jueves, 21 de mayo de 2015

DE CINE MUCHO Y DE POLÍTICA POCO



DE CINE



 
Vano intento el tratar de definir el cine más allá de las siempre posibles e insuficientes características técnicas. El cine, como la pintura o la música, admite una clasificación ortodoxamente científica de aquellas tecnologías que hace posible el que veamos una pantalla animada con imágenes o dibujos. Fácil es tambien describir un rodaje, relatar cómo se hace una película o qué es necesario para realizar una película, empezando por el dinero. Lo que se me antoja imposible es una definición sensitiva del cine. Hemos podido leer apuntes sobre el método de trabajo de Ingmar Bergman o de John Ford, por mentar dos cineastas que se ubican antagónicamente. La metodología del artista o del artesano es terreno frecuentado por aburridos eruditos y contumaces especialistas en esa aventurada disciplina a la que se ha dado en llamar crítica y de la que hui hace ya muchos años.




Interpretación, lectura, significado.....son palabras inexorablemente abocadas a la subjetividad. Todos los que escribimos sobre cine somos subjetivos y víctimas de nuestras filias y nuestras fobias. Tenemos cerrado, por lo menos bajo las siete llaves del sepulcro del Cid, el camino que conduce a la objetividad, y el candado es irrompible en cuanto que sella la verdadera intencionalidad o necesidad del autor o el artesano.



Debería utilizar, con premeditación y alevosía, la mayúscula al escribir cine, como cualquier gacetillero de usar y tirar cuando cree que se acerca al arte. Porque observo que muchos intelectuales, o aspirantes a tal categoría, todavía no se han enterado de que el cine no es el hijo borde, feo y autista de la Gran Madre Literatura. La mentada bastardía se asienta en la extrema humildad - excepto los más flagrantes ejemplos de cine de autor - de la aparición del cine a finales del siglo diecinueve hasta nuestros días. Respecto a la fealdad y la oligofrenia, es cuestión de volver la oración por pasiva. El pretendido intelectual que solo acierta a ver en el cine un producto más de la sociedad de consumo o un pasatiempo más o menos estúpido, es, con indulgencia plenaria, un individuo anacrónico, alguien que no quiere vivir su tiempo y se refugia en su imaginada torre de marfil, un conservador asaz cretino. Con perdón.





Al cine se le ha querido afincar en terrenos previamente acotados: fábrica de sueños, asilo de soledades, miserabilismo neorrealista, expresionismo, vanguardia, barroquismo, austeridad, modernismo, posmodernismo. ¿Importa eso a las plateas o a los espectadores de sillón y televisor?. Me temo que poco o nada. ¿Tienen sentido en el cine el progresismo o el conservadurismo?. Olvidamos que Borges fue un escritor fabuloso al que le gustaban los generales golpistas (Pinochet), Dalí un enorme pintor que entonó loas a Franco o a Juan Carlos I y a Dios, y  John Ford un extraordinario cineasta al que flipaban los uniformes.




Es conveniente acercarse al cine libre de prejuicios, con independencia y, a la vez, con nuestra personal y nada dogmática perspectiva. El cine es siempre industria y a veces arte. El cine, eso sí, es un vicio y/o virtud cultural que puede ayudarnos a vivir siempre que no confundamos el cine con la vida. Y es claro que al revés que el protagonista de "Antes de la revolución" de Bertolucci "se puede vivir sin Rossellini.

A cada cual su película y todos contentos.  ¡¡Viva el cine!!

Luis Betrán

Este texto, lo siento, no ha consultado a nada y a nadie.

DE POLÍTICA (al más repugnante diario madrileño, "El País")




El primer texto que se publicó en este agonizante blog se refería al Referéndum promovido por el genocida Franco (hoy muy de moda en el Partido Popular) para aprobar la Ley Orgánica de 10-1-1967. Naturalmente el resultado fue SI al 100%100 pero yo me abstuve. Luego llegaron las democráticas de 1977, en las que ya no me abstuve, la Constitución, el golpe militar del 23 febrero 81, el Felipato cabrón y, lo más grave, el bipartidismo rapaz y chorizo que se ha repartido mi tierra….ahora. 





Las votaciones Municipales y Autonómicas del 24 de mayo de 2015 se van a cargar el inmundo latrocinio de P.P. y P.S.O.E. en un primer paso que, espero, anticipe que en las Generales los Sres. Rajoy, Aznar, Felipe González vayan preparando sus maletas para un no muy lejano viaje a las cárceles. Y con ellos sus colaboradores, enchufados, banqueros y demás gente de la mala raza.





Por ello es indispensable VOTAR. Yo, no digo más, estaré donde siempre, con la Izquierda Unida y Podemos en AHORA ZARAGOZA, Y CON LA Izquierda Unida sin el lenguaraz Echenique en esta desdichada Comunidad tan comarcalizada por el contubernio fascista y trilero PSOE-PP-PAR. 

Luis Betrán


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