miércoles, 11 de septiembre de 2013

DOSSIER LUIS BUÑUEL (I)

En julio se cumplieron 30 años de la muerte de Luis Buñuel. En cualquier país de Occidente – e incluso de Oriente  – el genio de Calanda está considerado como uno de los cineastas esenciales y fundamentales del pasado siglo. Puede afirmarse, sin exageración alguna, que Buñuel es también figura cultural imprescindible, en el pasado, en el presente y en el futuro. Durante su vida y tras su muerte. Esto vale para Francia, Reino Unido, Escandinavia, Polonia, Alemania, Austria, Italia, Estados Unidos, Suiza, Japón….pero no para España y, menos aún, para Aragón. Unicos territorios, que yo sepa, en que se discute a don Luis y hasta se le niega el pan y la sal. Cainismo desaforado, el de la actual Chorizistán. Viene de lejos. Buñuel frecuentó a Unamuno en sus primeros años parisinos y paseó en alguna ocasión con don Miguel, autor de la inmortal nívola “Abel Sánchez” la más acerada crítica a la envidia española que he leído.

DOSSIER LUIS BUÑUEL (I)



“A Buñuel le llaman de todo: traidor, anarquista, pervertido, blasfemo, iconoclasta….pero no le llaman loco, quizá porque el caos y la putrefacción que durante algo menos de una hora nos presenta  en “La edad de oro” no es sino la locura de la civilización, el retrato implacable de los logros del ser humano tras diez mil años de refinamiento”

Henry Miller (Paris, 1932)
Mire usted, conozco todas las películas de Buñuel. Si no se nota en las mías se debe a que puedes ser influido por Bergman, puedes tomar esto o aquello de Fellini, puede influirte Kurosawa, etcétera. Pero Buñuel… Está en la estratosfera, está en otro planeta, no hay manera de que te influya porque es un genio demasiado perfecto.
Woody Allen (2-12-2003)

De todos nosotros, Buñuel es sin duda el mejor y el más astuto. Porque al igual que Antonioni, Tarkovsky o yo mismo, hace siempre la misma película pero es al único que no se le nota.

Ingmar Bergman (entrevista para la televisión sueca emitida por la cadena Arte en 2004)

La famosa paradoja pronunciada en cierta ocasión de Luis Buñuel: soy ateo gracias a Dios”, refleja a la perfección su compleja y contradictoria personalidad. Solo un creyente puede generar una falta de fe, un escepticismo, un exabrupto como los suyos, al igual que nadie que no haya nacido y se haya criado en el seno de una burguesía puede atacar de una manera tan fiera y escabrosa los valores de la misma, como hizo Buñuel a lo largo de más de medio siglo.

Buñuel nació en 1900 en Calanda, un pueblo del Bajo Aragón, y los tambores con los que en dicho lugar se celebra la Semana Santa son uno de los motivos que más frecuentemente reaparecen en sus películas. Su familia era rica y Buñuel parece haber tenido una niñez feliz. Se educó en Zaragoza, con los jesuitas, lo que fomento su incipiente anticlericalismo, aunque siempre como un alumno inteligente y bien educado. Su familia y los criados vivían en una casa seudomodernista  en el Paseo de la Independencia. Luego pasó a la Universidad de Madrid, donde cursó estudios de Filosofía y Letras, alojándose en la famosa Residencia de Estudiantes, donde conoció al poeta Federico García Lorca y, más tarde, al pintor y escritor Salvador Dalí. Participando con entusiasmo en todos los movimientos de vanguardia del momento.

En 1925 Buñuel marchó a Paris, Apuesto y atlético (había practicado incluso el boxeo con el alias de “El León de Calanda”) se abrió rápidamente paso en los círculos artísticos y comenzó a trabajar como ayudante de dirección de Jean Epstein. No obstante sus relaciones terminaron debido a que insultó sin contemplaciones a Abel Gance cuando éste le ofreció un trabajo en su espectacular “Napoleón” (1927). Durante este periodo, Buñuel se dedicó tambien a enviar inteligentes y agudas críticas de cine a la prensa española, lo que le ayudó a sobrevivir durante algún tiempo.



Buñuel y el surrealismo

Sin embargo Buñuel encontró su verdadero hogar espiritual en el grupo de los surrealistas franceses, en el que tanto él como Dalí (tambien en Paris desde 1925) se convirtieron en figuras clave. Juntos realizaron la primera película genuinamente surrealista (como dictaminó Louis Aragon, uno de los pontífices del movimiento) con un dinero que adelantó la madre de Buñuel. “Un perro andaluz” (Un chien andalou, 1928) fue el primer y genial intento de crear imágenes  nacidas directamente del subconsciente, ateniéndose únicamente a las normas del surrealismo. Según Buñuel, él y Dalí se contaban sus sueños todas las mañanas y, cuando alguno les gustaba a ambos, lo incluían en el guión. En este breve y fundamental film está ya contenido todo Buñuel, él que se irá desarrollando a lo largo de los años.

FEDERICO GARCIA LORCA: En Nueva York en donde escribiría su mejor poemario bajo la influencia de Walt Whitman: “Poeta en Nueva York”: “Buñuel y Dalí han hecho una mierdesita asi de pequeñita y la han titulado “un perro andaluz”, el perro soy yo”.

