martes, 23 de febrero de 2010

DE LA POLITICA DE LOS AUTORES Y OTRAS ZARANDAJAS

La "politique des auteurs" antes y ahora




Esta "gran aportación" de Cahiers du Cinema debida a los llamados "jóvenes turcos" (Rohmer, Godard, Chabrol, Rivette, Doniol Valcroze, Truffaut......nunca Resnais que nada tuvo que ver con la "nouvelle vague") fue paralela a la otra teoría la de la "Puesta en escena" y, para bien o para mal, cambiaron para siempre la fenomenología de la crítica cinematográfica. No tengo duda alguna al respecto.. Supusieron ambas el triunfo casi definitivo de la forma sobre el fondo.


En otro texto escribiré sobre ellas, no sin dejar de afirmar mi condición de "garbanzo ngero" en la gran familia cinéfila. En un artículo aparecido hace ya meses en "El País", Carlos Heredero (director de Cahiers-España) dogmatizaba con la siguiente expresión TODOS SOMOS HIJOS DE CAHIERS DU CINEMA. Ya he escrito más de una vez que YO NO. La revista especializada que me ha interesado ha sido la antagónica POSITIF a la que estoy suscrito. Tanto una como otra publicación tuvieron sucursales españolas: FILM IDEAL Y NUESTRO CINE, tambien me referiré a ellas próximamente.


El caso es que pasan décadas y todo sigue igual. Unicamente por poner un ejemplo de la política de los autores he aquí una gloriosa frase del joven Truffaut "culaquier plano de la peor película de Raoul Walsh será siempre preferible al mejor de una de John Huston" y añade "Huston es un tipo despreciable al que como se le da mal la puesta en escena dice que prefiere amar la vida". Voilá. Los "autores" del Cahiers se los 50 y 60 eran Walsh, Hitchcock, Lang (solo el de la etapa americana), Nicholas Ray, Keaton, Welles, Preminger, Ford, Sirk, J. Tourneur, Rossellini, Mizoguchi, Becker, Renoir, Ophüls, Hawks, Boetticher y hasta André de Toth, Raffaello Matarazzo o Vittorio Cottafavi. Los "malditos" (le cinéma de papa) fueron Huston, Wilder, Wyler, Chaplin, Visconti, De Sica, Fellini, Buñuel, Kurosawa, Satyajit Ray, Gance, Autant-Lara, Delannoy, Pabst, Feyder, Germi, Pasolini, Carné, Duvivier, Clair..y tanto en los buenos como en los malos olvido a muchos. Con Bergman no terminaban de aclararse ya que, al fin y al cabo, "Un verano con Mónica" (Sommaren med Monika, 1952) y el sostenido primer plano de Harriet Anderson mirando a la cámara había sido "la revelación". A Bresson se le consideraba y a Ozu apenas se le conocía. Jean-Luc Godard era Dios.


André Bazin era respetado como fundador pero más bien su influencia era escasa. Lo curioso es que a la hora de elegir las mejores del año sí que podían aparecer películas de los anatemizados (nunca Huston, Wyler, Carné, Duvivier....). El paso del tiempo llevó a que TODOS, salvo Rohmer y Godard, terminaran por hacer "Cinema de papá". y una vez más Truffaut, poco antes de morir tan prematuramente, entonó una suerte de "mea culpa" en la fugaz revista española "Casablanca" en inolvidable entrevista que guardo como oro en paño. Allí, el director de "Los 400 golpes" (Les quatre-cents coups, 1959) citaba como los más grandes cineastas a Chaplin, Bergman y Buñuel (no mencionaba a Hitchcock) y se desahogaba con Godard llamándole "envidioso, falso, fatuo, ignorante y....hasta mala, muy mala persona"). Mayo del 68 quedaba atrás. Era el año 1980.

En el tercer milenio para que todo siga igual es preciso antes que todo cambie. La tropa cahierista sigue fiel a la "politique des auteurs" y a la "mise en scene". No hay más que leer revistas como Cahiers-España (Godard sigue siendo Dios) o "Dirigido por...". Y la cinefilia joven, y madura, mira con cautela al pasado y - como algunos dicen (Amenabar, por ejmplo) - el cine comienza con Steven Spielberg. En efecto, los autores ahora se llaman Stevie. Michael Mann, David Fincher, Paul Thomas Anderson, James Cameron, Peter Jackson, Clint Eastwood, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Jian Zhang-ke, Suwa, Pedro Costa, Apichatpong Weerasethakul, Abbas Kiarostami,, Werner Herzog (desde que hace cine en USA), David Cronenberg, David Lynch, Gus Van Sant, los Coen, M. Night Shyalaman, Pedro Almodovar, Tsai Ming Liang, Desplechin, Hou Tsiao Tsien, Almodovar, Straub-Huuillet.....Tempoco pretendo ser exhaustivo.


