en la que solo deslumbra la belleza sobrenatural de María Felix y su "Niña Sole". Ésta vez le toca imitar, dicen los expertos, al Visconti de "Senso" (1954). Es la primera cinta del director con amplios exteriores y en color. Le sigue la bienintencionada "A las cinco de la tarde" (1960), según texto del tambien comunista dramaturgo Alfonso Sastre, centrado en el universo de los toros. Hace mucho tiempo que no la veo pero no creo que su revisión me cambie la menos que mediana opinión de otrora. Y, antes que le siga Berlanga, viaja a Argentina y realiza en coproducción "Los inocentes" (1962) que si dista de ser buena es por lo menos más  personal y no tan inicua como "La boutique" (1967) del  cineasta valenciano.



"Nunca pasa nada" no mereció las pésima críticas que obtuvo - con algunas excepciones: Jaime Picas en "Fotogramas", Jesús García de Dueñas en "Triunfo" y "Nuestro Cine" -. Se la denominó irónicamente "calle menor", y efectivamente Bardem regresa a la provincia con distinta historia pero no con muy diferentes personajes de su obra cumbre. Es una buena película y la última en la que ejercerá de autor. Con dos actores y actrices franceses (Corinne Marchand y Jean Pierre Cassel) y otros tantos españoles (Antonio Casas y Julia Gutiérrez Caba, que es la que destaca sobremanera); prácticamente nadie, salvo cinéfilos, fue a verla y ahí se extinguió el Bardem que admiramos y se reinventó en artesano al americano estilo. Al haber conseguido cierto prestigio y los antes mencionados galardones en Cannes y Venecia, su debut en este nuevo menester fue la adaptación del best-seller de Henri François-Rey "Les pianos mecaniques" (1965) ni mejor ni peor que el libro y con un reparto encabezado por "cuasiestrellas": Melina Mercouri, Hardy Kruger y el gran James Mason ya  venido a menos.




Procederé igual que con Berlanga. Ni una palabra sobre las terribles películas que completaron la filmografía bardemiana. Un respeto. Llegó a trabajar con Marisol y Sara Montiel, baste con eso. E hizo alguna cosilla más personal como "El puente" (1978) o "Siete días de enero" (1982) basada en la matanza de los abogados de CC.OO. en su despacho de Atocha. A pesar del progresivo descrédito del comunismo, él nunca dejó de pertenecer al P.C.E. La Academia esa del Cine Español le homenajeó poquito antes de que se fuese al otro barrio. Hoy, en 2010, se escriben y comentan verdaderas barbaridades sobre el cine de Bardem. Allá ellos y su escasa memoria, su mala o ausente conciencia y su militancia real o virtual -  a lo "Inceptión" (2009) la ridícula peli, americana claro, del inefable mr. Nolan - en la más rancia o mal disimulada derechona. Los que no levitan en lo absoluto de la imbecilidad bien saben que Juan Antonio Bardem fue/es el director de "Calle Mayor" y "Cómicos". Y que su nombre grabado queda en rubricadas letras del cine español.


Luis Betrán

viernes, 19 de noviembre de 2010

Poemas, canciones, apotegmas.......





LA SOLEDAD

Yo soy de otro país que el vuestro, de otro barrio, de otra soledad.
Yo hoy me invento atajos. Ya no soy como tú.
Yo espero a  los mutantes.
Biológicamente me arreglo con la idea que tengo de la biología:
Yo meo, yo eyaculo, yo lloro.
No acepto la sentencia que se aplica a a nuestras ideas
como si fueran objetos manufacturados por el sistema
Pero.......la soledad

Estoy listo para cocinaros moluscos.
Moluscos de un textura nuevo, os lo advierto.
Ellos serán lanzados mañana por la mañana.
Si no habéis puesto ese día la sensación en vuestra vida
será inútil mirar hacia atrás,
ya que la noche es el día.
Pero......la  soledad

Es de primera instancia y de lavanderías o esquinas de las calles,
es tan intrépido como luces de freno o pista libre.
Los policías os dirán la caja de detergente que estará libre para lavar lo que creéis
vuestra conciencia y que no es más una dependencia del ordenador
que  os sirve de cerebro .
Y sin embargo ...la soledad

La desesperación es una forma superior de la crítica.
Por ahora, vamos a llamarla  "felicidad".
Las palabras que utilizáis ya no son "palabras" sino una especie de conducto
por el que los analfabetos y los cerdos alcanzan la buena conciencia.
Pero ...la soledad

Del Código Civil ya hablaremos más tarde.
Por ahora, me gustaría codificar lo incodificable.
Me gustaría reírme de nuestros ideales democráticos.
Me gustaría cagarme en  nuestro vacío y convertirme
en el innombrable, en lo que no tiene valor, en nuestra lucidez de mierda
La lucidez solo sobrevive en la entrepierna.
La soledad, la soledad, la soledad.....¡¡¡¡La sooooleeedad!!!