El insolente y horripilante plano inicial de la película, en el que una navaja de afeitar corta un ojo por la mitad, basta para asegurar a “Un perro andaluz” un gran “succeés de scandale”, así como para atraer la admiración y los denuestos a partes iguales (ver mi texto “El ojo y la navaja” de Buñuel). Gracias a ésta  película , Buñuel y Dalí  obtuvieron una suma de dinero del vizconde de Noailles, un distinguido mecenas, para rodar su siguiente proyecto, “La edad de oro” (L’âge d’or”, 1930). Finalmente, la película sería realizada solo por Buñuel y marcó el final de su amistad con Salvador Dalí (aunque el verdadero motivo fuese la aversión que Buñuel profesó siempre a SuperGala).


“La edad de oro” no se parece a ninguna otra película ni anterior ni posterior a ella. Con sus extraordinarias imágenes, que revelan los aspectos horribles y disparatados de la vida cotidiana, su anticlericalismo, antiautoritarismo, su oposición a los valores burgueses, sus aspectos sádicos y blasfemos (al final Buñuel evoca la orgía sadiana –  la que tambien usó Pasolini en “Saló” – de “Los 120 días de Sodoma y Gomorra”, y hace salir a los mayores crápulas del festejo. El último en comparecer en la pantalla – mientras suenan ininterrumpidamente los tambores de Calanda – es….Jesucristo en imagen salsupiciana de sagrado corazón), su exaltación del “amour fou” y sobre todo, su enorme carga de ironía y sentido del humor, constituye algo así como la exposición del credo buñueliano, y una fuente de inspiración y referencia para buena parte de sus películas posteriores. Tan seminal como “Un chien andalou”, “La edad de oro” es quizá el título del grandioso cine mudo clásico más impermeable al paso del tiempo. Su estreno en Paris provocó manifestaciones de la extrema derecha, que tiró bombas contra la puerta del cine, e intervenciones de la policía, mandada por Chiappe, que reflejaban la creciente derechización de la sociedad francesa de la década anterior a la Segunda Guerra Mundial y a la que Buñuel haría, posteriormente, una sarcástica referencia al final de “Journal d’une femme de chambre” (1964).

Años difíciles



 A su vuelta a España, Buñuel rodó un documental extraordinario. “Tierra sin pan” (“Las Hurdes” o “La terre sens pain”, 1932), que aplicaba una visión  airada y esencialmente surrealista a las duras condiciones de vida de las Hurdes extremeñas, una de las zonas  más pobres, depauperadas y oprimidas de España. La película sería prohibida por la censura de la II República.  Despues, y considerado ya como de las grandes figuras del cine mundial, Buñuel desapareció prácticamente del mismo durante veinte años, dedicándose  a supervisar las producciones de la Nueva Empresa Filmófono, creada en Madrid por Ricardo Urgoiti (entre ellas “Don Quintin el amargao” 1935, “La hija de Juan Simón”  1935 y “Quién me quiere a mi” (1936). Y luego a colaborar en algunos documentales sobre la Guerra Civil Española. En 1939, convertido en un exiliado (no está de más añadir que Buñuel jamás militó en el P.C.E. - si durante pocos años en el P.C.F. - ni en el P.S.O.E., ni sintió la menor simpatía por el anarquismo, el nacionalismo o el terrorismo), aceptó el puesto que le ofrecía  el Museo de Arte Moderno de Nueva York, pero lo perdió poco después merced a una denuncia de Dalí (que informó a los estadounidenses de que Buñuel era comunista) y la intervención definitiva del siniestro Cardenal Spellman y del Departamento de Estado, que amenazaron con represalias si ese “ANTICRISTO” no era despedido de inmediato. Era la época del “new deal” pero la censura a Buñuel lo que profetizaba era la Caza de Brujas.



Buñuel no volvió a rodar hasta 1947, año en que inició en México una larga serie de películas de bajo presupuesto, rodadas en muy poco tiempo y que culminaron en  el mazazo de “Los olvidados” (1950, Patrimonio Mundial de la Humanidad, según la Unesco), un drama sin concesiones sobre los delincuentes juveniles de México D.F. y en el que Buñuel mezclaba los aspectos documentales con visiones y alucinaciones típicamente surrealistas. La obra deslumbró a intelectuales como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Max Aub, Jean-Paul Sartre o Henry Miller. Obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival de  Cannes1951 y resta como una de las obras maestras inmortales de uno de los genios, insisto solo discutido en España y Aragón, que más allá del cine conforman la Gran Cultura del Siglo XX. Además, y junto a sus otras tres piezas maestras del surrealismo que  iniciaron  su filmografía, le consagran como al único surrealista que ha resistido, sin fisuras, el paso del tiempo. En 2013 pocos se acuerdan o leen la “Nadja” de André Breton o la poesía de Louis Aragon. En cuanto a Salvador Dalí, excepto en su primera época y cuando era amigo de Lorca y Dalí (a los que dedicó dos maravillosos cuadros significativamente titulados “La miel es más dulce que la sangre” y “La sangre es más dulce que miel”), siempre me ha parecido un pintor melifluo y de colores dulzones y, en muchos aspectos, un invento comercial de Gala. “Los olvidados” inicia tambien la etapa más fructífera y mejor de la filmografía buñueliana: la mexicana.

Luis Betrán Colás

2 comentarios:

  1. muy interesante

    saludos

    J.D.V

    ResponderEliminar
  2. Gracias J.D.V. Lo que viene a continuación aun es más interesante. Cordiales saludos.

    ResponderEliminar