miércoles, 8 de abril de 2015

DOSSIER CINE Y LA GRAN GUERRA (1914-1918)

EL CINE Y LA I GUERRA MUNDIAL (II)


Con la aparición del sonoro las tendencias se inclinan del lado pacifista. En el mismo año 1930 aparecen dos versiones del tema antibelicista cuya única diferencia estriba en el punto de vista del respectivo país de origen. En la obra maestra – acaso el mejor film jamás rodado sobre la Gran Guerra – “Cuatro de Infantería” (Westfront 1918), de G.W. Pabst, se nos ofrece el punto de vista alemán partiendo de un ambiente muy concreto: el socialdemócrata (el gran director germano entonces se ubicaba políticamente en ese espacio, más tarde coquetearía con el nazismo). Sin intriga propiamente dicha, el film alemán se limita a contar episodios de la vida de cuatro camaradas de guerra de una sección de infantería que defiende su posición contra los fuertes ataques franceses. De tono documental y realista, se propone rehusar la visión nazi del honor y de la guerra, aunque su aspecto neutralista hizo que no fuera prohibido en Alemania. El realismo tiene una portentosa expresión en la secuencia inicial de la película – la cámara marchando paralela en traveling a la columna de la primera línea, como ejemplo culminante de movilidad concordada de la cámara y el elemento visual - para identificar a los personas. Sin desdeñar su perfección técnica “Cuatro de Infantería”  resta tan impresionante como aterradora. El horror de la guerra en su máxima expresión en cine.


En Estados Unidos, Lewis Milestone realiza la conmovedora “Sin novedad en el frente” (All quiet on all the western front, 1930), cuya inevitable comparación con “Cuatro de Infantería” da notoria supremacía en todos los aspectos a la obra de Pabst. Lo que en éste es inteligencia y realismo, en Milestone degenera en sentimentalismo, esquematismo sicológico y efectismo tremendista. Hay que contemplarla como un melodrama en tiempos de guerra, y como tal queda espléndido. Su final, entre lo cursi y lo sublime, es ciertamente inolvidable.


Al año siguiente aparece en Alemania “Tierra de nadie” (Niemansland, 1931), del húngaro Vistor Trivas. Cinco soldados durante la primera Guerra Mundial quedan casualmente reunidos en tierra de nadie, recuerdan la vida de cada unoi y están todos de acuerdo en condenar la decisión de los gobiernos que los llevaba a matar o morir. “Tierra de nadie” es una de las películas más progresistas de la época pre hitleriana. “El crucero” (Emden, 1932), de Louis Ralph, representa en cambio una clara exaltación militar, defensa de la tesis de que Alemania no fue derrotada militarmente sino traicionada por conjuras exteriores e interiores. Es un film difícil de ver – yo lo vi hace muchos años en la Cinematéque de Paris – y a día de hoy casi imposible de localizar-.


En este sentido aparece al año siguiente “Crepúsculo rojo” (Morgenrot), de Gustav Ucicky, exaltación heroica de la actividad submarina durante la Gran Guerra. Hitler asiste a su proyección, la izquierda anuncia su peligrosidad y en Holanda los comunistas logran su prohibición. En 1934, Hans Zoberlein realiza “Stosstrup 1917”, que intenta ser, sin conseguirlo, una contrapartida de “Cuatro de Infantería”. Interesa como expresión de un nuevo concepto, claro exponente de una mentalidad que se extiende y afianza: la justificación de la guerra como sacrificio necesario para la pervivencia nacional.

Luis Betrán

Este texto ha consultado el “Diccionario de los cineastas” de Georges Sadoul

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