miércoles, 4 de junio de 2014

DOSSIER MELODRAMA CLÁSICO (VI)


EL MELODRAMA DE ACTRICES (1)
 

La más importante y original contribución del cine americano al melodrama fue este auténtico cajón de sastre que podemos denominar melodrama de actrices y que procedía del más genuino cine mudo. Cierto que otros grupos clasificatorios de melos pueden estar interpretados por mujeres, pero éste es un hecho accidental que queda diluido en un marco más amplio que es quién define la personalidad de la obra. Por ejemplo “Sin remisión” (Caged) es un melodrama protagonizado por mujeres, pero no es propiamente un melodrama de actrices en el sentido aquí expresado pues el tema carcelario, y aún el thriller, privan sobre la exposición de los sentimientos de las mujeres como eje motor del film.


Dentro del apartado que nos ocupa destacan los melodramas protagonizados por Bette Davis. Siendo eso, melodramas hasta la médula, el núcleo sentimental de los films se basó en la pasión y la ambición de los personajes de miss Davis que se asentaron sobre historias que tuvieron adecuados contextos al desarrollo de las mismas. Los entramados argumentales de las películas de la gran Bette, desde “La solterona” a “Más allá del bosque”, concordaban perfectamente con cuanto exponía la actriz. Había una adecuación de personajes y mundo en que vivían que nunca resultaban impuestos el uno al otro. Y, sobre todo, sin que Bette Davis terminara siendo una pieza más del tablero en el que jugaba su partida de ajedrez, pero tampoco sin que se impusiera arbitrariamente al lógico devenir del relato.


Bette Davis protagonizó historias llenas de ruido y de furia, en las que las razones sentimentales no estaban en juego para producir la congoja o la compasión del espectador, sino, para asumir sobre ella y trasladar al público, una visión de un enervante universo en el que la ceguera pasional y la voluntad de acción constituían el leit-motiv del personaje. 


Por primera vez en el melodrama sonoro la hembra dejaba de tener el carácter pasivo, receptor de desgracias, que había sido la nota dominante  desde Lilian Gish. Los films románticos, con historias enloquecidas, fueron posteriores o contemporáneos a los de la época dorada de Bette Davis. Había surgido una mujer dominante que hacía girar todo alrededor de si misma y que utilizaba las ¿razones?  sentimentales en provecho de su interés y ambición. Bette Davis compraba el mundo con el sentimiento y así el entrelazado de pasiones que dieron vida a sus películas no fueron, como en las actrices del cine mudo, principio y fin de la obra, sino moneda de cambio en la dominación de un planeta muy peligroso que aceptaba como el hecho más natural que las armas de combate de miss Davis fueran tan “espirituales”.


El melodrama de Bette Davis pudo obtenerse por evolución de géneros, cinematográficos o no, anteriores. Puede hablarse de la novela gótica, de la novela-río (frecuentemente poblada de criaturas a lo Bette Davis, con rasgos heredados de generación en generación)), pero la composición-tipo final de su personaje vio la luz únicamente en las pantallas. 


Directores como Goulding y, sobre todo, el excepcional William Wyler pulieron un ser tan vivo como terrible, tierno y misterioso, al borde del crimen  o del sacrificio. Bette Davis, plena de gestos duros, escondía tras unos rasgos inolvidables un paradigma de amor, avaricia, astucia y egoísmo que hizo proclamar que sus películas eran mejores cuanto más mala era ella. Bette Davis y William Wyler se amaron dentro y fuera de la pantalla y dejaron, como testimonio fílmico de ese amor, dos obras maestras – al menos – imperecederas: “La carta” y “La loba”,basadas en piezas teatrales de Somerset Maugham y Lilian Hellman.  Las dos arrancan con el delito, las dos finalizan con el castigo.

Luis Betrán

6 comentarios:

  1. Yo no soy muy de melodramas, pero sin duda tus artículos me servirán como buena guía introductoria al género. Muy currados, Luis!
    elpelicultista.com

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  2. Gracias Rubén por el comentario. Esto no es otra cosa que una pequeña historia del melodrama como supergénero en el Hollywood clásico. Más o menos hasta los años 60. A partir de los 70 todo fue distinto y, en mi opinión, peor. Desde el cine mudo hasta los años 60, hay películas melodramáticas americanas que figuran prácticamente en todas las listas de las mejores de la Historia del Cine: "Amanecer" (Murnau), "Y el mundo marcha" (Vidor), "Avaricia" (Von Stroheim), "Carta de una desconocida" (Ophüls), "Los mejores años de nuestra vida" (Wyler).....Dices que está muy currado. Cierto, pero ¿sabés en que año se escribió?, en 1978. Y no he añadido ni una coma a tan vetusto texto.

    Cordiales saludos.

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    1. Ánimo en la repesca de textos de 1978 o anteriores!
      Viva el Cine!
      S.

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  3. Gracias Sergio por el comentario. El miércoles seguirá la repesca. ¡Viva el cine!

    Abracicos

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  4. Impresionante. A ver si saco tiempo para leer con detenimiento este dossier de 6 partes, que seguro voy a disfrutar, así como el próximo que comience. ¡Ánimo con todo y viva el cine!

    Abrazos

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  5. Un elogio de Cinegoza vale lo que éste dossier íntegro.

    Gracias, abrazos y ¡Viva el Cine!

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