jueves, 26 de enero de 2017

LUCIAN PINTILIE 1


Gran y desconocido cineasta rumano Lucian Pintilie, director que fue el padre del gran cine rumano de los últimos años, el de los Cristian Mungiu, Cornelio Porombuio, Andrei Ujica o Cristi Puiu. Pintilie estuvo a punto de perder la vida por sus duras críticas al régimen "comunista" de Ceausescu. Felizmente fue expulsado de su país y todavía vive, pero ya retirado.

Lucian Pintilie
Nacimiento 9 de noviembre de 1933
Tarutina, Bessarabia, Reino de Rumanía, hoy Ucrania
Nacionalidad Rumana
Ocupación Actor, director de cine y teatro y guionista
Distinciones Orden Estrella de Rumania

Lucian Pintilie (nacido el 9 de noviembre de 1933) es un director de cine y guionista rumano. Las películas y sus puestas en escena causaron gran controversia por lo que fue invitado por el régimen comunista a emigrar.

Filmografía

Duminică la ora şase (1965) director
Reconstituirea (1968) (guionista y director)
Paviljon VI (1978) (director)
¿De ce trag clopotele, Mitică? (1982) (guionista y director)
Balanţa (1992) (guionista, productor y director)
O vară de neuitat (1994) (guionista y director)
Demasiado tarde (1996) (guionista y director)
Terminus Paradis (1998) (guionista y director)
După-amiaza unui torţionar (2001) (guionista y director)
Niki Ardelean, colonel în rezervă (2003) director
Tertium non datur (2006) (guionista y director)

Premios

Festival de cine de Cannes
1996 Nominado Palme d'Or "Prea târziu" (1996)
1994 Nominado Palme d'Or "Un été inoubliable" (1994)

Festival Internacional de Cine de Chicago
1979 Nominado mejor película "Paviljon VI" (1978)

Sindicato Nacional Italiano de Periodistas de Cine
1996 Nominado Cinta de Plata Europea "Un été inoubliable" (1994)

Festival de Cine de Mar del Plata
1966 Ganador "Duminica la ora 6" (1966)
1966 Premio FIPRESCI Mejor Primera Obra "Duminica la ora 6" (1966)

Festival Internacional de Cine de Pusan
2003 Ganador "Impresión manual"

Unión Rumana de Cineastas de Rumania
2000: Ganador Mejor director "Premiul pentru"
1998 Mejor director por "Terminus paradis" (1998)
2000 Mejor guión ("Premiul pentru")


Festival de Cine de Venecia
2001 Nominado Leon de Oro "Dupa-amiaza unui tortionar" (2001)
1998 Ganador Premio Especial del Jurado "Terminus paradis" (1998)

Luis Betrán

Lo escrito en negrita es mio. El resto procede del blog de cine rumano.

jueves, 19 de enero de 2017

EL CINE ESPAÑOL QUE SE VE Y SE APLAUDE


TRES MUESTRAS DE ANTAÑO

Lástima que Doña Angeles Sinde se largase con viento fresco del Ministerio de Cultura en el que, sin duda, ha sentando cátedra la eminente cineasta y excepcional guionista de, por ejemplo, "Mentiras y gordas" estupenda comedia que jamás vi. Le hubieran agradado las tres pelis sobre las que me voy a explayar. Tampoco te pongas triste ¡oh excelsa dama del cine español¡, estos films acapararon cabezones goyescos de idéntico modo que han sido alabados, bendecido y aclamados por la casi totalidad de la crítica cinematográfica española, incluida la muy influyente de los diarios que es la que mas persuade a sus lectores de que no se los pierdan, determinando así los días, semanas e incluso meses de su permanencia en las carteleras. En Zaragoza, la muy brutica Carmen Puyó es la que sienta cátedra en "Mierdaldo de Aragón".


NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS, de Enrique Urbizu

Hoy me siento el fallecido José Mª Latorre, zaragozano de pro, infecto escritor y crítico y madamas de la muy terrible revista "Dirigido"; y tambien hombre en posesión de inefable dogma de fe para muchos aficionados al cine. En consecuencia, utilizaré su peculiar estilo para referirme a ésta y a la que sigue películas objeto de los textos del día. Empieza el filme, sale Celestino Coronado que es policía, lleva un vestuario y una pelambrera que es la común y corriente entre los compañeros de su gremio. Se llama Santos Trinidad, nombre y apellido asimismo normales en los agentes del orden, que me recuerda al Romeo Dolorosa de "Perdita Durango", bodrio del "genio" Alex de la Iglesia. No se excede en sus gestos y se agradece. No es Javier Bardem y se agradece aún más. Entra en algo así como un puticlub y se lía a tiros y mamporros con todo bicho viviente. Y claro, se carga a quién no debía, pero, mala suerte, pasaba por allí. El sangriento desaguisado ordena se investigue un ¿juez? Que va. Una jueza que es lo políticamente correcto. Aunque los polis no son muy listos, la jueza si faltaría más. Y sospecha del Santos Trinidad, que no tiene careto de bueno y además es un "perdedor" como dicen los gringos. ¿Como terminará la función? Dado que el desenlace se presume tras la balacera y ya no caben dudas cuando la jueza observa con ojos de jueza (los de los jueces no sirven, son daltónicos) al pobre Coronado, sobra el guión como se constata a lo largo de la película. ¡Ah!, resta la "puesta en escena". Trepidante, histérica, excesiva, pero "puesta en escena" al fin y al cabo. Y debe ser bonísima para que cinta tan rematadamente mala haya sido puesta por las nubes por cahieristas y discípulos. Una vez más, la soledad del "handicapado" de fondo. O sea, yo. El que es muy torpe para hacer amigos en esto de la cinefilia porque es mayor y no cree en "dogmas".


MIENTRAS DUERMES, de Jaime/Jaume Balagueró

"Rec" contenía diez minutos iniciales divertidos que transcurrían en un parque de bomberos. Luego salían monstruitos, tarados, vampiros y demás tropa de "élite" del cine americano de amplísimo consumo y que además siempre es bueno porque es americano, patente de corso en tan yanquinizado país como la otrora Hispania. Aquí el que sale es Luis Tosar que intenta evitar poner cara de "Malamadre" con regular éxito. Es portero y algo más en un inmueble versión trágica de "13 rue del percebe". El Tosar mira, sabe todo de la vida y milagros del vecindario porque es la Celestina de travesti. En eso que salen del ascensor señorita de buen ver (Marta Etura, esposa de Tosar en la vida real, ¡toma morbo!) acompañada por caballero evidentemente más guapo que el portero. ¡Ah¡, los ojos del alcahuete se dilatan, se percibe en su mirada que la ha fijado en el "oscuro objeto del deseo". ¿Que pasará? Depende obviamente de la señorita que no se muestra especialmente puritana ante el acoso y derribo que le aguarda. Esta película si tiene guión, aunque malo, y la "puesta en escena" es considerablemente más reposada que la del Santos Trinidad sus pompas y sus obras. Y como la anterior es cine de género, a la americana porque todo lo americano o lo que se le parece es bueno, buenísimo, único. Sean las películas, las novelas, las hamburguesas, Steven Spielberg y hasta la mantequilla de cacahuete. El filme del pervertido y la putilla se deja ver.