Leo Ferré.- Traducción de Luis Betrán (no literal)





Miro a mi alrededor, veo la televisión, veo Haití a quién solo Forges ha recordado en sus chistes y todo me da asco. Largarse de este puto mundo acaso sea volver a vivir. No se donde. Desde luego seguro que no a la vera de ese inventado Dios malvado. Los imbéciles. Fáciles de encontrar en la vida real y en la ficción. Al respecto no perderse la película "Scott Pilgrim vs the world" (Edgar Wright, 2010). Está en la cartelera zaragozana y todos los críticos "especializados" dirán maravillas. Es otra estúpida película americana, sin las pretensiones de "Origen" (Inception, 2009 Christopher Nolan). Escucho en la última reunión de la Tertulia Perdiguer que David Fincher es un autor. No hay más que repasar su filmografía para comprobarlo. Despues de "La red social" (The social network, 2010) ha realizado el remake de la primera parte de la trilogía "Milennium". Claro que la autoría no reside en el fondo sino en la forma. En "la puesta en escena". Asi lo afirman los cahieristas y los españoles renegados de la autodestructicva Europa, que saben muy bien que hay que ser anmericanos de adopción. Y respetar mucho a los chinos.






LA CIUDAD

Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".

Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes-
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.

Konstantinos Kavafis

Siempre figurará entre mis libros más amados del pasado siglo "El cuarteto de Alejandría", de Lawrence Durrell. Como ayuda la literatura, la música, el cine, el teatro, las Bellas Artes. ¿Cultura?. Imprescindible. Sin cultura nunca habrá revolución. Pero tambien se denigró y se convirtió en horrendos crímenes. La Revolución Cultural del Maoísmo. Ver la la película "He femgning" del chino Wang Bing (2007). Una anciana en plano fijo durante tres horas no deja de hablar de sus atroces recuerdos. Del exterminio de sus hijos, de su marido. Ha sobrevivido al horror real, no al metafísico de "El corazón de las tinieblas" de Conrad, única novela de ese gran escritor que nunca me gustó. Las mujeres maltratatadas asesinadas, degolladas en la sanguinaria España. La vergüenza de que existan tipos como el Sostres ese y la Espeeaguirre le de cuerda. ¡¡¡Que miedo, el Zapatero, los banqueros, los economistas que son los que mandan¡¡¡. Pero ¿que pasará cuando le toque el turno al sr. Rajoy?. Las mujeres muertas cuyos maridos o amantes que las mataron siempre nos dicen que son inmigrantes. Ojo a la xenofobia.






LE DERNIER REPAS 

En mi última comida
quiero ver a mis hermanos
a mis perros y a mis gatos
y las orillas del mar
En mi última comida
quiero ver a mis vecinos
y luego a algunos chinos
que me sirvan de cojines
Y quiero que se beba
solo el vino de la misa
ese vino tan sabroso
que se bebe en Arbois
Y quiero que se devore
despues de algunas sultanas
una hermosa faisana
llegada del Périgord
Más tarde quiero que se me lleve
a la cima de mi colina
ver a los árboles dormir
acogiéndome en sus brazos
Y quiero todavía
lanzar piedras al cielo
gritando ¡¡Dios ha muerto¡¡¡
por última vez


En mi última comida
quiero ver a mis burros
a mis gallinas y mis ocas
a mis vacas y a mis mujeres.
En mi última comida
quiero ver a las putas
de las que fui amo y rey
cuando fueron mis amantes
Cuando tenga llena la panza
para inundar la tierra con mi vómito
romperé mi vaso
para que se haga el silencio.
Y cantaré cara a cara
a la muerte que avanza
los pornográficos romances
que asustaban a las monjitas

Y subiré a mi montaña
a ver la tarde que camina
lentamente hacia la llanura
y allí de pié
insultaré a los burgueses
a los más ricos y puercos
sin temor ni remordimiento
por última vez
No hay postres en mi última comida
que se larguen todos
que terminen su juerga celebrando que me muero
pero jamás bajo mi techo
En el café y el alcohol de mi última comida
quiero que se me instale
sentado como a Zeus
follándose a las vestales.
En mi pipa quemaré
mis recuerdos de infancia
mis sueños inalcanzados
mis restos de esperanza.

