sábado, 30 de enero de 2010

Algunos estrenos en Zaragoza y otras cosas más

Se ha muerto Salinger y resulta que El guardián entre en el centeno marcó a toda una generación que debe ser la mía más o menos. Yo leí el librito de marras a los veintitantos años y, francamente, no me sentí especialmente trastornado. Holden Caufield me pareció un perfecto tontolaba y su misterioso autor uno de tantos "bluffs" de la literatura americana. Como Updike, como Bellow (¡¡que coñazo el "Herzog" ese!!), como los "beat": Ginsberg, Kerouac, etc. Ello no implica que no haya habido en el pasado siglo, y en este, grandes escritores estadounidenses pero al tal Salinger y a su adolescente que le den...

Vamos al cine, y en concreto a algunas pelis que se han estrenado en ese arranque de 2010 y que seguro van a ser disctudidas, ensalzadas, anatemizadas, etc. Allá voy. Yo, no el cretino de Lucky.

Avatar
No me ensañaré más con esta carroña. Ni siquiera es cine. Puta barraca de feria que espero, dado su coste, se repita en poquitas ocasiones. El 3D siempre acabó en fracaso cuando la gente se hartó de la incomodidad de las gafitas. Espero que así vuelva a suceder. Cuenta con un "atractivo" adicional: los monstruos más feos que nunca he visto. ¡¡¡Harryhausen!!! mata al que los diseñó. Te imaginas en plan coña que bonito sería aplicar el 3D a otros menesteres. Vgr: contemplar La Gioconda con las antiparras. Igual le dábamos a Freud la razón en lo que se refiere a que la Mona Lisa no es otra cosa que un embellecido autoretrato del genial Leonardo. Leer Psicoanálisis del Arte del maestro y veréis como herr Sigmund llega a la conclusión de que el signore Da Vinci era algo maricona.

Invictus
A estas alturas ni a posta puede hacer Clint una mala película. Y mira que Morgan Freeman (favorcetes entre amigos que parece ser va a continuar con una biopic de Duke Ellington, acaso el mayor genio del jazz y personaje algo más afín a Eastwood que Nelson Mandela) se lo pone difícil. Como el gran resistente y mejor político dicen que le dijo que solo él podía interpretarlo, el excelente Morgan le pasa la patata caliente a su amigo y asi surge Invictus, la peor peli de C.E. en casi dos décadas. Y es que Mandela es Dios en la peli y la hagiografía siempre me ha repugnado y el pobre, rubicundo y regordete Matt Damon no tiene papel que echarse al cuerpo, porque como a San Pablo se le aparece Dios-Mandela-Freeman y se cambia de religión y de lo que sea. Hay diálogos que producen sonrojo y secuencias que C.E. nunca debió rodar y mucho rugby claro. Maravillosamente filmado y hasta con su punto de emoción aunque sin superar al partido de cricket de Lagaan (1) pero más cortito, que ya sabemos como las gastan en Bollywood. Una obra innecesaria que también le gustará al Obama. Pues no es listo ni nada el Clint, aunque no estoy seguro que el darle golosinas a Morgan sea bueno para él.

Nine
Un buen musical, sí señor, rara avis en una época en que el Hollywood de los superhéroes, el 3D y la nulidad de los guionistas ha fagocitado los grandes géneros de su dorado clasicismo. Sea el western, el cine negro, el de aventuras o... el musical. Sucede que Nine parte de Ocho y medio (Otto e mezzo, 1963), una de las grandes películas de todos los tiempos y, por supuesto, la obra cumbre de Fellini. Y también la que provoca una fractura en su filmografía de importantes consecuencias. Rob Marshall y el libretista Arthur Kopit (2) integran con suma habilidad Cinecittá en Broadway y le otorgan al film un argumento lógicamente interesante. Las coreografías están aquí mucho más logradas que en Chicago, las canciones no pasan de discretas, Daniel Day Lewis es un apabullante Fellini, Marion Cotillard una magnífica Giuletta Massina, Judi Dench puede con lo que le echen (hasta cantar). No opino del resto de las damas pero ni Pe ni Kidman dan la talla. "Il dolce Federico" puede descansar tranquilo. Hollywood no le ha mancillado su obra maestra.


A Serious Man
Cuando a los Coen les da por la comedia ¡¡¡tiembla tierra!!! Arizona Baby(1987), O Brother (2000), The Big Lebowsky (1998), The Ladykillers (2004), Intolerable Cruelty (2005)... pueden rivalizar en estulticia sino fuese porque esta indescriptible chorrada probablemente las supere a todas... en preocupante cripticismo a lo Barton Fink (1991). De hecho, Ethan y Joel no dan ni una desde The Man Who Wasn't There (2001), incluyendo la nadería con el malísimo Bardem de No Country for Old Men (2007). Tempus fugit...

En tierra hostil (The Hurt Locker)
La Bigelow yo creo que se va a hacer con el Oscar (cosa que me importaría un pito sino estuviese la nauseabunda perspectiva de que se lo diesen a su ex marido) con esta obra vigorosa, brillante, de extrema correción política y de una eficacia dramática que acaso no ha poseído ninguna película del ya algo redundante ciclo guerra iraquí. Además debería casarse con el James Gray ya que su extremado conservadurismo les une. Que felices que harían a los amantes de la "politique des auteurs". De tan halagüeña e improbable unión solo nacerían obras maestras. Yo, como regalo de bodas, me comprometo a enviarles un guión con el título de "Oh beautiful, wonderful and marvelous America". De nada.

Ricky
Decididamente monsieur Ozon es un picha fría. Las posibilidades que le brindaba una historia como la de Ricky con bebé incluído al que le salen alitas de... pollo. Pero en vez de optar por una mosntruosidad a lo Ferreri o a lo Vázquez (3), echa el freno madaleno y se queda en tierra de nadie. Ninguna peli de Ozon es mala. Todas me dejan frustrado. Grandes expectivas y resultados aptos para corazones franceses (¡¡Oh que joli mon Ricky!!!). Sergi López luce una barriga que incluso supera al Damon en Invictus. ¡¡¡Cuidado muchachos, que los gordos no van a poder ni subir a los aviones!!!

Sherlock Holmes
Sabemos de sobras que Guy Ritchie es un tipo temible. Su alianza con los renombradísimos Sherlock Holmes, el dr. Watson y sir Arthur Conan Doyle podía generar calamidades sin cuento. Aquí están ellas aunque con menos atrocidadad de lo acostumbrado. Se respetan algunas convenciones de la infinita lista de relatos del famoso detective de Baker Street. La principal, su capacidad deductiva. Watson no tiene la menor entidad por mucho que lo interprete Jude Law y la intriga ya va por los derroteros que llaman posmodernos. El malo, malísimo que quiere dominar el mundo (que novedad, ¡¡Osama Bin Laden!!), la tecnología en los cachivaches y en el Londres digitalizado, las carreras, el ruido, las hostias, gotitas de gore y otras delicatessen. ¡¡¡Atención!!!: nos amenaza S.H. 2 (o 3, 4, 5...) ya que acecha Moriarty. Qué miedo.

Chéri
¡¡Oh mi amada Michelle!!, cuanto te quiere Stephen Frears que te regala un supuesto papel bombón evocando amistades peligrosas. Lo que es pasa es que la inocua Colette no es el hijoputa del Choderlos de Laclos y el presupuesto se ha visto considerablemente mermado. Nos queda una buena película quizá, agradable, breve (¡¡gracias mr. Frears!!), con unas elipsis brutales que deben llevarse por delante más de media novela que jamás leí (la epistolar del Choderlos sí y es extraordinaria). Unas interpretaciones ajustadas, unas presencias, vestuario y paisajes que a veces me recuerdan la maravillosa pintura prerrafaelita, un horrible decorado para Maxim's y... tus ojos querida. Bagaje insuficiente para que remontes tu pachucha carrera, me temo.

