miércoles, 5 de febrero de 2014

FILM IDEAL III

FILM IDEAL III

Por otra parte las críticas de Film Ideal no formaron en entramado coherente, aunque existieron siempre algunos puntos de contacto que más o menos podrían definirse como:

1º) La Naturaleza imita al Arte

El cine no debe nada a la sociedad en cuyo seno cohabita, debe juzgarse con independencia y pasando por encima del contexto social.

2º) ¡Fuera mensajes!

Se decía en una página “el que quiera mensajes que vaya a la Western Union. Nótese que no se mencionaba acudir a Correos y Telégrafos.

3º) ¡Volved a la vida primitiva!


La sociedad actual tan sofisticada acaba produciendo en su seno intelectuales que propugnan su modificación. No al coche, a la dialéctica, al imperio del intelecto. Si al caballo, los puños, el revólver y el aire de las montañas.

4º) Todo crítico es un director de cine en potencia

Seguid el ejemplo de los admirados cahieristas, inventores de la nouvelle vague (lástima que el resultado de tan aconsejable práctica no pasó de la increíble filmación de “Escala en Hi-Fi”)

5º El polvo del desierto es bello como la púrpura

Una tendencia filmidealista propugnó la excelsitud de vadear ríos, atravesar desiertos, lavarse la cara con nieve y escalar montañas.

6º) La sobriedad del actor obtendrá el amor de sus seguidores

¡Viva Randolph Scott, Gary Cooper, John Wayne, etc.!, ¡Abajo Laurence Olivier y esos horribles ingleses, por no hablar de los italianos¡. El actor es una roca a subir, o un desierto a cruzar o un río a navegar. El espectador leerá su propia aventura en los músculos petrificados del actor.

7º) Los políticos manipulan el cine

Huir de los políticos y de cualquier concomitancia entre la política y el cine. Si el general Custer fue político o no jamás interesó a Film Ideal.

8º) No al neorrealismo, al surrealismo, al realismo poético o no poético o a cualquier otro ismo no americano.


Mientras Zavattini atormentaba al mundo con El techo”, Richard Thorpe filmaba “Todos los hermanos eran valientes” (frase publicada en Film Ideal que resume una postura mejor que cualquier otro comentario)

9º) La vitalidad ante todo

No al cine de qualité. Si al placer de la aventura. ¡¡Hurras por los primitivos!!

10º) Amad el cine sobre todas las cosas

Lo que creará una solidaridad internacional alimentada por Filmotecas, cadenas de Arte y Ensayo, Cine-clubs, Festivales etc. Solidaridad que no haría excesiva la frase de aquél maldito profeta arrancándola de la realidad social para aplicarla al mundo de los soñadores del cine: “¡¡Cinéfilos de todo el mundo, uníos!!”.

Luis Betrán

FILM IDEAL (IV)

Los cinco años que transcurrieron de 1960 a 1965 fueron de auténtico monopolio para Film Ideal en las esferas cercanas a cualquier postulado de los citados anteriormente. Por su izquierda Nuestro Cine copaba el terreno y junto a él, y en cierta manera heredando el espíritu eclesial de los orígenes de la revista, la flanqueó Cinestudio, compendio de los valores éticos y estéticos que la democracia cristiana española entendía entonces aplicables al cine y que llegó a posturas más profundas pero menos espectaculares que Film Ideal. La seriedad de Nuestro Cine y Cinestudio contrastó con la alegre temeridad con que Film Ideal exponía sus teorías, temeridad no exenta de fuerte sentido apostólico que les hacia portavoces de algo que ni ellos mismos comprendían, pero estaba claro habían llegado a amar no por el camino de la razón sino el de la intuición y el sueño, aunque en muchos casos las exposiciones críticas trataran de racionalizarse a través de farragosas elucubraciones.


La evolución posterior a 1965 no fue nada halagüeña para la revista y a ello contribuyeron, aparte las consabidas disensiones internas, algunas de las siguientes causas:

1º) Los redactores de Film Ideal tenían una idea fuertemente entusiasta del cine. Este entusiasmo se aplicó a los fundamentos críticos de “Cahiers du cinéma”. El objetivo de los cahieristas era hacer cine, no comentarlo, y de una forma generalizada constituyeron el núcleo de la nouvelle vague francesa. Los críticos de Film Ideal ambicionaban lo mismo pero no lo consiguieron. La falta de talento quedó patente en cuantos intentos llevaron a cabo. Su cultura fue impuesta y con una cultura impostada se pueden rellenar páginas aunque sean trufadas de metalenguaje, pero difícilmente se puede hacer cine. Creo que el ejemplo, con resultados contrarios, seguido por sus colegas de Nuestro Cine (base del “nuevo cine español” que alguna importancia si que tuvo) acabó por desanimar a los futuros Minnellis del celuloide ibérico.