LA PIEL QUE HABITO, de Pedro Almodóvar


Vaya por delante que nunca he sido admirador del cine de Almodóvar, cineasta sobrevalorado hasta la extenuación y cuyo mayor mérito radica en su capacidad para la autopromoción y su desparpajo para simular lo que no es. En sus obras primerizas conectó con parte de una generación que entendía que lo progre era lo contracultural. Exactamente - salvando infinitas distancias - como Woody Allen y coincidiendo con el judío rijoso en que ambos ignoraban los más elementales rudimentos de la técnica cinematográfica. Pero en el caso de Allen eso duró hasta "Annie Hall" donde no dudó en dirigirse al público para explicar, por si acaso, que él era un tipo culto y que se acabaron las chorradas. Almodóvar, como tantos otros (vgr. el asimismo sobrevaloradísimo Clint Eastwood) fue aprendiendo, paso a paso, el oficio y en "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1987) demostró que dominaba la artesanía y que era un excelente autor de comedias. Han pasado muchos años y el manchego ha llegado incluso a la maestría en el oficio de realizador cinematográfico (bastante menos que el Eastwood, que conste). Citaré tan solo la que considero su mejor película: "Hable con ella" (2004). Los Oscars le han otorgado, o eso pareció, patente de corso en el sentido de que ya solo cabían esperar de él grandes películas. "Los abrazos rotos" (2009) vinieron a demostrar lo contrario y "La piel que habito" a confirmarlo de forma cruenta. ¿Cual ha sido el "problema Amodóvar”? Abandonar la comedia para entregarse al melodrama cupletero y mostrar que su universo, tan personal como intransferible, es decididamente poco interesante. A propósito de esta pésima película que es "La piel que habito", un compañero de la Tertulia Perdiguer apuntó que no había "caso Almodóvar". Simplemente el sufrimiento que intentaba transmitir era el del homosexual que que quiere ser mujer y no puede. Comparto esta opinión. Hay cierto tipo de homosexual que detesta a las mujeres, hay otro, más femenino, que las ama (excepto físicamente) y piensa como una mujer. Almodóvar pertenece a este segundo grupo. Y puede considerarse afortunado porque a pesar de haber confesado padecer cíclicas depresiones, no se trata de un melancólico y jamás ha experimentado la tentación del suicidio. Pero ya ha dicho todo lo que podía decir sobre el imposible deseo de ser mujer. "La piel que habito" es un sinsentido. Una película sin guión, sin personajes, pésimamente deconstruida en su afán de instalarse en la malhadada "posmodernidad". Y lo más inesperado, mal dirigida como si lo que tanto costó aprender se hubiese olvidado repentinamente. Almodóvar lo sabe. La crítica americana - la que a él más le importa - por primera vez en años ha sido durísima. En consecuencia, el cineasta español se ha apresurado a declarar que volverá a la comedia en su próximo film. Me temo que ya nada podrá ser igual. Los caminos de Almodovar - y "La piel que habito" o "Volver" (2006) son pruebas contundentes - son ya senderos sin salida. Conste que preferiría equivocarme. De verdad.

Luis Betrán

jueves, 12 de enero de 2017

REVISIÓN DE UN GRAN CLÁSICO


EL HÚNGARO ZOLTAN FABRI (I1I) Final

El bruto (Dúvac, 1961)

Hurgando por ahí, acá y acullá...me encuentro en la Historia General del Cine escrita hace ya bastantes años, con que el fallecido y esencial crítico francés Georges Sadoul considera que "El bruto", de Zoltan Fabri, es casi un remake de otro "bruto" dirigido por Luis Buñuel en 1952. No puedo resistirme a contar la anécdota sucedida cuando vi por primera vez la película de Buñuel en la Cinematéque de Paris hace un montón de años. El film se proyectó en versión original, o sea en español o mexicano que no son exactamente iguales (panchorro equivalía a muslamen), con subtítulos...en holandés. Yo la entendí perfectamente, pero el mayoritario público francés se cabreó gritando ¡en français¡. Luego llegó a España tardíamente en las Salas de Arte y Ensayo. No coincido en absoluto con monsieur Sadoul que, además, era gran amigo de mi paisano turolense. Aunque reconozco que ambas películas tienen el mismo final. Pero allí acaba todo parecido. En el film de don Luis de Calanda, Pedro Armendáriz era bruto...y tonto de remate. En el de Fabri, el protagonista ciertamente es un animal, pero no es ni una cosa ni otra.

