miércoles, 3 de diciembre de 2014

SATYAJIT RAY (II)

EL ALMA DE LA INDIA


La forma de mostrar a las mujeres en la obra de Ray varía de una película a otra pero siempre en las antípodas del gran Kenji Mizoguchi. Algunas veces van por delante de los hombres y otras están sometidas a ellos. En “Kanchenjunga” (1962) las mujeres reafirman su independencia frente a un mundo de hombres. En “Mahanagar” (1963), la protagonista no solo lucha contra las convenciones por las que una mujer debe permanecer recluida en el hogar, sino que se convierte en el soporte económico de toda la familia, en la sutilísima "Charulata" la insatisfacción de la dama es evidente.


Ray quiere intensamente a los niños y no solo realizó cuatro películas infantiles sino que ha escrito e ilustrado numerosos cuentos. Fue uno de los mayores defensores de que 1979 fuera el Año Internacional del Niño y presidente del jurado del Festival (hoy desaparecido) Internacional de Cine Infantil de Bombay. Las referencias a la infancia en las películas de este fabuloso maestro están llenas de ternura y comprensión. Satyajit Ray utilizaba la expresión “simplicidad sin artificio” para describir su estilo. Le llevó años admitir el color pues sostenía que no era válido para una película realista y los colores tenían la tendencia a hacer que las cosas parecieran atractivas sea cual fuere su contexto. Siempre manejó el mismo la cámara y tan solo dejaba los aspectos técnicos del rodaje a un operador, normalmente Subrata Mitra. Aceptaba las improvisaciones de sus actores aunque cuidaba extraordinariamente los diálogos que él mismo escribía. Funcionales, por lo general, pero tambien complejos como en la maravillosa “Charulata” la que él siempre consideró su mejor película.


Cerca de cuarenta años de cine, con una película al año, fue interrumpida por su frágil estado de salud en la década de 1980-1990 “Ghare Baire” 1984) basada en una novela de Rabindranath Tagore, fue un retorno a su adaptación a la pantalla en primer lugar. Durante el rodaje sufrió dos ataques cardíacos y su hijo, Sandip Ray, completó el proyecto de sus instrucciones detalladas. La mala salud mantuvo a Ray lejos del cine cerca de cuatro años. En 1989, volvió a hacer películas con un texto de Ibsen como base para su “Ganashatru” (1989). Luego vinieron las testamentarias “Shakha Prashakha” (1990 y “Agantuk” (1991).


Esta serie de tres películas iban a ser la últimas. En 1992, aceptó un Oscar honorífico en su lecho de enfermo en Calcuta, a través de un especial en video de televisión vía satélite (el público americano del Dorothy Chandler Pavillion se puso en pié y ovacionó durante 10 minutos las entrecortadas palabras del moribundo director) y el Bharat Ratna (la joya de la India), el máximo honor de la India. Satyajit Ray murió el 23 de abril de 1992. Este cineasta imprescindible es menos conocido que, por ejemplo, Kurosawa con el que tiene no pocos puntos de contacto. En España tan solo se estrenó “El mundo de Bimala” (Ghare Baire) y se han editado pocos films en DVD en comparación con el japonés o los otros maestros citados al comienzo; Ozu y Mizoguchi. Una lástima en tanto que el bengalí, sin nada que ver con los dos últimos, fue como el gran Akira un humanista superándole en matices tan importantes como que jamás sintió la menor intención de imitar el cine americano – que conocía y le interesaba en escasa medida con la excepción de Chaplin y pocos más – y que, al revés que el nipón, siempre evitó el tono sermoneador amén de que su posicionamiento político le acercó al comunismo donde si militó su amigo Ghatak.


Por todo ello, considero – y no deja de ser una opinión personal – que Satyajit Ray ha sido y continuúa siendo el más trascendental cineasta que nos ha legado Asia tras el majestuoso Yasujiro Ozu. A lo largo de mi dilatada vida he conseguido ver la filmografía completa de Ray y como no se me ocurre mejor sistema voy a poner en mayúsculas las obras maestras rotundas y en minúsculas las que se aproximan, sin por ello renunciar a me exigencia en el tema de que la denominación “obra maestra” se utiliza con extremada ligereza en un arte que apenas supera los cien años de historia.


TRILOGIA DE APU (Pater panchali, Aparajito, El mundo de Apu), JALSHAGAR (Salón de música), La diosa (Devi), La expedición, LA GRAN CIUDAD, EL COBARDE (Kapurush), DIAS Y NOCHES EN EL BOSQUE, El adversario, Sociedad limitada,  CHARULATA, Un trueno lejano, Los jugadores de ajedrez, Diario de Pikoo, El enemigo del pueblo,LAS RAMAS DEL ARBOL (Tanto estas películas como las de Ritwik. Gathak son  fácilmente localizables.

Luis Betrán

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