Up in the Air
¿Como es posible que tú, Jason Reitman, después de la estupenda Juno (2007), nos endilgues tan insípida castaña? Toda la frescura, la originalidad, el ritmo narrativo han desaparecido como por arte de birlibirloque en cuanto has abandonado el "indi" y te has puesto al servicio de una megastar tan medianeja como el George Clooney. Este desafortunado troncho parte de una idea que le conectaría a La question humaine (2007, Nicolas Klotz), de la que viene a ser el reverso bobalicón, "hollywoodense new milenium" y -lo que es peor- más aburrida que, por poner un ejemplo, A Serious Man, que ya es decir. Creo que ya no tienes remedio Jason. El Clooney nunca lo ha tenido: ni como actor ni como director. ¡¡¡Hala, al ecologismo que es lo que mola coño!!!

Y no digo nada de Still Walking (Aruitemo, aruitemo de Hirokazu Kore-Eda, 2008) salvo que es una maravillosa película, y ya escribí aunque insuficientemente de la genial La cinta blanca (Das weisse band, Michael Haneke, 2009). Volveré sobre ella y aviso a navegantes: el Palafox anuncia carteles de Precious y Dorian Gray. Las he visto. Son dos bodrios. Afirmo.


Notas

(1) De Ashutosh Gowariker (2001). El partido de cricket que cierra este excelso Bollywood dura 1 hora o más.

(2) Arthur Kopit significó algo así como el representante americano del teatro del absurdo (Beckett, Ionesco, Adamov, Dürrenmat, Frisch, Ghelderode...) con su obra Oh Dad, Poor Dad, Mamma's Hung You in the Closet and I'm Feelin'so Sad, llevada al cine por Richard Quine en 1967 y estrenada en España con el título de ¡¡¡Intriga en el gran hotel!!! Luego se dedicó a libretista de musicales que da más dinero.

(3) Manolo Vázquez, recientemente fallecido, y genial humorista creador de las inolvidables Hermanas Gilda. Uno de sus personajes gráficos más celebrados se llamaba Angelito y era un bebé que andaba por el mundo dando saltitos en su capazo, diciendo solo "gu, gu" y provocando deliberadamente agresiones épicas a los adultos.

miércoles, 27 de enero de 2010

El retorno de Lucky

Tras larga temporada sin que en Vergerus apareciese cosa alguna, y todo ello debido a una grave avería de mi ordenata, ya sin otro particular cedo la palabra a Lucky y su peculiar lenguaje.

Ya sabéis que cuando me peta me llamo Lucky y redacto sin signos de puntuación como el personaje mudo que de pronto habla en la inmortal Esperando a Godot y becketiana obra maestra del llamado teatro del absurdo o de protesta y paradoja que me gusta más estoy claro desolado por la catástrofe de Haití pero me sorprende que poco o nada leo o escucho en tontivisión de la historia de tan desdichado país claro las humanidades hay que eliminarlas y cuanto menos sepan los jóvenes y los niños de historia mejor dado que el saber es cultura además de no ocupar lugar y la globalización al igual que el dr. Goebbels saca la pistola cuando oye esa palabra en consecuencia cuacuacua hay que decir que los responsables de que Haití fuese uno de los países mas pobres del mundo y que el seísmo lo haya dejado en nada o más bien en protectorado e estado libre asociado como Puerto Rico al imperio yanqui que es lo mejor que le puede pasar bien cierto pero tambien es verdadero porque la verdad es siempre revolucionaria porque es verdad según dijo el Carlos Marx que Francia y USA habían esquilmado a conciencia un territorio prodigo en café, caucho y otras golosinas que no iban a ser para esos negritos aunque no fuesen del áfrica tropical y cuando los gabachos se largaron con los bolsillos bien repletos los americanos del norte colocaron títeres al mando del ya entonces poco rico pais y vaya monstruos que pusieron Papa Doc y Baby Doc Duvalier acaso los más sanguinarios y ladrones tiranos que haya conocido la otra america y mira que puede exhibir listado generoso en fieras los Duvalier disponían de una policía los "tontonsmacouttes" que asesinaban y torturaban a los nativos con tanta contundencia como eficacia y los dictadores robaban a manos llenas y largaban la pasta a los bancos de la honestísima Suiza que le he hecho la putada a Polanski y que es el estado más desvergonzado del universo mundo mira tu que ni Napoleón ni Hitler invadieron tierras helvéticas pero lo mismo hacían ingleses y estadounidenses que lo contó cojunadamente el católico y de izquierdas Graham Greene en su novela Los comediantes que era un escritor comprometido de verdad y excelente por eso no le debieron dar nunca el premio Nobel como al Borges que era de derechas y no lo disimulaba y de esa gran narración del Haití de Papa Doc el muy mediocre cineasta británico Peter Glenville hizo una estupenda peli de igual titulo en 1967 con la Elizabeth Taylor el Burton el Alec Guinnes que estaba de oscar como casi siempre y el Peter Ustinov y aun con tantas estrellas el filme no se estrenó jamás en España pero está en dvd para quien quiera degustarlo y antes del Greene y el Glenville el cubano Alejo Carpentier dedicó en 1948 una extraordinaria novela como todas las suyas porque sabía escribir y era cultisímo no como el realista tropical ese de Garcia Marquez que es un fraude casi tan grande como el Godard y se llamaba El reino de este mundo y es lo mas bello que uno haya leido sobre el Haití de nuestros pesares pobre gente y en nuestra amada Celtiberia me topo en El País con un chiste del mejor cronista sociopolítico que no es otro que El Roto y que dibuja a un señor entrado en años que medita "a partir de cierta edad ya solo es posible creer en lo que no existe" aforismo digno de Cioran y que me describe como a otros muchos que tío y ahora me voy al deporte y me da pena que el Nadal me temo que ya no va a volver a ser nunca el Rafa y que el Cristiano sigue tan chulo y gilipollas como acostumbra y que nos jodan con la idiotez esa del tranvía cuacua y que sigo hasta los reverendos de las biciclostias y eso que como bien sabemos son para el verano y que ya conté que se murió el Rohmer pero no la Jean Simmons gran actriz y mujer adorable a quien amé en Ellos y ellas en Cara de ángel en Con los ojos cerrados en Buscando al señor Goodbar y que estuvo casada con el Stewart Granger y el Richard Brooks que eran buena gente del cine que de personas vaya usted a saber y he visto un horror de los Coen joder que racha llevan que se llama a serious man aunque en la galería de los horrores no pueda compararse con avatar que ni siquiera es cine sino malos trucos de magia circense con monstruitos que avergonzarían al gran Ray Harryhausen y que como en el cine no americano hay cosas grandiosas está en el Eliseos La cinta blanca del Haneke bien dobladita ella y con infame proyección pero lo del austríaco es una obra maestra para la eternidad del cine y se mantiene porque la Puyó le dio en el heraldo las 5 estrellas y Lucky se va a callar pero no antes de denunciar que en la más bien espantosa revista especializada para cinefilos Dirigido por... en su número 396 de enero de 2010 el señor Alejandro G. Calvo en la página 63 en su texto sobre el Festival de Gijón cua escribe lo siguiente la pivellina aun dando lo mejor de si misma podría pasar únicamente por una pelicula confortable pero insuficiente carne de cañon para las aburridas salas que ofrecen cine en vo en nuestro país que les parece todo un crítico de cine de publicación sólo apta para los que pensamos que el cine solo se debe ver en vo pues no ha de ser doblado porque sino es tedioso que vergüenza no asustarse la revistucha es todavía peor que cahiers-españa que ya es decir y Lucky ya se despide no sin llorar la perdida durante el estropicio del ordenador de la lista de los votos chipre cosa con la que se divierte un horror y que espera que sus compañeros y sin embargo amigos Agus o Toni se la restauren pronto porque si no lo hacen Lucky se va a cabrear y va a tomar medidas contra los mentados no ya draconianas sino de violentisimo gore volvere a atacar de nuevo y mueran que ya lo están JRRTolkien y HPLovecraft