2º) Pérdida de la ilusión por el cine ante la evolución del mismo a nivel mundial, justo en sentido contrario al de sus aspiraciones. No se podía ser Peter Pan por más tiempo, y al crecer el cine a asimilar se observaba que era heredero del que ellos habían despreciado. De otro modo: el cine moderno no descendía nunca de los primitivos americanos y si arrancaba – con todas las metamorfosis que se quiera – del neorrealismo a través de de sus numerosas secuelas (realismo crítico) y de otros movimientos con las que jamás Film Ideal se había identificado.

3º) Agudización de los estilos personales de cada escritor en deterioro de la homogeneidad de la revista. Las evoluciones de algunos de ellos acabaron situándoles en las antípodas de las bases programáticas iniciales. Miguel Marías, Vicente Molina Foix, Augusto Martinez Torres y hasta José Luis Guarner (el mejor, junto a Moix) dieron con sus huesos, vía oportunismo, en Nuestro Cine.

4º) La sociedad española, o mejor dicho las capas sociales que leían Film Ideal, dejaron de sentir necesidad de las propuestas filmidealistas. El grado de politización se fue incrementando. Surgieron nuevos mitos entre la juventud a los que Film Ideal ni olía. Moría Kennedy, aparecía Che Guevara en Latinoamérica, Vietnam, Bob Dylan…..¿de que forma podía conectar todo esto con el discurso de Film Ideal?.


Cierto que en un ámbito cultural más amplio Film Ideal pudo continuar llenando una parcela, pero como publicación aislada y, muy a su pesar, testimonial. Esto resultaba insuficiente para mantener el tipo frente a una sociedad a la que por momentos entendía menos. A este respecto recuérdese la la transformación de “Cahiers du Cinéma”a partir de 1965, y como en plena ceremonia de la confusión trató de hallar su última justificación histórica con su desesperada actuación en mayo del 68, que aunque la desplazó como centro de la atención mundial de la crítica cinematográfica, le sirvió para sobrevivir, aunque bien desnaturalizada desde aquellas bellas historias que contaba diez años antes y que tanto impulsaron a los futuros “cuadernistas” españoles.

Para Film Ideal es evidente que no existió un mayo equivalente, luego su continuidad dependería de sus propios supuestos y de la evolución, muy controlada, que pudieran alcanzar desde sus primitivos postulados. Ya queda señalado que su público le abandonaba y a la revista le hacían falta botas de siete leguas para seguir el paso de la moda. Su mirando hacia atrás con amor se interpretaba como anacrónico y reaccionario. Desde luego los tiempos ya no jugaban a su favor y así las cosas, tras varias apariciones y desapariciones a cual más patética y contradictoria (se perdió la guía y no se supo ya hacia donde apuntar los tiros), terminó por hacer mutis por el foro sin pena ni gloria. Porque los despistes culturales se pagan caros y Film Ideal acabó por no saber que lugar debía ocupar. Tras la diáspora aparecieron revistas más o menos influenciadas por el filmidealismo: “Griffith” ,en vida de Film Ideal, pereció casi de inmediato y años más tarde “Dirigido por” parece contar – no es muy seguro – con un puesto bajo el sol y con no mala fortuna.


Film Ideal cumplió un papel que, con todas las insuficiencias apuntadas, parece hoy insustituible al analizar el fenómeno cinematográfico en la España de los sesenta. Nadie le podrá negar que lucho a brazo partido porque se amase a Orson Welles, Jean-Luc Godard, Howard Hawks, Alfred Hitchcok, Anthony Mann, Nicholas Ray, Jean Renoir, Roberto Rossellini, Samuel Fuller, Raoul Walsh, la comedia, el musical………;de ellos salió la “metafísica del champagne”, “los peces de colores”, los rojos de Minnelli, “el gusto por la frase barroca” (y, salvo Guarner y Moix no tenían idea de quién era Guillermo Cabrera Infante)…..Quizá eso fue todo, quizá no debió haber sido todo, pero seguramente para algunos de nosotros nos pareció suficiente…..O NO..

Luis Betrán

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