"WERTe que no
quiero WERTe.
WERTe calvo, WERTe fuerte
que becas a los banqueros
y a los mineros supendes.
Con el Opus por montera
WERTe sueña en el Congreso,
con colegios concertados
y privatizar la suerte.
WERTe que no quiero WERTe,
pues en tu nefasto escaño,
el pueblo te está mirando
y tú sólo miras la muerte".
WERTe calvo, WERTe fuerte
que becas a los banqueros
y a los mineros supendes.
Con el Opus por montera
WERTe sueña en el Congreso,
con colegios concertados
y privatizar la suerte.
WERTe que no quiero WERTe,
pues en tu nefasto escaño,
el pueblo te está mirando
y tú sólo miras la muerte".
(Cortesía, es un
decir, de Pancho Vertigen antes de convertirme en Satán)
ESTRENOS RECIENTES: UNA DAMA PELIGROSA
ESTRENOS RECIENTES: UNA DAMA PELIGROSA
THE BLING RING, DE SOFIA COPPOLA
¡Oh!, no es
pájaro, no es un avión. Es la nariguda Sofi, miembro emérito de la familia
Coppola en la que se practica el nepotismo con la misma alegría que lo hacía
don Vito Corleone pero, evidentemente, con menor violencia. Véanse dos
ejemplos: Nicholas Cage continúa protagonizando películas con lo feo que es y
lo pésimo intérprete que, si o si, siempre nos castiga con actuaciones dignas
de cuando Sofi fue actriz porque así lo
dispuso don Francis y, bien se le estuvo empleado, casi le arruina la parte III
de “El Padrino”.Más el vulgar rostro a una nariz pegado, es ambiciosa. Pretende
desde años ser directora como “my heart belongs to daddy”. Y, claro, ya lleva
unos cuantos films a sus espaldas – y a las mías – y no parece que se vaya a
detener. Las cintas de erase una nariz
sayón y escriba no parece que vayan a interrumpirse tras la postrera
flagelación a la inteligencia que supone “The bling ring”.
Sucede que
la señora o señorita – me importa un pito si es casada, soltara, viuda,
amancebada o monja – ha caído bien en las legiones cahieristas (por americana y
ser la Sofi, hija de Francis) y, aunque sus películas no den ni un euro en
taquilla, van a ser aclamadas indefectiblemente por los sesudos y obedientes
seguidores de “la maman et la putain” (1). Por escrito y a plena voz. Una vez
más me toca, y a mucha honra, ser la excepción que confirma la regla. Confío
que haya otras (excepciones, que reglas no hay más que una y pobre del que no
la respete). He visto, creo, todas y cada una de las películas que Sofía, hija
de Francis, lleva rodadas desde aquellas “Vírgenes suicidas” que, el que lo
dude no sale en la foto, eran vírgenes y se suicidaban. Los motivos no estaban
muy claros. Pero nunca se va a pedir al “posmodernismo” que el muy canalla
tenga que ser explícito. Bueno el film era mediocre pero no ofensivo. Idéntico
al que luego se marco la mujer a una nariz pegada, yéndose a Japón con el Bill
Murray y diciéndole al oído: a ver tío si te enteras, vamos a hacer una película
en Japón, me has oído bien ¡¡en Japón, en el mismísimo Tokyo!!. Tú cabroncete no
vas a hacer ni un gesto que si no te apiolo, que los famosos personajes del
cine de mi grandioso padre sabían muy bien como cargarse a tipos más duros que
tu. Y, entérate, yo se un huevo de cine porque para algo soy la Sofi, hija de
Francis. Y se que hubo un eminente maestro nipón llamado Yasujiro Ozu. En
consecuencia vamos a rodar en Tokio una película de Ozu sin Ozu. El argumento
te importa una mierda y a mí también, pero verás como dicen que hasta es mejor
que las de Ozu con Ozu. El resultado fue
la soporífera, inane pero no ofensiva “Lost in translation”. Sorprendente, y en
no pocas ocasiones estupenda, la breve reseña en “El País” del gran Calvo
Serraller (intelectual de pro y exdirector del Museo del Prado): le entusiasmó
por su serenidad, casi el mismo y la misma que le habían provocado “Cuento de
Tokyo”, inmortal obra maestra del Rey de Sochiku y que suele figurar – también
en la mía – en todas las listas habidas y por haber de “las mejores películas
de la Historia del Cine”. Me guste o no, que es que no, el perdido en el
traslado a Tokyo consagró a Sofi, hija de Francis, en las aguerridas tropas del
breviario de Jean-Luc Godard.