Lucky o Luis Betrán o Vergerus

martes, 12 de enero de 2010

Eric Rohmer: Adiós amigo

Nunca fui amigo de Eric Rohmer. Jamás le conocí ni cené con él. Solo vi sus películas. Todas, creo, salvo algún que otro cortometraje. Tampoco he profesado un especial amor a la "nouvelle vague", ni creo que fuese un "movimiento" que cambiara el cine como sí lo fue el neorrealismo. Pero hoy no quiero escribir de eso porque me conozco y se que mis dedos no obedecerán las ordenes que dicten mis neuronas e, inevitablemente, saldrá el nombre de Godard y descargaré toda mi artillería pesada sobre el Zeus omnipotente de Cahiers du cinéma, a quién me permito detestar por más que Carlos Heredero escribiese en El País que todos somos hijos de la más famosa revista de cine. Y como sucede que en todas las familias numerosas hay un garbanzo negro, yo me autodeclaro leguminosa dura y si de algo o alguien soy hijo es, evidentemente, de mis fallecidos padres. Y si de cine hablamos, acaso de Positif pero sobre todo de la Independencia.

No. Quiero redactar algo sobre Eric Rohmer que es el que se ha muerto. Y si titulo este texto como "au revoir mon ami", es porque me fui haciendo amigo cinéfilo de E.R. que ni se llamaba Eric ni se apellidaba Rohmer (1). Pero no era un tramposo y siempre fue fiel -no me olvidaré de sus escasos devaneos con la alta cultura- a si mismo, a su estilo y a su cosmovisión aparentemente ligera, llena de "politesse" (cortesía), de "charme" (encanto), pero ayuna de la cursilería que tanto ha edulcurado -antes y ahora- el cine francés. Las aparentemente ligeras historietas de este cineasta distinto a todos me fueron conquistando poco a poco. Así que le estreché la mano -cinéfilamente hablando repito- en su serie de Comedias y Proverbios, se la pasé por el hombro ya amistosamente en sus Cuentos de las 4 estaciones y me despedí de él con un abrazo en el Romance de Astrea y Celadon. No habrá más películas de Rohmer -como le dijo Wyler a Wilder en el sepelio del irrepetible Lubitsch- más al igual que herr Ernst, monsieur Eric se lleva su secreto a la tumba porque tampoco habrá otro Rohmer por más que se intente.

Mi intermitente idilio con E.R. comenzó con otros cuentos: "los morales" y, especialmente, con Ma nuit chez Maud (1969) que ví en el cine Elíseos cuando era Sala de Arte y Ensayo hace un montón de años, que la habré revisado al menos tres veces y que todavía la sigo considerando la única obra maestra en el "corpus" rohmeriano. Puro subjetivismo, dado que me aburrí mucho con Le genou de Claire (1971) y mi tedio no se ha alegrado con los años. ¡¡Pero hombre!!, si esa película con el obseso voyeur que interpretaba Jean Claude Brialy rebosa sutileza, diálogos de fina ironía y Aurora Cornu, con su inenarrable francés de fuerte acento rumano era una presencia potentísima. Sencillo: a cada uno su Rohmer y que sea feliz con el que más disfrute dado que se parecen los unos a los otros como las gotas de agua. Nuestro hombre, como tantos, hizo siempre la misma película, salvo contadas ocasiones que no obviaremos.

Ma nuit chez Maud me cautivó por sus brillantísimos diálogos, por su original asunto religioso visto desde una perspectiva racionalista, y por... Françoise Fabian, realmente inconmensurable en esta película. No era el primero de "les six contes moreaux", pero sí el mejor aunque aprecie Le signe du lion (1959, que ni es cuento ni es moral pero como si lo fuese), La carrière de Suzanne (1963), La boulangère de Monceau (1963), no tanto La collectionneusse (1967) y ya me he referido a mis problemas con la dichosa rodilla de la insulsa Clara. Por el contrario, el último de la serie L'amour l'aprés-midi (1972) me encanta y, aunque lejos de la complejidad de Maud, anuncia el Rohmer venidero. Ese cineasta eternamente fresco y joven, siempre igual a si mismo, tejiendo su particular "comedie humaine" sin la acritud ni la profundidad de Monsieur Honoré de Balzac, naturalmente, pero sin pretenderlo en absoluto. Porque sus películas siempre parecieron pequeñas y livianas. Craso error. Estaba permitido asomarse al exterior.

Antes de embarcarse en su segunda serie y estimulado por una crítica que había adorado a Maud y a Claire, nuestro hombre quiso demostrar que él era casi tan culto como Godard (en Positif jamás creyeron que Jean-Luc hubiese leído libro alguno, sino que los utilizaba con profusión al estilo de los políticos cuando les da por citas ilustres que llevan apuntadas en un cuadernillo de "chuletas") y se metió en camisa de once varas con resultados opuestos. Si Die Marquise von O (1976) le quedó plomiza, acartonada (no lo afirmo con seguridad; hace muchos años que no la veo) y petrificó el maravilloso texto de Heinrich Von Kleist, Perceval le Gallois (1978) fue/es una preciosa miniatura poco reconocida e injustamente olvidada. Una rareza en autor tan poco dado a extravagancias. Nada que ver con estos escarceos literarios, La femme de l'aviateur (1980) fue un brillante estrambote a los cuentos morales y los hay (yo no) que todavía la consideran la peli más significativa del gran director.

De las "comedias y proverbios" me quedo, sin duda, con la deliciosa Pauline á la plage (1983) la película de Rohmer que más me ha divertido y divierte. Hay que ver esa chica cómo se burla de los varones que la cortejan. Casi parece una obra feminista por lo lista que es ella y lo tontos que son ellos. No olvidemos que en el cine de Rohmer las mujeres son siempre más pillas, trapisondistas y embaucadoras que los varones. Eric era un tanto misógino y bastante conservador, no nos engañemos. No me gustan nada Le rayon vert (1986) ni la extremadamente bobalicona Quatre aventures de Rainette et Mirabelle (1987) en la que surgía impetuosa -por primera y única vez- la francesada: una de las dos chicas enseñaba a la otra el entorno de su casita de campo y la susodicha exclamaba "¡¡¡Oh, la campagne, les fleurs!!!" cuando lo que veíamos era una birria de paisaje con arbustitos y florecillas de tres al cuarto. ¡¡¡Ah, Chauvin, Chauvin, cuantos pecados se cometen en tu nombre aunque este fuese venial!!!

De los "Cuentos" me quedo con el de otoño (Conte d'automne, 1998) y con la señora enóloga que oficia de casamentera con cualquier amiga que se ponga a tiro. ¡¡Vaya tipa!! No quisiera encontrármela, yo que he abrazado la soltería hasta (espero) el resto de mis días. Conste que les contes de printemps (1990), d'été (1996) et d'hiver (1992), l'ami de mon amie (1987)... son sabrosas e intercambiables según pareceres.

Rohmer ya era bastante mayorcito cuando volvió a la "qualité" y casi le creimos senil. Fue en el nuevo milenio con, quizá, sus dos peores películas: L'Anglaise et le duc (2000) y Triple agent (2004). Parecía que se despistaba en asuntos que nada tenían que ver con el personalísimo y juvenil cine que había sido su marca de fábrica (¡¡la política, mon Dieu!!). "L'usine Rohmer", lo único de la nombradísima vague que sí que fue nuevo y distinto junto al zigzagueante itinerario de Godard (¡¡¡he dicho que no le nombraría, mecachis!!!), con la distancia notable que va de lo pedante a lo modesto, de lo falso a lo cierto. Chabrol, Truffaut, incluso Rivette (2) terminaron haciendo cine clásico y hasta "Cinéma de papa". ¿Le iba a suceder lo mismo a mi amigo en sus obras postreras? Brrr...

