Hoy quiero evocar en mi deteriorada memoria al Teatro Estable de Zaragoza. Compañía formada en 1971. Director y actores procedían del Teatro de Cámara de Zaragoza, que habían fundado en 1963, Mariano Cariñena, desgraciadamente fallecido,director, adaptador y escenógrafo de varios de los montajes y autor de algunos textos. Eduardo González o Pablo Royo, son algunos de los nombres fuertemente vinculados al Teatro de Cámara y después al Estable, y María José Moreno justamente homenajeada.
Frente al poder franquista,
apuesta por un teatro que se convierta en escenario de la lucha por la
libertad. Durante los dos estados de excepción, la compañía se da cita en la
cárcel. Premios para la compañia y mejor actor para uno de sus componentes,
Eduardo González (portentoso actor y portentosa voz de barítono-bajo que
todavía conserva), que monta la única obra teatral de Miguel Labordeta ,Oficina
de Horizonte.
De 1981 es otro de sus montajes más relevantes, La muerte
accidental de un anarquista, de Darío Fo. En los años siguientes estrenan tres
obras de Arrabal: El gran ceremonial (1987), Apertura orangután (1988) y
Ceremonia por un negro asesinado (1990), además de Enrique IV de Pirandello
(1990) y Los Figurantes, de Sanchís Sinisterra , con puesta en escena y
coreografía de M. Cariñena; por estas fechas reponen una pieza que ya habían
estrenado en 1975, Colón, o la idea universal en barco, obra de Peter Hacks
cargada de ironía.
Yo ví tambien la fabulosa puesta
en escena de Hormigón de "La dama del olivar", obras de Valle Inclán,
Brecht, la magnífica "Andorra" de Max Frisch con gran interpretación
de Javier Anós. A los nombres citados quisiera añadir los de Antonio, Pepe,
David y hasta Emilio Lacambra. Hoy algunos de ellos son amigos míos. Es un
honor para mí que soy más hombre de cine que de teatro. Que no se olvide nunca
al Teatro Estable, que convirtió durante no pocos años e Zaragoza en una fiesta
escénica.
Luis Betrán
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