Y ya no guardaré
para vestir mi alma
que la belleza de una rosa
y un nombre de mujer
Y en el olor de las flores
que pronto se extinguirá
yo se que tendré miedo
por última vez


Jacques Brel (Traducción libre de Luis Betrán)




Tumba de Jacques Brel en las Islas Marquesas, situada junto a la de Paul Gauguin

Arrepentíos pecadores. Porque he escuchado en la tontivisión que al sol le quedan 150 millones de años de vida. Y se apagará. Y vendrá la paruxia. El Dios en que creéis los católicos, y los protestantes, y los musulmanes y los budistas y........a juzgar a los vivos y a los muertos. Todos al paredón. Apunten, disparen, fuego......La maldad ya se ha apoderado del mundo. Porque tres son los enemigos del alma: mundo, demonio y carne. Los que hayan gozado del último: la lujuria, la concupiscencia, la rijosidad, serán los únicos absueltos. ¿Y el diablo?

Thank you Satan (Leo Ferré)

Y los niños...........

Luis Betrán

Dedicado especialmente a los tres más geniales cantautores (que palabra tan fea, poetas y cantantes) que habitaron la Tierra y el escenario del Olympia de Paris: Jacques Brel, Leo Ferré y Georges Brassens. Hoy estarían vetados, censurados y hasta quizá encarcelados. On reparlera.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Dossier Luis García Berlanga (y II)




En Berlanga se apreciará una radical variación al trocar la fuente de su inspiración ya anunciada en la primera mitad de "Los jueves milagro" (1957) : en lugar de aclimatar la  acción en una amable aunque picarona civilización, sus películas se vuelven duras, despiadadas  al emparentar con una herencia cultural netamente hispánica: el esperpento. Tiene mucho que ver en este giro el guionista Rafael Azcona - elogiado hasta la sobrevaloración, muchos trabajos suyos son bochornosos - que colaborará con el gran director para servirnos una agria aproximación a la realidad nacional que se doblará en una visión más crítica. Particularmente en "Plácido" (1961) y "El verdugo" (1963).






"Plácido" es la primera obra coral de Berlanga aunque exista el personaje que da título al film, interpretado por Cassen, que todavía puede considerarse como protagonista. Es una película decisiva en el itinerario berlanguiano, pero vacilante. La crueldad de algunas secuencias se contrapone todavía con el sentimentalismo de otras (pocas, la verdad). La acumulación de gentes de variado pelaje, casi nunca bueno, en la primera paella valenciana de su autor y un cierto tremendismo a base de tarados físicos y mentales - imputable,pienso,  a Rafael  Azcona - , es motivo de que a veces lo anecdótico acabe imponiéndose a lo esencial. Lo que no sucederá en la única obra maestra de Luis García Berlanga: "El verdugo", sin duda  una de las películas esenciales de la Historia del Cine Español.






En "El verdugo" se refleja la crueldad y opresión de un medio que transforma la vida de uno de sus componentes. Con un lenguaje abierto, dispar y mordaz, Berlanga nos ofrece la tragedia de un hombre (Nino Manfredi, excelente) que, obligado a casarse con la hija (Emma Pennella, extraordinaria) del verdugo (José Isbert, casi sin voz pero de nuevo sensacional) por problemas de habitáculo, se ve llevado por la fuerza a efectuar una ejecución con tan celtíbero método como el garrote vil. En la sonrisa del espectador de encierra la tragedia, revulsivamente áspera, del personaje. Secuencias como aquella en que la pareja en plena luna de miel en las mallorquinas cuevas del Drach se ve sobresaltada, él no ella, por las voces de la guardia civil reclamando la presencia del nuevo verdugo, el arranque de la película, la boda, pertenecen con pleno derecho a una supuesta antología de los mejores momentos del cine español de cualquier época. Nada sobra ni falta en este film genial que fue premiado por FIPRESCI en el Festival de Venecia de 1963, galardón que sirvió para que se levantara contra la obra maestra una serie de "extraños" manejos políticos.





Berlanga colabora , en 1962, en una película de episodios, al lado de René Clair, Alessandro Blassetti y Hervé Bronmerger titulada "Las cuatro verdades". Su sketch "La muerte y el leñador", con Lola Gaos y Hardy Kruger es tan malo como los restantes, y peor todavía  la coproducción con Argentina  "La boutique" (1967) que además es un grave fracaso en taquilla. En 1969, vuelve a sus temas preferidos en "Vivan los novios". La opresión religiosa y maternal hacen que López Vázquez (notable, y deliciosa Laly Soldevila) se conserve en la ingenuidad infantil y sus sueños sean inalcanzables por la represión decisoria en que se encuentra. Es su primera película en color, filmada en Sitges, fallida por culpa de un guión mediano y una realización sin nervio. Con ella terminan casi veinte años en la filmografía de un autor que elegirá, ya muerto Franco e instaurada la democracia, un camino hacia el abismo que se inicia con "La escopeta nacional" (1978). Antes, en 1973, había ensayado su primer film de marcado tinte  erótico, con muñeca hinchable incluida, en la igualmente decepcionante "Tamaño natural", protagonizada por Michel Piccoli.