Y entonces va el de Nancy y se marca una larga cambiada con la adorable Les amours d'Astrée et Celadon (2007) y da la vuelta al ruedo con otro romance medieval (siempre le gustaron, Perceval es Chretien de Troyes) vestido con ropajes de guardorropía teatral pero... con la misma muchachada de siempre. Astrée le toma el pelo al pobre Celadon cuantas veces quiere y con quién hemos estado tratando en esta despedida "en beauté" son los "mismos perros con distintos collares" (perdón por tan fea frase) y sus enredos los conocíamos desde las Comedias y proverbios e incluso antes. Esta bellísima película no siempre fue entendida. Algunos la tomaron por flojita y propia de quién ya tiene 87 años. Miren por donde: discrepo. Pertenece a lo más selecto de su exquisita cosecha.

Rohmer se fue y bien que lo siento. Con sus lógicos altibajos, era/es uno de los grandes del cine europeo (y francés, por supuesto). Y con etiqueta propia y denominación de origen. Desolé.

Bon voyage, mon ami


Notas

(1) Su nombre verdadero era Maurice Scherer.

(2) No incluir jamás en la "nouvelle vague" al genial Alain Resnais. Nada tuvo que ver con ella salvo una coincidencia temporal. Es el que comparte la soledad (88 años) con el sublime poeta luso (100 años) Manoel de Oliveira.

domingo, 3 de enero de 2010

Cine en la Universidad 2009 I

Gran cine en la Universidad
Como todos los años el Aula de Cine de la Universidad de Zaragoza (y en 2009 en el mismísimo Paraninfo) se han programado los habituales ciclos preparados por el infatigable Toni Alarcón, máximo valedor en estos momentos del cine en circuitos alternativos de Zaragoza, y a quién debo un post especial en Vergerus ya que sin su ayuda no existiría. Me limito a describir lo que más me interesó en 2009, no sin dejar de lamentar que las proyecciones ya no se lleven a cabo en la Sala María Moliner, lugar donde veíamos el cine mucho mejor que en el citado Paraninfo.


1) Ciclo de cine filipino contemporáneo
El gran cine asiático llega a las pantallas de Zaragoza con cuentagotas, como el europeo. Aquí, y en infinitas ciudades del universo mundo, no llega más que cine del Imperio (con aportaciones del producto nacional), que es lo que más se oferta y se demanda. Lástima que Hollywood no esté viviendo precisamente los mejores años de su procelosa historia. Pero nada podemos hacer contra este estado de cosas. El que manda manda y a mi ya comienza a extrañarme que en sus múltiples colonias -como España- no celebremos el Día de Acción de Gracias con pavo incluído. Ya llevamos años conmemorando Halloween y seguimos con los Reyes Magos y el Día de Todos los Santos. Seremos antiguos. A ver si el Tio Sam se enfada y prepara "Avatar 2".

Toni nos ha mostrado ya desde el cine indio de Bollywood hasta el que hacen en Tailandia, pasando por Japón, China o Corea del Sur. En 2009 le tocó el cine filipino que, en los últimos años, parece ser la vanguardia de Oriente. En principio yo solo había oído hablar de Lino Brocka (1939-1991), presencia habitual en los festivales finematográficos de los 70 y los 80. Pero ha surgido una nueva ola que rueda con intensidad, urgencia, empleando frecuentemente la cámara al hombro y con propuestas radicales en ocasiones no bien digeridas por todo el público. Encontramos así a directores como Lav Diaz (1958), Jeffrey Jeturian (1959), Brillante Mendoza (1960), Auraeus Solito (1969), Khvan de la Cruz (1973), Adolfo Alix Jr. (1978) o Raya Martin (1984). Persiste la temática homosexual, presente en Mendoza en ocasiones, sin duda el cineasta filipino más consagrado y uno de los verdaderamente grandes del actual cine asiático. Por otro lado los hay con intenciones más vanguardistas y experimentales, sobre todo el jovencísimo Martin, que realizó su primer largo con apenas veinte años, y Diaz (1), quien ha llevado a cabo filmes con una duración de hasta nueves horas (ver Cinegoza, http://cinegoza.blogspot.com/2009/04/ciclo-cine-filipino-conteamporaneo-en.html).

El masajista (Masahista, 2005) de Brillante Mendoza
Acaso no la mejor película que he visto de este gran director -Tirador (2007), Foster Child (2008), Service (2008)...- pero buen exponente del universo miserabilista, algo escatológico, sin redenciones posibles de este cronista de una Manila abigarrada y poco cordial. Aquí se añade el componente homosexual menos presente en el resto de las pelis que conozo del brillante Brillante. Aguardamos Kitanay con expectación, ¿dónde?

La recaudadora de apuestas (Kubradur, 2006) de Jeffrey Jeturian
Magnífica película neorrealista con la gran Gina Parreño de protagonista, suerte de Anna Magnani tagala salvando considerables distancias (de peso incluídas). En mi opinión, lo mejor de este ciclo. Además aprendimos la singular manera de apostar en Filipinas y que 1, 2, 3,... se dice en español y a partir de 100 en inglés. Curiosos restos de colianialismos pasados. Jeturian se distancia del dramatismo intrínseco a la historia con un tono que roza la comedia en ocasiones y con un pulso narrativo de primer orden. "Mamma Roma" en Manila (sin Bach).

Autohystoria (2007), de Raya Martin
Mira que Toni es atrevido. Ya avisó en su presentación de esta experimental película que comprendería perfectamente a los que abandonasen la sala. Eso se llama "seny" que dicen los catalanes. La cosa no fue para menos en tanto que la peli del vanguardista Raya Martin consta de unos 3 o cuatro planos secuencia, carece de díálogos, es en blanco negro más bien suciete y no cuenta absolutamente nada. Toni afirma, y yo estoy de acuerdo, que es el espectador el que tiene que poner por su cuenta la historia como bien indica el título. En estas circunstancias, no caben términos medios. O te largas o te quedas y si haces lo segundo será por algo. Nuevamente estoy con Toni; Autohystoria me produce la misma extraña fascinación que, por ejemplo, Tropical Malady (2004) de Apichatpong Weerasethakul. Una experiencia sensorial a la que me adhiero.


2) Ciclo de cine rumano contemporáneo
Desde 4 meses, 3 semanas, 2 días (4 luni, 3 septimâni si 2 zile, Cristian Mungiu, 2007), galardonado con la Palma de Oro del Festival de Cannes o la Mejor Película en los Premios del Cine Europeo, ambos en 2007, y que incluso fue estrenada en Zaragoza, el cine rumano nos ha ido dejando perlas como, La muerte del señor Lazarescu (Moartea domnului Lazarescu, Cristi Puiu, 2005), California Dreamin’ (Nesfârsit, Cristian Nemescu, 2007) o 12:08 Al este de Bucarest (A fost sau na fost?, Corneliu Porumboiu, 2006). Y la cosa continúa, pudiéndose ya afirmar que esta cinematografía de escasísima producción, bajos presupuestos y apoyada -como no- desde Francia, es una de las más interesantes de Europa. Aunque esté destinada a ser lo que en Cahiers-España llaman acertadamente "cine invisible". Rumanía, como Filipinas, también tuvo su cineasta clásico habitual en los Festivales Cinematográficos de hace 20 años: Lucian Pintilie, al que se podría añadir Mircea Muresan del que nunca más se supo desde 1980 (ver Cinegoza, http://cinegoza.blogspot.com/2009/05/ciclo-cine-rumano-contemporaneo-en-el.html).