Hay, como siempre en la viña del señor, cahieristas listos y cahieristas torpes. Les une lo que siempre quedó atado y bien atado. Los nuevos genios - al igual que sus abuelos - no pueden hacer una película mala. Y, como no, hay cinema de papá que hoy representarían nombres como Ken Loach, Sam Mendes, Fatih Akim o Theo Angelopoulos. Se observará que en toda esta larga exposición no puede faltar (aunque se quiera ) el componente político. "Cahiers du cinéma" fue, antes y ahora, una revista de derechas aunque Godard jugara a lo contrario porque quedaba fatal en el 68, por ejemplo. Ahora dejo la palabra a Jean Luc: "todos los cineastas del mundo están al servicio del sistema incluso yo antes de mayo".


Viene esto a cuento porque se han estrenado y están an la cartelera zaragozana dos películas de las que no se puede hablar mal (aunque, insólitamente, en Cahiers-España se hayan cargado "Invictus"). Son la mencionada de Clint Eastwood y "Shutter Island" de Martin Scorsese. Ya me referi es "algunos estrenos en Zaragoza" a "Invictus" que me parece el mayor error del viejo Clint en casi dos décadas. C.E. no es diorector para hacer películas de santos sino más bien de todo lo contrario a pesar de su ideario conservador. Tambien decía que estaba maravillosamente filmada y que el personaje de Damon no existía como tal. Escucho que no es así porque Matt es el espectador. Pero hombre, si interpreta a un personaje tan histórico (aunque infintamente menos importante) como el propio Nelson Mandela.


Pero lo más sangrante procede de Scorsese y de "Shutter Island" porque ésta si estoy convencido (sin dogmas de fe, ojo) que es una mala, malísima película. Un abracadabrante dislate que confirma -como "Tetro" (Francis Ford Coppola, 2008) aunque a mi me guste a ratos - que Martin ha entrado en una montaña rusa cuesta abajo de dificil remontada. Y al notable Leonardo di Caprio creo que no le conviene seguir con Scorsese como director de cabecera. Con lo bien que estaba en "Revolutionary road" (Sam Mendes, 2008)


"Shutter island" es un feo y tedioso recicjaje de "Coredor sin retorno" (Shock corridor, 1963) de "Apocalypse now" (1979), de "Alguién voló sobre el nido del cuco" (One flew over the Cuckoo's nest, 1975), de la estética del terror "Universal" y "Hammer", del expresionismo y hasta de Lars Von Trier. Vamos que si Tarantino es un reciclador de basura cinematográfica, Scorsese se revela (y no por primera vez) como otro solo que con mejor gusto. Todo es previsible en "Shutter Island" desde la primera aparición de Leo (que está en todos los planos de la larguíiiisima obra), entrando en el "sanatorio". Pero Scorsese da más vueltas de tuerca que cien Henry James y Jack Clayton juntos y el resultado final es insoportable. Cuanta pedantería, cuantos tics de supuesto autor, que diálogos ampulosos, que cantidad de personajes que aparecen, desaparecen y vuelven a aparecer, que pijotero lío con la mujer de Leo. Actores tan excelentes como Max Von Sydow o Ben Kingsley parecen no saber lo que están interpretando. Y el propio Leo, siempre tan esforzado, repite todo su repertorio de gestos para tratar desesperadamente de sacar adelante su héroe-antihéroe. Tempestades y faros del fin del mundo. Todo dejá vu. Scorsese consigue ser aún más exagerado y granguiñolesco que Fuller (a mi "Shock corridor" nunca me pareció una de las buenas pelis de su notable realizador).


Una pesadilla ciertamente. Acaso lo peor de M.S. sino existiera "Kundun" (1997). Aguardo comentarios pero me temo que la "politique des auteurs" goza de buena salud.


Luis Betrán

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