viernes, 24 de diciembre de 2010

El recuerdo, el fraude y el bodrio





Muhammad Rassoulof

Sigo sin leer nada ni escuchar por radio o televisión de actos o firmas de solidaridad, protesta etc, de cineastas españoles y extranjeros (salvo franceses, no está el "ultraizquierdista" Godard entre ellos) respecto a la condena de Jafar Panahi y Muhammad Rassoulof. Enorme vergüenza para el mundo del cine y la cultura. Los directores españoles andan más indignados por la no aprobación de la Ley Sinde. Aunque la actitud de los sres. Almodóvar, Amenabar, Gutierrez Aragón, Rosales, Serra, Cuerda, Armendáriz, Medem.......me provoca náuseas y el tema es muy serio, no puedo evitar el carcajearme de la patosa y nefasta ministra que cuando le preguntaron si pensaba dimitir contestó: yo no ¿y usted?. Gran intelectual ella, que risa y que pena. ¿Y Kiarostami?



EL RECUERDO


 


Corazón de piedra (Das kalte herz, 1950),  Guión y dirección de Paul Verhoeven I

Esta película fue la primera que me dejó boquiabierto en mi infancia, a los 7 o 8 años aproximadamente. La vi en el colegio de los hermanos maristas de Gerona (perdón Girona) y el frailuco proyeccionista no tapó el objetivo en ninguna escena, al fin y al cabo era un cuento de hadas. Mi vívido recuerdo es que este film alemán me fascinó, me hipnotizó, me hizo reir y llorar y  me dio mucho miedo. Afortunadamente, gracias a manes de Internet, he podido revisarla más de 55 años despues. Me entero que está considerada película de culto y que no fui el único que experimentó las sensaciones citadas

"Corazón de piedra" es, efectivamente, un cuento pero no de hadas sino de gnomo y gigante, bueno y malo respectivamente. Y sigue siendo una obra llena de encanto, belleza, originalidad y....terror, aunque no hará falta precisar que su desenlace es de lo más feliz. Realzada por un bellísmo agfacolor y una música excepcional de Herbert Trantow, permanecen intactas en su magia secuencias como la aparición de "el hombrecillo de cristal", la caverna del Gigante Mun (o el Holandés) con sus rojos corazones palpitantes, esa Selva Negra que no acierto a descubrir si es real o decorado por el juego de luces. Y lo más sorprendente: absolutamente moderna. El dinero corrompe a las más generosas almas. Se escucha la palabra capitalismo y lo que proporciona la felicidad no es el oro sino el amor. Los trabajadores son nobles y sanos. Los caciques del villorrio malvados, despiadados y codiciosos. No es una obra maestra, y me privo, sintiéndolo, de contar su estupendo argumento. Lástima que la pareja protagonista - Lutz Moik y Hanna Rucker - carezcan del menor glamour y sean pésimos intérpretes. Que bello es vivir diría Capra, yo añado ¡¡que hermosa la celebración del recuerdo que no  traiciona!!. Estupenda peli que hace palidecer a la nula imaginación del cine de todos los días. Sea en 3D, digital y palomitero. "Corazón de piedra" es una gema inmarcesible para niños (los del presente, tengo dudas) y adultos que el "cuento" tambien da para pensar. Con 4 marcos. Y talento en gran jarra de la mejor cerveza.


EL FRAUDE






Moby Dyck 2010

Me niego a poner los nombres de director , equipo técnico, actores, etc. Nunca el penoso cine U.S.A. de los últimos, y ya largos, años, había perpetrado estafa semejante y mira que en cuestión de remakes....... Esto, por llamarla de alguna manera, no es ni una superproducción ni tampoco está hecha para la TV. Es una ¿película? barata, que dura 80 min. y la versión más raquítica, innoble y casposa de la novela de Melville. La ballena no parece tal sino delfín con joroba y dentadura de tiranosaurio que traga barcos de guerra y submarinos nucleares como si de pipas de girasol se tratase. Vuela, claro. Ambientada en moderna época, Achab no se llama Achab aunque en los títulos de crédito diga que si, no salen ni Ismael ni Quequeeg pero una pedante señorita que parece gustarle a un jovencísimo Starbuck. Al cetáteo los torpedos con cabeza nuclear ni collejas le suponen. De vez en cuando se dice una frase de la obra literaria y ya esta. O se copia el gran film de Huston. Un tormento, un horror que a lo mejor ni se estrena o lo hace en DVD. Puede suceder lo contrario y en 3D. Quién te ha visto y quién te ve, ¡oh Hollywood de pretéritos amores!. Fraude denunciable. Moby Dyck de todo a 1 euro.


EL BODRIO





Biutiful, 2010, de Alejandro González Iñarritu

A.G.A., con Guillermo Arriaga se entendieron muy bien en "Amores perros", algo peor en "21 gramos" y regularcete en "Babel". Luego pleitearon por aquello de quién era el autor real ya que las tres pelis tuvieron un considerable éxito. Así que llegó el divorcio trás ponerse a caldo mutuamente. Arriaga demostró en aquella cosa, de cuyo nombre no quieron acordarme, en la que salían la Charlize Theron y la Kim Bassinger con arruguitas, que ni las historias entrecruzadas con accidente de coche incluido siempre le salían bien. Y que no tenía ni la mas repajolera idea de hacer cine.

A.G.A., por su parte, va y nos larga el "Biutiful" escrita y dirigida por él solito y con el Javier Bardem a lo superstar. El resultado es tremebundo y malo hasta decir basta. Cuantísimo drama acumulado en la triste vida del Bardem, cáncer terminal incluido. Y cuanto quiere a sus hijitos. Todo ello en El Raval de Barcelona, con sus chulos, sus putas, sus narcos y el top manta disuelto a mandobles miles. Bardem, actor detestable, esta vez pone cara de interpretar a Edipo sin el complejo freudiano. El Santo del Raval es como Job. Dios me lo dio, Dios me lo quitó. Bendito sea su santo nombre. Al bodrio y al Javi igual le dan oscares. Ello no elevará su minusválida calidad. ¡¡¡Por Esquilo, Sófocles y Eurípides, que engendro!!!.


Luis Betrán

Felices Nochebuena y Navidad. Yo solo entiendo la dicha de tan infaustos días como Ingmar Bergman en su obra maestra "Fanny y Alexander". Sugiero a juanitotranvías un cocktail de mi invención al que he denominado champánpluf. En copa adecuada se mezclan el vino espumoso, altas dosis de arsénico y ,convenientemente trituradas hasta reducirlas a polvillo, dos cajitas enteras  con 30 comprimidos cada una de valium 10. De nada, sr. alcalde.

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