Del ciclo de la Universidad destacaría La mercancía y la pasta (2001) de Cristi Puiu, Filantrópica (2002) de Nae Caranfil, y Occidente (2002) de Cristian Mungiu, en tanto me decepcionó Niki y Flo (2003) de Lucian Pintilie. Ninguna de estas películas es sobresaliente, pero las tres primeras son muestras notables de un cine que habría de eclosionar a partir de 2005 con las obras anteriormente citadas. Respecto al film de Pintilie es una obra muy menor de un gran director al que conviene revisar urgentemente. Obviamente el gran cine rumano que hoy conocemos ha sido posible a partir de la caída del aberrante régimen dictatorial de Nicolae Ceaucescu, el Stalin de Rumania


Notas

(1) De Lav Díaz he podido ver sus elefantiásicas Dead in the Land of Encantos (2007) y Melancolía (2009). Ambas extraordinarias, cercanas a la obra maestra, pero rigurosamnte invisibles de no ser en dvd o vivir en París. Problemas de duración (sobre las 9 horas la primera, unas seis y pico la segunda).

sábado, 2 de enero de 2010

Lucky

Hoy me llamo Lucky (1) y no Luis y como tal hablo como Lucky sin signos de puntuación porque estoy de talante surrealista y me he levantado a las 5:30 y no porque haya pasado mala noche sino porque bebí copiosamente en la comida de año nuevo y cuando llegué a mi casa sobre las 19 horas quedeme cual marmota hasta la hora de maitines joder que pesado es el niño jesús con eso de nacer todos los años porque ahora que ya pasó el ecuador mí y Manitú estar de navideñas fiestas hasta los reverendos porque estoy seguro de que cuando manolito vino al mundo en vez de decir gu gu gu como el monstruo de vázquez dijo comed comed y eso que a mi la gula me parece el mas sano de los llamados pecados capitales ya que amo el buen yantar el alcohol y por supuesto el tabaco y estoy harto de prohibiciones en los informativos de la mierdavision y por eso me gustan tambien los coches y no esa cosa tan primitiva de las biciclostias y como pago el impuesto de circulación sacaré mi coche a pasear por las calles de zaraconejos cuantas veces me pete y como estoy cojo pues más y me dicen insufribles galenos que tengo que perder 25 kilos para poder caminar sin gayata y sin que mi rodilla derecha entone el do de pecho de la donna e mobile que si que lo es vaya que si aunque las feministas vindicativas no sean móviles sino inmóviles y no va de misoginia sino de que el hombre y la mujer somos distintos porque sino vaya rollo casi tanto como el avatar ese que espero alguién me sepa explicar sus múltiples cualidades que deben soprepasar a las del colacao que como saben hercherchafsen y chufchufchausen es desayuno y merienda y sabe mejor que la puta leche que me la bebo desnatada y aún así me deja un posgusto que nada tiene que ver con el del vegasiciclia que nunca caté y recibo un correo del gran Santiago García Calvo y me dice que quiere escribir en mi blog como no pero mi ordenador esta crucificado y por la cuarta palabra y como no resucite al tercer dia que ya no tengo emule y no se si mi correo funciona aunque yo envio cosas con optimismo histórico como los buenos marxistas hoy tan de moda como el gran cine la gran literatura el gran teatro o las grandes bellasartes que yo estuve en el vaticano y no para ver al papa cosa que me importa un carajo sino la capilla sixtina que ciertamente es bella pero no alcanza en su esplendor a los comics de marvel las pelis de tarantino pixar o el avatar ese claro que no que tu eres viejo y no entiendes a la juventud divino tesoro aunque sabes que son mas buenos que los pitecantropos burgueses y viejos como tu llenos de manías y algunos de envidias que es el peor de los pecados capitales y para eso leer Abel Sánchez de Unamuno que explica mejor que nadie lo que es el cainismo español y yo añado el aragonés que no es manco y el zaragoza se va a segunda gracias la institución y yo llevo varios dias tratando de terminar lo de la filmoteca pero como mi ordeñador esta comatoso pues no hay manera y pita más de lo que uno que nunca ha pitado en un cine lo hubiese hecho cuando vio avatar claro y donde vas con mantón de manila cuacuacua y al que le guste el avatar ese a ver si me lo sabe explicar cuacua que hasta ahora no y la carretera del cormack es una mierda como todas las novelas de cienciaficción género que uno solo admite en audiovisual o sea en cine y en una pelicula llamada 2001 y algunas otras cosejas con simios tarántulas hormigas monstruos verdes en blanco y negro y sanseacabó y el ordeñador que no va a dar más leche porque la leche es muy mala que lo bueno es el vino que es lo que tendrían que tener en las ubres las vacas en vez de ese apestoso blancuzco líquido que lleva calcio y hay que tomarlo como las horribles acelgas borrajas cardos espinacas judías verdes coles habas lechuga y demas manjares tan sanos como insípidos y es que todo lo bueno de la vida sienta mal es pecado y engorda como bien dicen los puritanos y los americanos que ahora son los que mandan y que sigan aunque hagan barbaridades porque a mi los amarillos me dan mucho miedo tanto como que haya más avatares o moñacos de pixar y se ha muerto pobre el Iván Zulueta y lo siento claro que si pero arrebato era una mierda producto de un chute mal asimilado y detrás de la aún mas espantosa un dos tres al escondite inglés que me barrió del cine como hace poco el parnasus estaba el autor de culto y no el borau que me cae fatal desde que preside la sgae y firmaba la peli que vi y no vi en el cine avenida creo yo y ya basta de rollo y feliz año que es muy original y colorin colorado este cuento de hoy se ha acabado y por Alá muerte a los talibanes


Notas

(1) Dedicado al genial escritor del pesimismo y del humor Samuel Beckett que le dieron el Premio Nobel y mandó a los reyes de Suecia como Bergman a Jacques Chirac y Lucky que es mudo es un personaje de Esperando a Godot genial sanctasantorum del teatro del absurdo y que solo habla una vez en la obra y lo hace jadeando y sin signos de puntuación en el texto como Molly en el Ulises de Joyce pero menos rato.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Lo mejor de 2009 III. Más de la Filmoteca

La Filmoteca también programó ciclos a Henry Hathaway (no conozco una sola peli de este señor que me parezca excelente), Agnes Varda y Jacques Demy, cine francés, cine italiano, el inevitable a Buñuel... En fin, un variado panorama el que ofreció en 2009 nada desdeñable. Quizá, por tratarse de un cineasta bastante olvidado y cuestionado, termino estos dos capítulos dedicados a la Filmo con una semblanza del autor de Los paraguas de Cherburgo.


Jacques Demy. El humilde cantor de Nantes

La nouvelle vague –que si de algo no carecía era de una peculiar autoestima histórica– tenía, o creía tener, su Baudelaire o su Rimbaud (¡¡qué valor!!). Le faltaba un Perrault y en ello vino a parar Jacques Demy, a quien en razón de su rol siempre se juzgó con benevolencia. Quédense los duros análisis para los cuestionadores de mundanas filmografías, pero aplíquese al Flautista de Hamelin una crítica acorde a la intención de su prédica. Y sin embargo, este sentimental cuentista descendía de un mundo de adultos bien amado por la inteligencia de no demasiado tiempo atrás. Imposible pensar que Demy no naciera en alguna "petite ville" de las cantadas por René Clair y otros maestros de la bonhomía, o que su caldo de cultivo no fuera otro que el Ricard bebido por algún Raymond Bussieres sobre el mostrador metálico de alguna taberna, eje de la vida social en films de Le Chanois o Boyer.

