jueves, 26 de agosto de 2010

Sobre la cinefilia





Más de una vez, por escrito o en vivo y en directo, se me ha llamado provocador por defender mis gustos cinematográficos con vehemencia. Aunque no esté nada seguro de que en España haya una democracia en condiciones (fue otorgada no ganada por el pueblo), tratándose de un tema como el cine - que está todo él politizado, guste o no a los amantes de la "teoría de la puesta en escena" - creo que puedo ejercer mi derecho a refutar tal acusación sin herir sensibilidades ni por ello acabar en galeras.

La cinefilia es una adicción que puede desembocar en los efectos indeseados de la sobredosis. Hay tres categorías para mi de cinéfilos que voy a tratar de describir, dando por hecho en lo que a mi concierne que pertenezco a los enfermos de esta droga que puede llegar a ser dura.

1) El cinéfilo compulsivo.-

Es aquel cuyo espacio cultural se compone exclusivamente de a) ver películas constantemente, en cualquier formato, en salas o en casa, en el ordenador y si llegar el caso hasta en los móviles. Si escucha música será tan solo la correspondiente a los "scores" de las películas de ayer y hoy. Si lee libros, se circunscribirán a aquellos que traten de y sobre el cine y cuantas más revistas especializadas mejor. Este caballero o señora (se dan menos) no podrá tener nunca la más mínima capacidad de análisis a la hora de ver un film. Está absolutamente mediatizado, padece sobredosis y le gustarán todas, o casi, las películas que contemple, que serán infinitas.




2) El cinéfilo cahierista.-

Fidelísimos seguidores de la revista más influyente que sobre cine ha tratado, acatará sin dudarlo las reglas, órdenes y opiniones que se expresen en dicha publicación. Hasta le gustará Godard.

3) El cinéfilo no compulsivo e independiente

Evitará leer nada sobre película alguna antes de verla. Además del cine tendrá otras aficiones, culturales o no. Para él la vida no será el cine sino que éste ocupará tan solo una parcela algo y/o extensa en su acontecer cotidiano. Precisará de conocimientos suficientes en la materia, pero sus juicios de valor serán, habitualmente, los más comedidos, justos y equitativos. Rara especie, todo hay que decirlo.

En lo que a mi respecta quisiera que mi adicción fuese de este tercer nivel nada peligroso. No estoy seguro de que sea así. Lo que si tengo, desde hace muchos años y más acusado en el presente, es un matiz diferanciador respecto a lo que se considera más o menos intocable. Con lo cual infrinjo, creo, todos y cada uno de los mandamientos de la ley de Hollywood que no la de Lumiére. Al grano.



Aquí no se citan nombres que luego igual me vuelven a llamar cotilla. La primera vez que un cinéfilo me llama provocador fue en la F.N.A.C. debido al hecho de que he adquirido una película de Ingmar Bergman y me enredo en una corta discusión en la que vulnero un mandamiento: no me interesa nada o muy poco el cine de Steven Spielberg.

No me llaman provocador pero veo gente de toda edad y condición horrorizada, la primera vez que acudo a la Tertulia Perdiguer y afirmo que "La ventana indiscreta" (Rear window, 1954) me parece una película muy mala y que Alfred Hitchcock pues que ni fu ni fa. He pecado contra el primer mandamiento (Amarás a Hitchcock sobre todas las cosas) . Por tanto soy un provocador.



Como las pelis de Pixar me parecen horribles, las masas nada silenciosas (¿han visto alguna vez una de Jiri Trnka?; bueno perdón , me olvido de que hace muchos años que está muerto y que además era checo) se indignan y replican que eso no es un gusto personal sino una deliberada provocación. Veamos: estuve algo duro con "Wall E" pero trataré ahora de ser más "analítico". El argumento de la "superobramestra" consiste en chico conoce chica, chico pierde chica, chico recupera chica. Extremadamente original, sin duda. Si hay chistes no los hallé por ningún lado, me falta sentido del humor. Luego hay una guerrita de buenos y malos que pierden los....Olé, que listos. Chico y chica serán felices y comerán perdices. Si hay alguna segunda lectura necesito urgente explicación. Los graciosos muñequitos son algo así como recortables de mi infancia, los hay gorditos, los hay flacuchos, con caras de buenos, con jetas de malos.... Con mirar atentamente el cartelito de arriba se puede apreciar que son diseños que harían que nuestro paisano Pablo Gargallo, de estar vivo, se avergonzara de sus metales esculpidos. Le echaría una mano. A mi me recuerdan las chucherías y juguetitos que venden los chinos en los todo a 100.

Prefiero - antes y ahora - el cine europeo al americano. Este es el pecado original y por tanto estoy eternamente expulsado del Paraíso cinéfilo.




Mis cineastas de cabecera clásicos son Stroheim, Sternberg, Murnau, Ozu, Ophüls, Eisenstein, Dreyer, Bresson, Lubisch, Chaplin, Bergman, Wyler, Viconti, Resnais, Oliveira, Pagnol, Antonioni, Pelechian, , Welles, Rossellini, Kubrick, Paradjanov, Satyajit Ray......hay más pero no los amo tanto.

John Ford , Howard Hawks, Billy Wilder y Jean Renoir (prefiero a Duvivier) me gustan.....a veces. Raoul Walsh solo cuando hace pelis de gansters. El peplum y el spaghetti-western me parecen basura.





Los directores contemporáneos que más me interesan son Sokurov, Kaurismaki, Balabanov, Egoyan, Bela Tarr, Mendoza, Allen, los Dardenne, los rumanos, Straub, Jia Zhang-ke, Monteiro (fallecido), Rosales, Loach, Leigh, Haneke, Costa,  Pen-Ek Ratanaruang, Linklater,  Panh, Bartas, Iwai, Suwa, Davies, Angelopoulos....me dejo algunos pero muy pocos

Clint Eastwood me gusta.....a veces. David Fincher y Christopher Nolan nunca. Gus Van Sant pchss....

He aquí lo que debe ser una provocación en toda regla. Ni hablar del peluquín que pronto me encasquetaré .Es mi opinión tan válida como la cualquier otro y, desde luego, en absoluto premeditada.




Más ¡¡¡Oye patria cinéfila mi aflicción¡¡¡. Creo que es bastante dificil que algo o alguien me haga modificar ten erroneas afinidades. El postrer adjetivo que me ha sido dedicado es que "si me gustan las películas de Sokurov es que para mi el cine ha muerto". Naturalmente he respondido que sigo en mis trece y que la defección del todavía "Séptimo Arte" vendrá con films tipo "Avatar".

No me defiendo de nada y respeto todo. Lo que si soy es un polemista nato, lo que considero muy distinto a ser un provocador. Y, como no creo en el mito de la infancia feliz, no deseo en absoluto retornar a mi niñez para ver si asi lloro de emoción ante Pixar y los Superhéroes. El cine de Hollywood (ahora prefiero el de Bollywood) siempre fue "la fábrica de sueños" y manufacturó productos maravillosos para adultos con ganas de disfrutar, sin mayores complicaciones de intelecto, en una sala de cine. Lo que, traducido al esperanto, quiere decir que TAMBIEN ME HA GUSTADO Y MUCHO EL CINE AMERICANO. Eran otros tiempos. Era otra cultura. ¿Existe en 2010 alguna? ¿Son los comics de Marvel o las series de televisión con tal de que tengan el sello made in USA?
No entro en lo del fondo o la forma, ni lo de cine europeo o americano. Solo en las buenas y en las malas películas.  Ya lo he escrito antes. Lo reitero.


Luis Betrán

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