Colaborando una vez más con Azcona, Berlanga escribe el guión de "La escopeta nacional, comedia que narra las peripecias de un industrial catalán y su querindonga (sobrados Sazatornil y Mónica Randall), fabricante de porteros automáticos, que organiza una cacería con la intención de que la Administración dicte una ley que le ayude en sus propósitos comerciales.. El film tuvo un gran éxito, pero este tercer Berlanga prepara ya paellas cada vez de más difícil digestión. Sobras garrafons, chacinerías, groserías (la colección de pelos de sexos femeninos del marqués de Leguineche interpretado eficazmente por Luis Escobar, la exclamación de un cura - exageradísimo Agustín González - "los que yo ato en en la tierra no lo desata ni Dios en el cielo" -), chistes vergonzantes. Parece como si al sentirse libre de censura el director sacase a relucir un aspecto fallero que no le conocíamos. Y no hay moñacos de peor gusto que los ninots de las celebres fiestas valencianas. Esta película, que inicia el declive en la filmografía berlanguiana, aún es soportable y algunos aspectos satíricos están conseguidos (los ministros franquistas del Opus, el amor a la pela de los catalanes (si se hubiera hecho a día de hoy en la Cataluña nacionalista habrían puesto el grito en el cielo). El cineasta, a la vista de los resultados en taquilla, prosiguió con una trilogía Leguineche que además de este film incluyó las lamentables "Patrimonio Nacional" (1980) y "Nacional III" (1982). Berlanga incorpora al catálogo de procacidades de "La escopeta nacional" las ventosidades, eructos ....





No quiero hacer sangre sobre las cintas que siguieron, por respeto al director y a su etapa en blanco y negro. Son todas ellas espantosas - si acaso y con muy buena voluntad podrían salvarse algunas escenas de "La vaquilla" (1985), no el hecho de tomarse la Guerra Civil a chirigota, y no las mencionaré. Los tan elogiados planos secuencia, ni la elección de la coralidad  mejoran estas pésimas paellas en las que el arroz estrá definitivamente pasado de cocción. A Berlanga, como antes que a él a Bardem, la España democrática no fue el caldo de cultivo adecuado para su cine. Una clase social y política nueva podía reirle las gracias. No les molestaba. Era políticamente correcto.


Esta atroz decadencia  no debe competir con los logros berlanguianos en blanco y negro. El lugar de honor de Luis García Berlanga en el cine español está seguro y garantizado (tanbien el de Bardem). "Bienvenido mr. Marshall", "Plácido" , "El verdugo" y, en menor medida, "Esa pareja feliz", "Calabuch" y hasta "Los jueves milagro"  constituyen un activo superior al pasivo.


Luis Betrán

lunes, 15 de noviembre de 2010

Dossier Luis Garcia Berlanga (1)






Ha muerto Berlanga a los 89 años. No por esperada deja de ser una luctuosa noticia. Ojeo los periódicos y creo que soy un extraterrestre. Alex de la Iglesia le dedica una hagiografía tan ridícula como cabía esperar de cineasta tan petulante como mediocre. El Presidente de la Academia escribe que el difunto es un genio del cine al que solo Buñuel puede mirar de frente. S.O.S. por favor; el de Calanda está a años luz de distancia en cuanto a calidad, importancia y trascendencia en la Historia del Cine (incluso en el español con tan solo tres películas, "Tierra sin pan", "Viridiana" y "Tristana") del valenciano. Todos a la cárcel, perdón,  todos al sepelio y a la capilla ardiente: colegas, escritores, políticos a cantar la palinodia. Y como, nobleza obliga, lo más razonable viene de la pluma de.......¡¡¡Carlos Boyero!!!, con el que por primera vez coincido en sus apreciaciones sobre la obra berlanguiana. Al menos, una de sus películas figurará siempre entre las 10 mejores del cine español ("El verdugo") y el cineasta fallecido ocupará un puesto de privilegio entre los poquísimos buenos que España ha legado al cine.