Jacques Demy desarrolló en tiempo hábil de hora y media, las historias de amor entre parejitas provincianas que ponían una nota tan poética como secundaria en los films "sobre la provincia" que pródigamente se hicieron en Francia "aprés la guerre". Una inabarcable Marsella puebla las maravillosas películas de Marcel Pagnol (1), habitada por inimitables seres humanos que no encontraron relevo. Pero queda dicho que trás las historias "des grands paysans", el genial Raimu de la trilogía o del panadero –aquí citado sin su mujer-, había una juvenil pareja que era el contrapunto de los héroes pueblerinos. No tuvo mayor importancia que la de oir y ver como se acababa en ellos de cumplir todas las admoniciones que sus mayores querían proponer. Demy continuó en la provincia –abandonando eso si cualquier asomo rural- porque la nouvelle vague era muy urbana y aún muy parisina, y como cualquier político desconocía el mundo de las lechugas por lo que la juvenil pareja alcanzó el rango de protagonista. No variaron demasiado los puntos de mira que hacían de la Angéle (2) de Pagnol un sueño sobre una inalcanzada Madame Bovary –otra insigne provinciana– porque las damas equivalentes que habitaron Nantes, Cherburgo o Rochefort soñaban las mismas cosas, y Demy, tutor supremo, no revolucionaba semejantes personajes, por otra parte casi tan eternos como el recuerdo merovingio.

Así las cosas, nuestro hombre, frente a Godard, Rivette, Truffaut o Chabrol, representaba una nota exótica, aceptada por cursi y sentimental, pero a quién la palabra de la "crítica de la razón pura" (Kant) podría angostar su talento. Jacques Demy colocó junto al nihilismo de Poiccard (3) las grandes esperanzas de Lola (4), la que recurría a las oraciones a Dios y al Diablo para alcanzar metas personales bien distintas a los habituales protagonistas de las películas de la nouvelle vague.

A un mundo heredado filmicamente, Demy aplicó su vocación de estilista centroeuropeo como demostraba a las claras la dedicatoria de Lola, y, sobre todo, la voluntad de tejer y destejer las vidas de sus criaturas alrededor de un tronco común, en un calidoscopio vital sostenido por el alma mater de la trama: Nantes y su puerto, un poco a la manera de como Demy suponía que trabajaba Max Ophüls, el homenajeado. Lola era una caravana de hombres que iba y venía hasta y desde una única mujer, cumbre y resumen del universo femenino, compuesta como la Santísima Trinidad, por tres personas que la representaban en tres épocas distintas pero que no eran sino la triple versión de una sola, o por mejor decir de una idea sobre la mujer. Como Lola, versión del director, era la historia de una desbandada hacia todos los puntos del planeta; unos años después náufragos de Nantes recalarían en Cherburgo, Rochefort y hasta en USA (Model Shop). Unos porque el propio personaje físicamente –como el de Marc Michel– regresaban de ganar fortuna, otros porque teniendo como origen la idea que había materializado la ficción de Lola como resumen de varios personajes que se podían trasplantar, vía emigración, a otro lugar. Y es que Jacques Demy podía decir con toda la razón que adonde fuese Lola él iba con ella. Y en una edad o en otra, bien en su corporeidad real o como trasunto simbólico, alguna Lola aparecía siempre en su obra.

No falta en Los paraguas de Cherburgo, donde los personajes femeninos siguen los del film de Nantes con conmovedora fidelidad. Este "musical" supuso la apoteosis de la esencia de Demy, su mundo se potenció a si mismo, se decantó hacia la sencillez de la historia. O sea, que descendió de los barroquismos de Lola pero se cerró en si mismo y su microcosmos sentimental se elevó a lo absoluto. Tras los amores encontrados y perdidos tan alternativamente como se quiera, Demy, como feriante del cuento, trasladó su troupe a USA (5) casi con las mismas miras con las que Tarzán iba a Nueva York cuando intuía que la selva le quedaba pequeña. Su historia en América fue más triste, más cansada, y Demy parecía haber perdido la brújula que señalaba los viejos "bistrots" franceses o los bailes del 18 de julio. En la tierra de los drive-in o de los hot-dogs Lola vivió un periplo ni triste ni alegre, algo desencantada y como a la defensiva. De hecho parecía tocada del ala y el poder de la resurrección estaba reservado (con paupérrimos resultados, todo hay que decirlo) a su colega Antoine Doinel, nuevo Lázaro del cine francés. Retornando a Europa, con su emblemático personaje gastado, y él mismo sin hálito para contar nuevas historias y ni siquiera la misma. Demy entonces se refugiaría en su última vocación: la de ser literalmente Flautista de Hamelin (The Pied Piper, 1971) y Piel de asno (Peau d’âne, 1970). Infumables ambas.

Aunque parezca mentira después de esta ominosa decadencia, restaba lo mejor de su obra. Antes de su prematura muerte en 1990 y con tan solo 59 años, el hombre de Nantes se iba a reencontrar consigo mismo pero en otros escenarios y con otras historias. Une chambre en ville (1982), sin Lolas por medio, y sí con huelgas y enfrentamientos entre proletarios y gendarmes represores, iba a ser su mejor película. Su "obra maestra cantada". Una magnífica cinta que por sí sola valía lo que todas las Lolas, paraguas, shops y demoiselles juntas. Asombroso. Es denigrante que esta maravilla, a la que siguió un buen divertimento también cantado en complicidad con Ives Montand (Trois places pour le 26, 1988), permanezca olvidada, y cuando se mencione a Demy (cosa poco probable en nuestros días) sea siempre a propósito de los dichosos paraguas (que, a mi, bien que me gustaron).

Su esposa, la siempre enamorada e inteligente Agnés Varda, le dedicó un hermoso epitafio titulado Jacquot de Nantes. Y es que, sin menospreciar "lolas ni paraguas", Demy bien lo merecía por Une chambre en ville y por la insólita –en su universo– y aún más preterida La bahía de los Ángeles (6). Bien vendría un retorno a Nantes, la ciudad lluviosa como cantaba la extraordinaria Barbara (7).


Notas

(1) Marcel Pagnol (1895-1974). Dramaturgo y cineasta marsellés. En tanto que director cinematográfico, que es lo que aquí nos interesa, cabe calificar su obra de magistral. Sin duda uno de los cinco realizadores MAYORES de la historia del cine francés. Hoy es objeto de veneración en su país, pero también en las aficiones de los cinéfilos norteamericanos, por ejemplo. No es para menos. Su trilogía marsellesa compuesta por Marius, Fanny y Cesar es un monumento, acaso igualado pero no superado, en la historia del cine galo. Pero es que el resto de su obra contiene films como Tartarin de Tarascon, Angèle, Topaze, Le schpountz, Merlusse, La fille du puisatier, Manon des sources, Ugolin, La femme du boulanger... de una calidad deslumbrante. En España no pasa de ser un ilustre desconocido, por lo que sería hora de que las filmotecas o lugares alternativos de proyección de películas se ocuparan de este gigante. Confieso que mi devoción por Pagnol es cosa de menos de diez años, cuando conseguí adquirir en Toulouse varios DVD con sus películas. Desde entonces mi admiración no ha hecho más que crecer. Y sé perfectamente que no sólo la mía. Su caso es parecido al de otro autor teatral y cinematográfico de Francia: el magnífico Sacha Guitry. Pero éste se conoce algo mejor en nuestro país (no estoy muy seguro), y, a pesar de sus excelencias, no alcanza la suprema categoría de Pagnol.

(2) Película de Pagnol. Raimu: fabuloso comediante y actor preferido del director marsellés.

(3) Michel Poiccard nombre del protagonista encarnado por Belmondo en A bout de soufflé (1959) primer film de Godard como es sabido.

(4) Lola (1960) primera y excelente película de Jacques Demy.

