Para bien o para mal, la comedia es la columna vertebral del cine italiano en estos años. El neorrealismo pervivió en un momento mágico pero se cultivó en un periodo muy corto de tiempo. La comedia se ha vestido de diferentes formas y colores: la comedia sentimental (de “teléfonos blancos”) durante los últimos años del veinteno fascista, el neorrealismo rosado, en torno a los años cincuenta, la comedia retro de los años sesenta o la comedia “soliste” (relación protagonista-autor) de los años ochenta. Todas ellas con la intención pura de divertir. Cine para evadir, en principio, la comedia pasó de ser simplemente un medio para entretener a una comedia que abría las puertas a la realidad.
La fecha exacta del nacimiento de la gran comedia italiana de esta
época puede colocarse en torno a marzo de 1958, con Mario Monicelli (LA GRANDE GUERRA,I
SOLITI IGNOTI L´ARMATA BRANCALEONE, VOGLIAMO I COLONNELLI, ROMANZO POPOLARE ,
AMICI MIEI..) Justamente, coincide con estos primeros años el periodo de mayor esplendor del género: los años sesenta.
El término concreto con el que se designa es “comedia a la italiana”, nombre
inspirado por dos de las mejores películas que la filmografía italiana de este
género ha dado en toda su historia: DIVORZIO ALL´ITALIANA (1961) y SEDOTTA E
ABBANDONATA (1964) ambas de Pietro Germi. Pero, sin duda, de este director no
debemos recordar SIGNORE E SIGNORI, su película más salvaje y gráfica. Y muy
mala, creo yo.
Algunos de los actores y actrices más representativos de esta época
son Alberto Sordi, Vittorio Gassman, Ugo Tognazzi, Nino Manfredi, Marcello
Mastroianni, Monica Vitti, Sofia Loren, Gina Lollobrígida, Claudia Cardiinale….
Ellos y ellas fueron, a menudo, los
protagonistas de las películas que nacieron en aquel entonces. Tampoco hay que
olvidar a cineastas tan notables como Luigi Zampa, Luigi Comencini, Dino Risi,
Alberto Lattuada, Ettore Scola, Antonio Pietrangeli…. Ni a los guionistas Age,
Scarpelli, y otros muchos cuya importancia iguala a los cineastas.
DE 1965 A
1975
El impulso de los artistas más jóvenes, en este periodo de grandes
cambios, se refleja en el cine causando obras de gran valor muy diferentes
entre ellas que abarcan desde problemas sociales y políticos, encuadrados en la
óptica ideológica izquierdista, hasta los temas erótico-sexuales, enfrentados
en relación al cambio de mentalidad y a las distintas costumbres y tradiciones
morales, que en este periodo están en pleno desarrollo. De interesante mención,
llegados a esta etapa del cine italiano, es nombrar otra vez a Pietro. Germi
con L´IMMORALE (1967), SERAFINO (1968) ALFREDO, ALFREDO (1972), Lina
Wertmüller, realizadora que dejó una huella importante en la comedia italiana:
MIMÌ METALLURGICO FERITO NELL´ONORE (1972), FILM D´AMORE E D´ANARCHIA (1973),
TRAVOLTI DA UN INSOLITO DESTINO NELL´ACCURRO MARE D´AGOSTO (1974) que contaron,
muchas de ellas, con las magistrales interpretaciones de Mariangela Melato y
Giancarlo Giannini. En 1975, Wertmüller se ocupó de la realización de
PASQUALINO SETTEBELLEZZE, película con la que se dio a conocer al público
internacional, en particular al americano que la nominó a los Oscars.
Luis Betrán
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