Hagamos historia. En 1951 se rueda "Esa pareja feliz", codirigida por Bardem y Berlanga. Es una película modesta de escaso presupuesto y de dos debutantes. Su gran cualidad es que aporta al cine español los elementos básicos  y la honradez de propósitos para la creación de un cine social realista y un testimonio perfectamente reconocible por los espectadores de la época. Suficiente y muy estimable. Con "Bienvenido mr. Marshall" (1952), con guión otra vez de ambos ,comezarán los desencuentros entre los dos hombres que cambiaron el acartonado (no siempre, ni mucho menos) cine español franquista. Entre la rigidez comunista de Bardem, en la que no habrá sitio para el humor ,y la retranca berlanguiana que siempre se autodefinió como anarcoide (olvidemos que anduvo en la División Azul, aunque parecer que no disparó un solo tiro), se impone la segunda opción que para eso el director es Berlanga.





"Bienvenido mr. Marshall" fue es y será una delicia. Villar del Río, "americanos os recibimos con alegría", "como alcalde vuestro que soy os debo una explicación", "indios, indios". El sueño americano pasará de largo del pueblo disfrazado , pero no la película ya para siempre en el inconsciente colectivo de cinéfilos y españoles de toda raza y condición que peinan canas. Es una de las tres mayores cintas de Berlanga. Está a la altura de la gran comedia italiana del neorrealismo rosa (Luciano Emmer como principal referencia) y amamos y amaremos por siempre a José Isbert y Manolo Morán. Para ser una obra maestra le sobra Lolita Sevilla - sin cuya presencia no se habría podido hacer el film - y la voz paternalista en off de Fernando Rey. Es la más divertida pero no la más ácida.






En su segundo título en solitario, "Novio a la vista" (1953), Berlanga persigue otra finalidad: un cine liberal a través de la comedia y un gusto personal por la farsa. El paso del tiempo no le ha sido propicio a esta amable e inofensiva película. "Calabuch"  (1956)  revela un excelente oficio y una gran sensibilidad y trata de continuar la linea de "Bienvenido...."con desiguales resultados. Es algo así como un intento de crear una comedia cinematográfica a lo Frank Capra (los cuentos de la abuelita, decía Bardem). La anécdota que aquí se cuenta es la de una comedia de evasión con fábula moral. El error, para mi, consiste en ubicarla en Peñíscola según métodos realistas. La contradicción  entre la realidad exterior, escenario y personajes, con una trama de ficción irreal, crea un desfase que compromete la obra y vicia su credibilidad.







"Los jueves milagro"  (1957) pudo ser la primera obra maestra de Berlanga. Rodada en Alhama de Aragón, y no caprichosamente sino porque en esa localidad aragonesa hay más de uno y de dos balnearios, indispensables en este film. El director sigue el camino transitado en "Calabuch", pero aquí no hay bonhomía a lo Capra que valga. Las fuerzas vivas de Fontecilla son una colección de ruines villanos que se anticipan no poco a los que disfrutamos ahora en el acontecer político del día. La escena de la aparición del falso San Dimas (genial José Isbert, a la altura del alcalde de Villar del Río) roza lo excelso y se acerca al posterior esperpento. Pero la dicha dura poco más de media hora. A Berlanga, que ya había tenido algún problemilla con la censura, los inquisidores franquistas le fabricaron "otra película" más bien horrible en la que el verdadero San Dimas (Richard Basheart, que pasaba por allí como por Italia con Fellini) pone firmes en nombre de Dios a los inventores de un risible milagro. Para eso están los santos, que joder. No faltó más que el rezo del rosario en familia para expiar las culpas y los pecados.





Y aquí me detengo en esta primera parte de un dossier muy improvisado por razones obvias. Me voy a la cama no sin contemplar en otro informativo nocturno,  con estupor renovado,  que Berlanga lo mismo entusiasmaba a Almodóvar, que a Gutierrez Aragón, que a Borau, que a..........Rita Barberá. Y, otra vez, que lo que le separa de Buñuel en su genialidad es que éste tuvo una mayor proyección internacional. Y que si hubiese nacido en Estados Unidos no habría desmerecido junto a Billy Wilder. Y que se nos ha ido un genio de la cultura española de la segunda mitad del pasado siglo. Y todos llorando o haciendo pucheros. Hipócritas. Berlanga pudo molestar a los jerarcas franquistas pero para los próceres de la democracia otorgada era hasta políticamente correcto. Continuará, que falta lo más bueno, lo mediocre y hasta lo horrendo. Al cineasta valenciano le iba bien aquello de que "contra Franco vivíamos mejor". Mutatis, mutandis: "contra Franco hacíamos un cine mejor"


Luis Betrán