(5) Referencia a Model Shop (1969) fallida revisitación de Lola en EEUU. Ambas protagonizadas por la actriz Anouk Aimée.

(6) La baie des anges (1962), segundo largometraje de Demy en un registro radicalmente distinto a Lola. Protagonizada por la siempre fascinante Jeannne Moreau, se trataba de un drama seco y cortante sobre el descenso a los infiernos de los jugadores de casinos. No obstante, nada que ver con Dostoievsky. Es una sobresaliente y aislada película en su filmografía.

(7) Una de las más exquisitas representantes del fascinante universo de la "chanson". Es decir, Piaf, Brassens, Brel, Ferré, Greco, Trenet, Patachou, Bécaud, Ferrat, Aznavour... Una de sus más bellas canciones se titula justamente Nantes y comienza con la frase "Il pleut sur Nantes".

Huesca, el Festival y algo más

El Festival de Cine de Huesca

La edición de 2009 tuvo como plato fuerte la presencia del gran realizador griego Theo Angelopoulos, del cual se exhibieron varias películas suyas. Lástima no haber conseguido la segunda parte de Eleni (I skoni tou Chronou, 2009), pese a los esfuerzos del inolvidable Alberto Sánchez. En menor medida, también la presencia de Basilio Martín Patino, amén de las habituales secciones del Festival.

Angelopoulos -uno de los más grandes cineastas del mundo- estuvo amable, con fina ironía y con el inconveniente de una traductora que -en francés- ejercía su oficio de una curiosa manera. Cambiando el sentido y algunas frases de ciertas -no todas- preguntas que se hicieron al director. Amén de las prisas y cortes por lo sano que debió padecer más de uno que pretendió entablar diálogo con él. Es este un aspecto, que el Festival debe cuidar más en el futuro. De otra parte es comprensible dado que Angelopoulos venía de una larga entrevista con Cahiers-España y se le veía cansado, cosa lógica a sus 74 años. Con todo, dejó bien claro que él hacía un cine de autor marcadamente de izquierdas, no esquivando un regusto amargo y escéptico sobre la globalización y sus consecuencias.

Peor fue lo de Basilio Martín Patino. Este caballero, y su guardia de corps, entró voceando el nombre de cierta amiga suya de Salamanca, y no entró al trapo de las preguntas hasta que estuvo bien seguro de que la señora o señorita estaba en la sala. Poco simpático, despotricó e insultó a los antiguos censores -nadie le va a quitar la razón por ello- y fue prácticamente imposible un mínimo diálogo con él, ya que las preguntas eran rápidamente cercenadas por la citada "guardia", aunque el tiempo concedido a los asistentes dependió no poco de según quién se tratase. Como nada de lo que dijo el autor de Nueve cartas a Berta (1965) tuvo el menor interés, este "encuentro" resultó altamente decepcionante. No, Basilio Martín Patino no se pareció en nada al maestro griego y no hará falta decir que como cineasta no le llega ni a la parte inferior del tobillo. Y hablo de alguien que ha hecho -y hace- notables aportaciones al cine español. Seamos justos: Canciones para después de una guerra (1971) fue/es una película fundamental y su autor sufrió no pocos padecimientos por ella.

La verdad es que vi pocos largometrajes, pero si quisiera destacar al menos tres:

Anticristo.- Lars von Trier (2009)
Sin duda la película más esperada, en tanto que el boca a boca o la información había sido suficiente para que el personal supiera que iba a ver un film "escandaloso", "gore", "blasfemo" y no se cuentas cosas más. El Olimpia, en consecuencia, se llenó hasta los topes y no se produjeron desmayos, ni gritos de horror aunque por lo que uno pudo oir a la salida la película de Von Trier había gustado más bien poco. Tampoco yo salí especialmente entusiasmado de la función, pero más tarde (y trás un segundo visionado en Zaragoza), cambien de opinión en no poco medida.

Si exceptúo Los idiotas (Idioterne, 1998) y Dogville (2005), a mi el cineasta danés me suele dejar indiferente o cabreado. Algo de lo segundo me sucede con Antichrist, pero nada de lo primero. La película podríamos dividirla en tres partes. En un prólogo de unos 20 minutos bellísimo -con la inestimable colaboración de Haendel y su maravillosa aria Lascia io piango-, una larga zona "tarapéutica" en la que William Dafoe se pone pesadísimo explicándole a su perversa y torturada esposa (inmensa Charlotte Gainsborough) une serie de remedios a su extravío en plan psicoanalista de tres al cuarto que parece no tener fin. Hasta que llegamos a la casa del bosque donde nos aguarda un rosario de "morceax de bravoure" sadomasoquistas que oscila entre lo sublime y lo ridículo. Pero es en este tercer segmento en el que Von Trier consigue planos tan espeluznantes como atractivos, algunos de ellos tomados prestados del Bergman de Gritos y susurros (Viskningar och rop, 1972) y de Pasión (Em passion, 1970). Y es que Anticristo no deja de ser una versión bizarra de Escenas de una matrimonio (Scener ur ett aktenskap, 1973) en la que el petulante danés busca aquello de llamar la atención, algo nada nuevo en su corta filmografía. En cualquier caso, Anticristo es un film irregular, extraordinariamente interesante, y que recupera en no poca medida el crédito perdido por Von Trier tras la innecesaria Manderley (2005) y la horripilante El jefe de todo esto (Direktoren for dert kele, 2007).

Tres monos.- Nuri Bilge Ceylan (2008)
Fue la película que clausuró el Festival y, en general, no recibió la acogida que merece esta magnífica obra del gran cineasta turco. Acaso sorprendió el giro que supone respecto a Lejano (Uzak, 2002) y Climas (Inklimer, 2005), sobre todo a esta última. Lejos de la sofisticación y antonionismo, Tres monos (Uç maymun) nos presenta -con regusto barroco- las aventuras y desventuras de una familia bien alejada de la pequeña burguesía, demostrando que los registros del más internacional y festivalero realizador turco pueden variar sin mermar un ápice la calidad.

Acné.- Federico Veiroj (2007)
Aunque en su producción intervienen nada menos que cinco países, incluida España, esta es una película fundamentalmente uruguaya. Su argumento no es precisamente original -la iniciación al sexo de un adolescente de 14 años con acné y todo- pero la frescura de la realización, la gracia interpretativa del jovencísimo protagonista y del resto del elenco, la convierten en una muestra más del curiosísimo y valioso cine que se está haciendo en un país de no más de 10 millones de habitantes. Acaso sea en Uruguay, junto a México, donde se gesta el más atractivo cine latinoamericano del momento. Sorprendente y admirable.

En conjunto el Festival fue, como siempre, un más que estimable evento cinematográfico y no cito más películas por tres razones: 1) Ya las había visto y algunas más de una vez; 2) No dispuse del tiempo necesario; y 3) No me interesaban gran cosa. Ello, entiéndase bien, no supone merma alguna y no es óbice -mi discutible opinión- para felicitar a la ciudad de Huesca y recordar que en la capital de Aragón no se llevan a cabo certámenes internacionales de este jaez. Sabido es el "interés" que nuestras Instituciones manifiestan reiteradamente por la cultura. Hasta el año que viene y gracias.