Más dudas
generó - ¿será posible? – el que Sofi, hija de Francis retrocediese en el
tiempo hasta nada menos que al siglo XVIII (el de las Luces) y a la Revolución
Francesa. Pero, como era previsible, a Sofi, hija de Francis, no la seducían
Danton, Marat, Robespierre o “les sens-culottes” o los jacobinos. No, ella debe
tener para ser políticamente correcta un leve toque feminista. Voilá: “María
Antonieta”. Y, sin que sirviera de precedente, su ¿aproximación? a tan
desdichada reina no satisfizo ni a a tirios ni a troyanos. Ahorraré a los
innumerables lectores de “vergerus” la descripción de mi estado físico y mental
cuando salí del cine Palafox. Detesto la grosería y el linchamiento. En este
menester me desmarcó de la red de nuestros pecados, tan proclive ella a la una
y al otro. Más petardo que la las faldas de la austriaca guillotinada pareció
imposible. No se detengan mis amados lectores, Les aguarda el no y el sí.
“Somewhere”
ha sido, por ahora, la mejor película de Sofi, hija de Francis, y como mandan
los cánones y los dogmas la película que ha llevado al éxtasis a los clones
(involutarios o no, conscientes o no, replicantes o no). Esta vez, sin profanar
la nada metafísica de la “posmodernidad”, es un actor el que se aburre y yo con
él. Raudamente se ha podido escribir y se ha escrito que “Somewhere” no solo
era el más depurado Coppola – de Sofie, hija de Francis – si no que bien
hubiera podido filmarlo Michelangelo Antonioni de haber estado vivo y no
difunto. Este profundo razonamiento no está ayuno de motivos. Cuando grandioso
Papá Francis atizose el pobre el descomunal batacazo de “Corazonada” (su
primera extravagancia), la ruina le hizo despertar de su sueño denominado,
todavía, Zoetrope en el que iban a levitar no solo Michelangelo de Ferrara sino
hasta el tan británico Michael Powell. Todos al suelo.
Como bien
dijo el clásico “toda la vida es sueño y los sueños sueños son”. Francis, papá
ilustre de Sofi la por narices, se vio obligado a aceptar encargos de regular o
soez ralea para ir pagando acreedores múltiples. No es éste el cimiento del
edificio Copola – Francis papi de Sofi – que resurgió tímidamente de sus
cenizas gracias al vino, lo que es la mar de saludable. Sofi – hija de Francis
– no obstante siempre, dicen, se había críado en algodones y conocía mucha
gente guapa. No se ha privado, por ello, de contárnoslo en esa indescritible
estupidez llamada “The bling ring”, una de las peores películas de Hollywood (y
Zoetrope) que este inmundo bloguero ha visto en su vida. Telecinquismo de Los
Angeles. Chafardeo en Beverly Hills. Esta nauseabunda y orate película si tiene
argumento: estúpidas niñatas pijas y un joven que está a su altura – en
compartida idiocia – roban objetos caros de celebridades tan indiscutiblemente
geniales como Paris Hilton o Orlando Bloom. Lo hacen para divertirse porque su
materia gris – si la hubiere – no da para más. Serán multados e irán a la cárcel,
más no a ruin y húmeda mazmorra sino a celda con dorados barrotes. Y por muy
poco tiempo. Porque además de pijos e imbéciles son ricos. Basada en hechos
reales. Dios bendiga América, la Gran Hermana Orwelliana.
Luis Betrán
1) Los que
leyeron algún texto de la primera etapa de “vergerus”, sabrán que con “la maman
et la putain” no me refiero a la obra maestra de Jean Eustache. No, Es a la
“revu des revues” Cahiers du Cinéma. Que tendrá pronto su homenaje aquí, donde
tanto se la quiere y venera.
