jueves, 16 de diciembre de 2010

Flamenco y cine....con preaviso.



El 85% de los controladores se asustan y afirman que en Navidad no abandonarán sus puestos. ¿Y el restante 15% porque no está ya expulsado, como Adán y Eva, del Paraíso Terrenal y pudriéndose en fría y húmeda mazmorra?. El P.P. monta la bronca en el Congreso. No fiarse ni de unos ni de otros. ¡¡Atención, atención!!!. Jesús va a nacer pronto como todos los años y Franco puede resucitar. ¡¡¡Dinamita, nitroglicerina, misiles, obuses para que salten en mil pedazos sus huesos y el Valle de los Caídos!!!.






El flamenco, la jondura, el pellizco, el duende, el quejío pueden erizarme los vellos. Vi en Tv a Estrella Morente despidiendo a su padre con la habanera de Carlos Cano y sentí mis ojos húmedos. Enrique Morente y Camarón: el uno ha muerto, el otro hace 10 años ya. Ninguno de los dos se contaron entre mis cantaores favoritos. Vi a Morente en la sala Luis Galve hace pocos años con una acústica espantosa; cuando cantó por soleares y fandangos acompañado por la guitarra de Vicente Amigo su poderío y su rajo me estremecieron, cuando lo hizo con instrumentos eléctricos y percusiones varias me dejó indiferente. No soporto las fusiones en la música.







Camarón fue único cerrando los ojos y arrancándose por seguiriyas, bulerías o malagueñas. Pero en sus últimos años ya no cantaba. Aullaba y la voz estaba rota. El maestro Manolo Caracol siempre dijo aquello de que el cante no se grita. En disco mis flamencos y flamencas de cabecera son er sitado don Manué (lejos de Lola Flores), Antonio Mairena (la enciclopedia del cante), José Menese,  La Niña de los Peines (le mejó de tós los tiempos como la homenajeó tambien la  Estrella) , La Paquera de Jerez (nadie superará sus bulerías), Chano Lobato.... A éste lo oí en vivo con más de 70 años. Inmenso, genial aunque cantaba tanto como hablaba. Antes de morir, Enrique Morente ya había dicho que Chano era er mejó cantaor. Tengo grabada una misa flamenca con la gran Carmen Linares (paya) y él que de religión tiene poco, pero de jondura toda. Y en el momento en que Chano se arranca con media granaina ya no hay humedad en mis ojos. lloro casi a moco tendido o palmeo fatal con las alegrías de Cádiz y las bulerías finales. En el baile me gustaron los dos Antonios (el Ruiz y el Gades) y el gran Farruco, pero nada que hacer al lado de la portentosa Carmen Amaya. Guardo entre mis tesoros un vídeo de la gitana nacida y enterrada en Cataluña en el que tipos como Chaplin, Picasso, Brenan, Stokowski aseguran no haber visto artista semejante en un escenario.






De los jóvenes de ahora están bien el Poveda y el Arcangel. Y la hija del que se ha ido creo que es la más interesante, e irregular, cantaora. En el baile jamás pude aguantar a Joaquín Cortés, pero Canales e Israel Galván son otra cosa ¿flamenco?, se parece. Y el sinvergüenza ese del Farruquito. Guitarras: de Sabicas a Paco de Lucía pasando por Habichuela, Riqueni o Tomatito. Colofón: jamás se me ocurrirá poner en duda la calidad artística de Enrique Morente o Camarón de la Isla. Amo el flamenco, pero mi conocimiento es más voluntarioso que real.







El cine español casi demonizó el flamenco con las horribles películas de las folklóricas (no todas). Poco cabe señalar. Tres films: "Embrujo" (1947), de Carlos Serrano de Osma porque es una  notable extravagancia y cantaba Manolo Caracol, "Duende y misterio del flamenco" (1952) de Edgar Neville en tanto que su autor era un apasionado de este arte único y Antonio Ruiz bailaba majestuosamente en el tajo de Ronda y, la mejor de todas, la excelente "Los tarantos" (1961) de Rovira Beleta en la que veíamos a Carmen Amaya bailando en el  desaparecido Somorrostro de Barcelona, a Gades en las Ramblas y por la muy estimable calidad de la obra. No soporto a Carlos Saura en estos menesteres. Adulterando el flamenco con sus absurdos escenarios y las luces estetizantes de Storaro.



Luis Betrán

No hay comentarios:

Publicar un comentario