miércoles, 18 de agosto de 2010

Dossier Sacha Guitry II





Prosigo el recorrido por la filmografía de Sacha Guitry, deteniéndome únicamente en las películas suyas que he visto

LE COMEDIEN .- 1947

Dedicada a su padre (tambien actor y comediógrafo),  Guitry, en buena lógica, se nos pone sentimental que no es lo suyo. Sin ser una mala película no pertenece a sus mejores trabajos como cineasta.




LE DIABLE BOITEUX.- 1948

Primera encarnación del obispo, príncipe, político y desvergonzado Talleyrand a cargo de Sacha Guitry que escribe el guión, dirige la película y la protagoniza. Una auténtica gozada, su segunda obra maestra en orden cronológico y un éxito en todos los sentidos. La identificación actor-director- personaje es total, lo que da lugar a que Guitry derrame su talento en diálogos de doble y hasta triple sentido. Da un repaso a la ultima mitad del siglo XVIII (La Revolución, Napoleón y primera del CXX (la derrota, exilio y muerte de Napoleón, el apoyo a Luis XVIII de Borbón y la agitada, y a la vez placentera vejez del maquiavélico tantas veces ministro). Obviamente Guitry dulcifica un tanto la catadura moral  de tipejo tan traidor, listo y sinvergüenza como Talleyrand. Al fin y al cabo "el autor" es "el protagonista" y si se hubiese atenido a la verídica historia o al mordaz y despiadado retrato que de este "diablo cojuelo" redactó en Elba el mismísimo Bonaparte, se podría pensar que Guitry está haciendo un "autorretrato". Ello no importa nada en el resultado de esta brillantísima e inteligente película que, sin duda alguna, se sitúa entre lo más granado de la historia del cine francés.




LE POISON.- 1951

Realmente malvada, cruel, divertida,  esperpéntica. La tercera obra maestra de Guitry y un film tan memorable como repugnante si se va de moralista. Aquí este ruso-francés no deja literalmente títere con cabeza en una broma (yo creo que no aunque Georges Sadoul opine lo contrario) que se ensaña especialmente en el sistema judicial francés de principios de los 50. No se puede ni se debe decir una sola línea sobre su argumento, ya que esta impresionante película está por todas partes en la red e incluso ha sido editada en DVD. Guitry se reserva el prólogo, y un inconmensurable Michel Simon (mejor que en cualquiera de sus colaboraciones con Renoir) hace el resto. "Un bijou" ciertamente que recomiendo, como la que le precede (tambien editada en DVD en España) no perderse bajo ningún concepto.


La apoteosis de un estilo y el color

Las tres películas que siguen son superproducciones de época en las que Guitry usa magistralmente el color, el scope y suntuosos repartos que incluyen prácticamente a toda la nómina de estrellas del cine francés  de los 50, a cantantes como Tino Rossi,  Edith Piaf, Patachou (que no entona melodía alguna sino que interpreta en apenas 3 minutos a madame Sans-Gêne en "Napoleón") y hasta a ¡¡¡Luis Mariano¡¡¡ (asimismo en "Napoleón"). Se suma a la fastos Orson Welles. La culminación de un estilo que se revelará irrepetible.


SI VERSAILLES M'ÉTAIT CONTÉ.- 1953




Quizá la más redonda de las tres. Al igual que las otras dos el título avisa de que va. La historia de los regios, y plebeyos, que moraron en el suntuoso palacio borbónico. Ironía, bromas, poco respetuoso con la Historia y sumamente inspirado en un mundo del que es dueño y señor. Su secuencia final es sencillamente inolvidable. ¿Y a quién interpreta Monsieur Guitry?. A Luis XIV, "el rey sol". No podía ser de otra manera. Maravillosa película tambien editada en DVD en nuestro país.


NAPOLEON.- 1954




La película más ambiciosa y espectacular de S. Guitry.  Es ésta la que, como explicaba en la introducción de este dossier, perseguí durante años y ahora ya la tenemos editada en DVD con subtítulos en español. 168m. minutos en los que el director propone un acercamiento a la figura más carismática de la Historia de Francia que oscila entre la desmitificación y la hagiografía quedándose en un ambiguo término medio. Ello, y la forma en la que Guitry filma las abundantes escenas de batallas, le impide alcanzar el rango supremo de obra maestra y la estupenda ligereza de "Si Versailles m'était conté ". Guitry no sabe, ni le importa, que hacer con las continuas guerras napoleónicas. Tomemos por ejemplo: "Austerlitz". Unos cuantos cañonazos, unos extras que no llegan ni a la centena y a otra cosa. Nunca el autor se va a manchar las manos de sangre. Película irregular, extraordinariamente interesante, con algunas secuencias inmortales - el reposo y el sueño de los soldados del Emperador en un nocturno de excepcional hermosura acompañado por una triste y melancólica canción que borda Ives Montand - y que no aporta datos que no sepamos sobre Bonaparte. Pese a estas carencias, no deja de ser la mejor biopic sonora sobre el personaje (la genialidad de Abel Gance en su mítica película muda se echa de menos pero se gana en falta de ampulosidad) y Guitry está a sus anchas en la rijosidad de Napoleón,  que da lugar a chistes mil y una escena desopilante en la que Bonaparte no sabe ni quienes integran su numerosa prole ni mucho menos sus madres. El reparto incluye, una vez más, a todas las estrellas prácticamente del cine francés (alguno de ellos, como Jean Gabin casi de extra con frase) entre las que destaca Michelle Morgan en una guapísima y convincente Josefina. En contra, ni Daniel Gelin ni Raymond Pellegrin componen un Napoleón convincente. Guitry vuelve a ser el narrador y se reserva su querido Talleyrand. Suntuosidad artística y color prodigioso. Con las reservas citadas, una gran película, como yo esperaba.


SI PARIS NOUS ÉTAIT CONTÉ.- 1955




La menos lograda de la misma fórmula que las anteriores. Aquí lo que se narra es la historia de Paris desde que se llamaba Lutecia. Grandísimo reparto, narración ágil, colores espléndidos, etc. Pero el argumento y el guión flaquean y el estilo muestra signos de agotamiento. Guitry se reserva el papel de Luis XI, y el conjunto no deja de ser sumamente agradable.


ASSASSINS ET VOLEURS.- 1957

Modesta película en blanco y negro que marca ya un claro declive en Guitry que ni interpreta papel alguno y ni siquiera firma el guión. Obra muy menor, artesanal, sin que por ello estén ausentes ni la ironía ni el cinismo en un argumento al que no le falta ingenio.

Sacha Guitry nació en San Petesburgo en 1.888 y falleció en Paris en 1957. Fue acusado, sin fundamento, de colaboracionista con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. No hubo juicio alguno.

El cine de Guitry continua revalorizándose con el paso de los años. Es de justicia que así sea.


Luis Betrán



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