"El bruto" de Zoltan Fabri es una película sofocante, angustiosa y, por supuesto, carece del inefable humor buñueliano. "El bruto", del gran húngaro, es un fascista que como un señor de la Edad Media se cree en posesión del derecho de pernada. Y lo ejerce y el paisanaje le tiene miedo. Es muy alto y muy fuerte y puede violar y matar. La propuesta de Fabri es tan astuta como ambigua. Porque la protagonista femenina no es ni mucho menos indiferente a la potencia sexual de tan agresivo mucho. Y le fastidia que la deje tirada como a cualquier otra. Se enamora y se casa con un galán de buen ver y notable dignidad. No cuento más. "El bruto" es una de las grandes películas de Fabri y su tema no es otro que el poder del látigo comunista sobre una Hungría sometida. Drama narrado con una sapiencia que deslumbra. La cámara de Fabri se mueve en lentos y cortos trevelines, en excelsas panorámicas, en aterradores primeros planos... y el resultado es tan bronco como magnífico. Otra de las obras maestras de Zoltan Fabri, a la altura o por encima incluso de "Profesor Aníbal" o "Los chicos de la calle Paul" y levemente por debajo quizá de "Veinte horas" o "Húngaros".

1969

Bienvenido señor comandante (1969)

Esta película es conocida en todas partes como "La familia Toth". Da igual lo del título porque la película es la peor que he visto de Zoltan Fabri. Jamás ví una comedia húngara que tuviese un mínimo de gracia. Claro que habría que averiguar si es una comedia, porque he leído por acá y por acullá que se trata de un fingido drama sonre el sinsentido de la guerra. La cinta es teatral, raras veces la cámara de Fabri se asoma al exterior y más bien se recrea en un decorado con puertas de colores fosforitos. Tambíen hay muchas cajas de cartón y un comandante pirado por los devastores efecto de la guerra. Da igual. Todos los grandes maestros del cine han hecho, alguna vez o varias, una mala película. De John Ford a Ingmar Bergman. Ést es el engendro de Fabri.

1977

Húngaros

"Húngaros" fue la única película de Fabri que conoció estreno en España en las añoradas Salas de Arte y Ensayo. No es exactamente un film nacionalista sino una elegía fúnebre sobre un pueblo sin destino, unas gentes que huyen de una guerra...sin saber que les aguarda otra tiranía. Obra de una depurada poesía, de una infinita tristeza en la que el maestro húngaro ni puede ni quiere evitar un lamento sobre sus paisanos en una época histórica que él conoció bien. Probablemente sería la cumbre absoluta del cine de Fabri...de no existir la genial "Veinte Horas". La lírica no está reñida con el realismo y Fabri, siempre tan elegante, no carga las tintas en la tragedia. Maravillosamente filmada e interpretada, "Magiares" es una obra maestra y, ésta vez sí, un poema de la desolación sin nada que ver con los que filmaba el genio griego Theo Angelopoulos.

1981

Réquiem

Réquiem" fue el penúltimo film de Zoltan Fabri, y no ciertamente el mejor. El gran cineasta en 1981 no había sido indiferente a ciertas innovaciones de la nouvelle vague, ni de su compatriota Miklós Jancsó y, sobre todo, del Ingmar Bergman de la genial "Persona". Las secuencias se repiten dos veces, Fabri sustituye los fundidos en negro por fotogramas congelados y todo sucede en la cabeza y los sueños de la protagonista, buena actriz y espléndida mujer que se exhibe desnuda con inusitada complacencia. El guión no es bueno y los personajes, a veces, en vez de hablar, recitan poemas de Hölderlin, Rilke y hasta El cantar de los cantares. Fabri ajusta cuentas con nazis y comunistas, pero para ello le sobra refinamiento formal y le falta la contundencia de un Wajda. La película no es mediocre, eso sería imposible en Fabri, pero, en mi opinión los propósitos están por encima de los resultados. Cine de poesía, como pedía Pasolini, y no cine de prosa como reclamaba Eric Rohmer. Pero para filmar un gran poema de la desolación hay que llamarse Theo Angelopoulos, por ejemplo. O el propio Fabri de “Hungaros”. En las tres partes de este dossier, he comentado ls películas de Zoltan Fabri que he visto, salvo quizá la romántica y poco interesante “Dulce Ana”. Este “primus inter pares” del cine húngaro, conservó su puesto de honor hasta la aparición y retirada prematura del genial Bela Tarr.

Luis Betrán