Apostilla al Festival de Huesca

Sin nada que ver con el Festival y unos meses más tarde, leo en el formidable blog de Toni Alarcón (Cinegoza) que se va a proyectar en el Olimpia por la noche y al precio de 1 euro La cinta blanca de Michael Haneke, película que ganó la Palma de Oro en Cannes 2009. Totalmente pasmado llamo a Toni y me confirma la noticia completándola con que va a ser una estupenda copia y en V.O.S.E. Naturalmente, y acompañado de Oswaldo, Iván y Agus (el ala joven de la Tertulia Perdiguer), acudimos a tan apetecible sesión. La sala presenta un lleno a rebosar que incluso supera el que generó Anticristo, y eso que en esta ocasión el reclamo es el gran cine y no cierto morbo que podía destilar la película de Lars Von Trier en el Festival. La cinta blanca dura dos horas y media y la fotografía es en blanco y negro, amén de que Haneke no es precisamente alguién que atraiga masas con sus duras películas. Ni una voz, ni el más mínimo murmullo durante la larga proyección. A la salida, los cuatro estamos de acuerdo. Hemos visto una extraordinaria película. La cinta blanca no se ha exhibido cuando escribo estas líneas en Zaragoza, sí lo ha hecho en Madrid, Barcelona y otras importantes capitales. Pero EL ESTRENO ABSOLUTO DE ESTA MAGNA OBRA HA CORRESPONDIDO A HUESCA Y SOLO A HUESCA. Otra vez gracias y ¡¡¡BRAVO!!!

La cinta blanca (Das weisse bend).- Michael Haneke, 2009
Esta película ganadora de la Palma de Oro de Cannes 2009 es, digamoslo ya sin ambages y con rotundidad, una auténtica obra maestra, la mejor película del gran cineasta austriaco (uno de los absolutamente fundamentales desde la maravillosa El vídeo de Benny (Benny's video, 1992) y no dudo en atreverme a considerarla no solo como una de las cumbres de la última década sino incluso una obra que resta ya para la gran Historia del Cine. Cahiers du cinema no piensa lo mismo, naturalmente (a pesar de la grave concesión que supuso el remake yanqui de Funny Games, Haneke es austriaco y esa nacionalidad pesa poco) y en su ya publicada en Francia lista de la mencionada década no figura. Si que están los bastardos tarantinianos que eso sí que es puesta en escena y cine con enjundia y no los posibles "mensajes" de La cinta blanca película que le arrebató la Palma dichosa a Quentin. Estos jurados en los que no estamos nosotros... Sobra indicar que las opiniones de Cahiers me han importado, me importan y me importarán lo mismo que el cine de su santón Godard. O sea, nada.

La cinta blanca no ha sido entendida en toda su cósmica dimensión. Quedarnos en el simple sustrato de que los sucesos que acontecen en el pueblo ¿alemán, austríaco? (que más da), anticipan la llegada del nazismo y la incubación del "huevo de la serpiente" (1), resta no pocos enteros a la desesperada y gélidamente irónica crónica de Haneke (2). No. Das weisse bend expone la crueldad, violencia y maldad intrínseca del ser humano bajo la severa advocación de Hobbes (3) y la extiende con distanciamiento (que no militancia) brechtiana hasta nuestros días, hasta el futuro inminente, hasta lo futurible. La cosmovisión de Haneke destila el pesimismo histórico que en él es habitual.

Pero este fundamental realizador ya no necesita golpes de efecto como en Funny Games (la original, la de 1997) o La pianista (La pianiste, 2001). Su narración fluye con obligada morosidad como un aparente río tranquilo sacudido por intermitentes avenidas que, sabemos, se producirán hasta su desembocadura en un probable mar muerto. La violencia, la muerte, la crueldad ya no se ve físicamente. Se sugiere mediante una neutra voz en off e incluso con puertas o tabique varios que la ocultan aunque la escuchamos. El estilo del realizador ha alcanzado la depuración propia de una serena madurez.

He visto ya esta película tres veces y como toda obra imperecedera las visiones sucesivas siempre descubrirán algún matiz, alguna pequeña escena que nos había pasado por alto. El privilegio del Cine Inmortal. Del Arte Eterno, del que La cinta blanca es una impoluta muestra.


Notas

(1) Alusión a la fallida The Serpent's Egg (1977) de Ingmar Bergman.

(2) Haneke entronca fácilmente con el gran escritor de su país Thomas Bernhard.

(3) "El hombre es un lobo para el hombre" (Leviatan)

martes, 22 de diciembre de 2009

Lo mejor de 2009 II. La Filmoteca

Y seguimos con las mejores películas que vi en 2009. Ahora toca lo más interesante que pasó por la Filmoteca. Las películas que más me gustaron fueron:

-Singularidades de una chica rubia (Singularidades de uma Rapariga Loura) de Manoel de Oliveira.
-Je veux voir de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige.
-Tout est pardonne de Mia Hansen-Love.
-Baby Face Nelson de Don Siegel.
-Tiro en la cabeza de Jaime Rosales.

La Filmoteca de Zaragoza ofreció diversos ciclos, algunos de tan escaso interés como los dedicados a Raoul Walsh y Don Siegel con películas vistas y revistas. Otro dedicado al cine portugués, en el que no estuvieron ausentes ni Manoel de Oliveira, ni Pedro Costa. Se echaron en falta alguna película de Joao Cesar Monteiro (hace pocos años ya fue debidamente homenajeado por la Filmo el cachondo, irreverente y estupendo Joao de Deus) o Teresa Villaverde. También otro dedicado a Alain Robbe-Grillet, escritor faro del "nouveau roman" y ocasional cineasta. Dado que conozco sus películas y distan mucho de entusiasmarme (lejos cualquiera de ellas de la belleza de India song de Marguerite Duras) y muy deudoras del gran Alain Resnais (que, como sabemos, filmó su genial L'année derniére a Marienbad según texto de Robbe-Grillet)con el morbo de un cierto salvajismo erótico hoy completamente demodée.

Por supuesto no terminaron aquí las propuestas (como se dice ahora)de nuestra minúscula Filmo. Pero eso -las 115 butacas en una ciudad cercana a los 700.000 habitantes- no es culpa más que del Excmo. Ayuntamiento de Zaraconejos que, supongo, destina una cantidad irrisoria a tan cultural recinto. Bueno, no hay que preocuparse. Como vamos a ser Capital Europea de la Cultura en 2016, que para eso nuestra ciudad cuenta con "inmensas ofertas", seguro que lo que es hoy un rinconcito coqueto mutará en fastuoso templo del cine. Para eso las sesiones están tan abarrotadas.

Dejo breves textos sobre las pelis que más me intereseraron en la, por lo demás,imprescindible Filmoteca.

Singularidades de una chica rubia
Deliciosa miniatura realizada a los 99 años. El universo suntuoso y fascinante de Eça de Queiroz (Los Maias, El primo Basilio) queda visualmente reflejado con total autoridad. La mixtura con la contemporaneidad acaso esté menos lograda. Pero, ¿se puede pedir más a un genial artista que ya ha cumplido 100 años? Caso único en la Historia del Cine. ¡¡¡Bravo por don Manoel y por muchos años, poeta!!!

Je veux voir
Catherine Deneuve se va a hacer turismo a Beirut y a rodar una peli (extraña decisión). Este film fue aclamado en Cannes y ganó en Gijón como documental. De eso nada ya que cuando Rabhi Mroué, su chófer, toma la palabra la emoción e incluso la poesía en tan devastadas tierras acaban por imponerse remitiendo el conjunto a Resnais y no a Godard, afortunadamente. Una última mirada entre ambos: mi nombre es París, el mío Beirut.

Tout est pardonne
Muy bella película francesa, también procedente de Cannes 2007, y que nos revela a una realizadora digna de codearse con Claire Denis o Chantal Ackerman.

Baby Face Nelson
Cuantas ganas de ver esta peli, que siempre se me resistió en la irregular filmografía de Siegel. Aquí el director está en su terreno y y con la complicidad de Mickey Rooney, logra una buena serie B.

Tiro en la cabeza
Estrenada en Zaragoza en la Filmo, la tercera película de Rosales (tras una obra maestra como La soledad) no hace sino confirmar que estamos ante el mejor cineasta español del momento. Extraordinaria película, original, distinta. Un ojo para el recuerdo.