DOSSIER ORSON WELLES (3)
ORSON WELLES: MITO Y REALIDAD (3)
Welles parecía
condenado a vagar de un país a otro, dejando en todos ellos un montón de proyectos
abortados o a medio acabar. En 1955 empezó a rodar “Don Quixote” en México y
Paris, con él mismo como Don Quijote (absurda elección, no tenía “triste
figura”) y Akim Tamiroff como Sancho Panza, pero la película nunca llegó a buen
puerto. Otros proyectos que fueron quedando a lo largo del camino fueron las
historias bíblicas de Salomé, Noé, Abraham, dos adaptaciones más de
Shakespeare, “King Lear” y “Julius Caesar” (producida finalmente en 1953 por un
antiguo colaborador del Mercury Theatre, John Houseman, pero con Joseph L.
Manckiewicz como director y guionista que llevó a cabo una obra maestra que en
nada se parecía al estilo de Welles), y, para mayor inri “Catch 22”, que al
final fue dirigida – espantosamente – por Mike Nichols en 1970, con el propio
Welles en el papel del general Dreedle.
“Mr Arkadin” (1954, Confidential report) se
rodó en España principalmente, y Welles trató de perpetrar una suerte de remake
de “Ciudadano Kane”. Con algunas secuencias magistrales y la potente música de
Paul Misraki, el resultado es un fiasco agravado por un reparto de pésimos
intérpretes y un Welles, ridículo con su barba postiza de dios Neptuno. La
mansión de Arkadin fue……el Alcázar de Segovia. Tambien se escuchaba una saeta.
Para muchos
de los admiradores de Welles, “Sed de mal” (Touch of evil, 1958, su último
intento de reconciliarse con Hollywood) es su gran obra maestra. Ellos sabrán
porqué, dado que si la realización es magistral, la historia no se tiene en pie
y es una muestra más del egocentrismo del actor y director. En ella Welles
interpreta a Hank Quinlan, un obeso y decadente inspector de policía, cuyo
sentido de superioridad le lleva a utilizar pruebas falsas contra los
sospechosos que, según su “instinto infalible y su pierna”, son culpables. La acción
se sitúa en una ciudad fronteriza – famosísimo el espléndido plano secuencia
que abre la película - , cuyas calles, hoteles, bares y burdeles crean una
atmósfera de pesadilla, y entre cuyos habitantes se encuentra una magnética
Marlene Dietrich como la madame de la casa de lenocinio , además Tanya al
parecer fue en otros tiempos amante de Quinlan y ya envejecida se muestra
“filosófica” y pronuncia dos frases “para la Historia” ambas dirigidas a
Quinlan: “tú ya no tienes futuro” y la que cierra el film “era un hombre
extraordinario”, comentario algo descacharrante ya que Welles-Quinlan es, en
todo momento, un perfecto canalla. Akim Tamiroff tiene su papel, hay cameos de
Joseph Cotten y Zsa Zsa Gabor. Y uno no se explica muy bien qué coño pintan dos
estrellas como Charlton Heston (risible haciendo del mexicano Vargas) y Janet
Leigh. Todas las explicaciones que ha dado Welles sobre la participación de
Heston parecen marxistas, línea Groucho, y lo que sí parece cierto es que
Ben-Hur tuvo que poner pasta gansa de su bolsillo para terminar el film.
En unas
declaraciones a Fotogramas efectuadas hace muchos años, Heston decía de “Sed de
mal” que era una mala película, pero que le había gustado trabajar a las
órdenes de Welles. Averígüelo Vargas (nombre, justamente, del personaje de
Moisés). Durante años se consideró a “Sed de mal” como un ejemplo más de las
humillaciones infringidas por Hollywood a sus genios creativos (obviamente él
y, supongo, Eric Von Stroheim). Se dijo que los montadores de la Universal
masacraron la versión original de Welles. Sin embargo, hace poco tiempo, se
pudo reconstruir la película en su versión íntegra, comprobándose que las
modificaciones introducidas por el estudio constituyen, de hecho, una mejora,
al suprimir algunas escenas innecesariamente explicativas. Los cortes
realizados por la Universal ponían el acento en la sensación de misterio y mal
metafísico que es, no tengo dudas, el principal atractivo de la historia.
“El proceso”
(The trial, 1962), una producción franco- ítalo – alemana, se rodó en Paris y Zagreb, y en ella Welles
gozó de una libertad de acción como no había tenido desde “Ciudadano Kane”. En
la famosa y larga entrevista concedida por Welles a Film Ideal, los redactores escribían:
“Sed de mal” es una obra maestra, a lo que Welles respondía “gracias” y más
adelante comentaba “digan lo que digan “El proceso” es el mejor film que he realizado
nunca. Algo que discutirían, y mucho, los fanáticos wellesianos que son legión.
Luis Betrán
Este texto
ha consultado para fechas y datos biográficos el Diccionario del Cine de
Ediciones J.C.
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