MANOEL DE OLIVEIRA (1908-2015)
EL GENIO PORTUGUÉS
Algún día tenía que morirse. Ya
ha fallecido a la juvenil edad de 106 años. Con 105 filmó su último
cortometraje y con 102 su último largo. No voy a extenderme en que haya sido el
cineasta más longevo que jamás haya existido y el único que comenzó en el cine
mudo y estaba vivo. Es irrelevante porque el cine de Don Manoel carece de edad.
Fue/es increíblemente joven. Oliveira es un revolucionario de las formas y
estilos cinematográficos y, ciertamente, sus películas nunca fueron pensadas
para público alguno sino para él mismo. Si conviene afirmar que se trata del
cineasta más trascendente nacido en la Península Ibérica…..quizá tan solo
después de Luis Buñuel. Ambos maestros se profesaban mutua admiración, ambos
fueron “ateos por la gracia de Dios”. Ambos maestros no pudieron ni quisieron
evitar la influencia del cristianismo en su obra, porque los dos habían
estudiado en colegios católicos, el uno en Zaragoza, el otro en Oporto donde
nació y murió.
El cine de Oliveira, con los
inevitables tropezones, es un prodigio de belleza visual, de poesía lírica sin
caer jamás en la cursilería, tan de vanguardia como el que más y tan clásico
como John Ford, Según le viniese en gana. Podía filmar películas de una hora o
menos de duración…….o de 3, 4 y hasta 8 horas. Era un bromista empedernido, con
una socarronería que también le emulaba con Buñuel. Así podía inventarse que
Shakespeare fue portugués o que Cristobal Colón también. O que Dante conversaba
con Freud, Flaubert y Agostina Besa Lluis. Le tocó vivir una época de esplendor
de la literatura de su país, pero a él nunca le interesaron Pessoa o Saramago
sino Lobo Antunes, Eça de Queiroz o, sobre todo, Camilo Castelo Branco. A pesar
de vivir tantos años, su filmografía, documentales incluidos, apenas superó los
50 títulos. Y es que le tocó vivir la dictadura de Oliveira Salazar, verse
arrestado e impedido de hacer cine durante 15 años. Por ello, en esa obra
monumental y deslumbrante hay dos etapas bien diferenciadas: antes y después de
la Revolución de los Claveles.
Hombre de vastísima cultura y de
inteligencia brillante, Oliveira es una referencia absoluta para los amantes
del cine de autor. Por supuesto, Susan Sontag lo incluyó en lo que ella llamó
“cineastas esenciales”, junto a Dreyer, Buñuel, Bergman, Ozu, Murnau, Welles,
Satyajit Ray, Bela Tarr….y pocos más. Yo amaba y amo su cine, aunque algunas
películas suyas las deteste (“A Caixa”, “O convento”, “Os canibais”). A
continuación repaso la filmografía de este genio lusitano, adorado por los
cinéfilos franceses, italianos, británicos, estadounidenses…….e ignorado o
menospreciado en España y Portugal (por el gran público). El cine como
esquizofrenia.
FILMOGRAFÍA COMENTADA SUCINTAMENTE
ANTES DE LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES
1931: Douro, faina fluvial/Duero, trabajo fluvial. El debut
de Oliveira en el Cine Silente es un documental buenísimo con influencias de
Flaherty y Vertov.
1942: Aniki-Bobo.- Once años
después de su debut filma esta sorprendente película en blanco y negro que
anticipa claramente el neorrealismo italiano. Buena
1963: O Acto da primavera/El
misterio de la primavera.- Bellísima celebración de la estación de las flores
aunque también las rosas tienen espinas. Muy buena
1963: A Caça/La caza.- Mediometraje
de 30 min. Abiertamente político y antisazalarista que, lógicamente, fue el
detonante de su arresto. Excelente y dura
Luis Betrán
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