Corolario:
En realidad la Sofi, hija de Francis, ha querido burlarse de los subnormales de
su película. Graciosa que es la chica. Y además presentarnos un cuadro de la
banalidad humana ubicado en L.A. Mi problema es que el chiste me resulta muy
malo y lo de la metafísica de Las Vegas no me lo creo.
ESTRENOS RECIENTES: UN CABALLERO PELIGROSO
NICOLAS
WINDING-REFN: ONLY GOD FORGIVES
Este
caballero es danés – mal asunto – y de no ser porque presentó en Cannes 2012 su
excelente film “Drive” bajo pabellón y productora usaca nadie le hubiese hecho
el menor caso. Pero como decía Buñuel – “Mon dernier soupir” – John Steinbeck
no sería nadie sin los cañones americanos (1), dejo a la imaginación libre (más
bien no) quién le hubiese hecho caso a este tipo, que no era ciertamente un
debutante, de no ser por la ayudita de “la maman et la putain”. N.W.R. llevaba
perpetradas “Pusher I, II, III”, “Valhalla rising”, “Bronson”… bajo el signo de
una violencia desatada y poco más. Suficiente para que la mal llamada (desde
hace casi tres décadas) Meca del Cine
(lo justo, equitativo y saludable sería Lupanar, y asi no se inflamarían los
arábigos) se fijase en él y en la ingente cantidad de hostias que se atizaban
en sus filmes. Ansí, y con la muy estimable colaboración de Ryan Gosling, arribó
a las más cinematográficas playas del mundo ese chofer que pareció tan bueno
como el de Walter Hill. Nada que oponer. “Drive” es detentadora de una acusada
estilización que formaliza adecuadamente una historia más bien confusa. Todas,
y miran que son, las campanas cahieristas redoblaron unánimes. ¡¡Una obra
maestra!!,¡¡Una obra maestra!!. ¡¡Un genio que viene del frío y que no es Lars
Von Trier¡¡. No me pareció que tan estruendoso rebato estuviese justificado,
pero tratando de ser objetivo “Drive” me venció aunque no me convenció (del
todo).
Ergo, había
que repetir con el dúo dinámico de aquella tierra en la que, según Shakespeare,
algo olía a podrido. “Only god forgives” es lo mismo pero menos que lo mismo.
El Gosling tambien habla menos – parecía a priori difícil – que en su Bautista
“posmoderno” y para qué coño se necesita ya guión alguno. Eso sería darle
pistas al espectador y el cine de la nada veta tan osadas visiones de mensaje.
“Only God forgives”, que todavía no se ha estrenado en Chorizistán pero lo hará
en breve, ha supuesto en Sitges 2013 el trance de los de 40 para abajo que han
convertido ese festival en el más multitudinario de la península que aloja esa
Comunidad que no desea ser autónoma sino independiente. Están en su derecho y
dado que yo odio los nacionalismos de cualesquiera laya pues con su pá amb
tumaca se lo coman. Más, ¡ay!, reza el proverbio de los abuelos/as que nunca
segundas partes fueron buenas y N.W.R. y R.G. naufragan cual liliputiense
Titanic sin que haya dios que ni les perdone ni les salve. “Only god forgives”
no es tan boba como el Ring – que no me refiero al de Wagner sino al de
narizotas Sofi, hija de Francis - ; es muy aparente de ver - y además sobrepasa apenas los 60 minutos –
y como procedía es el polar más gélido que imaginar quepa. Y otra “maravilla”
de la “posmodernidad observacional”. Agudícese ad infinitum y ad nauseam el
aparato neuronal. Porque nada por aquí, nada por allá. Retrato de Ryan en rojo.
RRR. Nico, me has matao como la purga del sublimao. Cero, cero, cero pelotero.
Diez, diez, diez en “la maman et la putain” y sus celtíberas y rugosas hijas.
Luis Betrán
¡¡Ya se
estrenó!!
1) Esta vez
don Luis exagera. Steinbeck si fue algo: nada menos que el autor de “Las uvas
de la ira”. Del resto, el tupido velo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario