viernes, 23 de julio de 2010

Memorias de la crítica cinematográfica en España 2 (Zaragoza)

Antes de escribir algo sobre la crítica cinematográfica en los diarios de Zaragoza, quisiera no dejar en el olvido a dos revistas de muy corta existencia pero que no dejaron de tener su interés.

1) CONTRACAMPO

La única que se aproximó a la ideología de Nuestro Cine, solo que ubicándose más bien en una extrema izquierda que hizo que sus reseñas rozasen el ridículo. Pocos o ninguno se salvaban de las invectivas de sus redactores, más políticas (extremo odio al PC y al PSOE) que cinematográficas. Lo más recordable de ella es su exaltación del Buñuel mexicano y la condena del francés. "Belle de jour" ganó el León de Oro en el Festival de Venecia de 1967 y fue bendecida por Jean-Paul Sartre. No importó. Sartre tambien representaba a la derecha antiobrerista.

2) CASABLANCA

Más en el estilo de Fotogramas que en el de una publicación más sesuda, se la recuerda por dos entrevistas memorables. La primera a François Truffaut pocos años antes de sus prematura muerte: el gran debelador de todo aquello que no fuese Hitchcok o cine americano, en su madurez había experimentado una curiosa transformación. Entonaba una suerte de mea culpa y declaraba que los más grandes cineastas de la historia habían sido Chaplin, Bergman y Buñuel (ni una referencia a sir Alfred, algo inaudito en el el hombre que escribió "Le cinéma selon Hitchcock"), que John Ford babeaba ante los uniformes y lo más divertido de sus declaraciones: afirmaba iracundamente que Godard era un bluff, un envidioso compulsivo, un pésimo cineasta, un oportunista político y una mala, malísima persona.

Por su parte, Joseph L. Manckiewicz abominaba de Hollywood y de la crítica francesa por haber ensalzado "Cleopatra", para él una pesadilla espantosa que se llevó lo mejor de su talento y una película de la que solo salvaba a.....Elizabeth Taylor. En la misma dirección se burlaba, no sin cierta amargura, de aquellos que ponían por las nubes el cine de Raoul Walsh. Sus palabras sobre este director no tienen desperdicio: ¡Oh si!, es muy bueno, los indios llegan por la parte derecha de la pantalla y los militares por la izquierda  y luego se juntan en medio y pelean, sin duda es un autor de fabulosa calidad. Finalmente lamentaba no haber podido llevar al cine el "Cuarteto de Alejandría" de Lawrence Durrell, se explayaba en elogios y conocimiento del corpus de Shakespeare, decía no haber podido soportar a Bogart en "La condesa descalza" y no haber sabido dirigir a Ava Gardner amén de que esa tenía que haber sido la obra de su vida pero el Código Hays lo impidió. Tenía toda la razón.


LA CRITICA CINEMATOGRÁFICA EN ZARAGOZA

1) El Cine Fórum Lux

En Zaragoza la crítica cinematográfica a lo más que llegó a estar influida - en cuanto a corrientes o movimientos cinematográficos se refiere - fue por aquella curiosa manifestación cultural que fue el Cine Fórum Lux. Institución santamente dirigida , como Film Ideal, a convertir un rayo de luz en un rayo de Dios. Era la versión del cine parroquial cuyos charlistas han leído a Henri Agel. Su cine favorito oscilaba del neorrealismo o la mal llamada "qualité" francesa, pasando por las adaptaciones de Shakespere y algún Chaplin misteriosamente redivivo. Se hablaba de fondo y forma y los fieles, inspirados por un súbito jansenismo, despreciaban ésta como si de la carne ante el infierno se tratara. En búsqueda de una pureza anímica perdida, estos catequistas perdieron a su vez su público cuando el formalismo llegó a Film Ideal acabando con las bellezas del alma que nos hacían contemplar los del Lux.

2) Heraldo de Aragón



El diario más vendido tuvo hasta mediados de los 60 un crítico insólito: Pérez Gállego. Combinaba con elegancia un pulcro conocimiento del cine , una vasta y no pedante cultura y un agudo sentido del humor. Sin suponérsele adscrito a grupo o teoría alguna, sus textos respondían a una personalidad libre y brillante. Se hicieron famosas sus pequeñas claves para saber, cuando hacía varios comentarios de films en la misma página lo que resultaba frecuente los martes, cual de ellos le había perecido mejor y eso habiendo repartido por igual elogios o palos. En su película favorita firmaba con su nombre completo y con iniciales en  los demás. Algo así como el artista renacentista que firma o no sus cuadros  según variadas circunstancias que los estudiosos de siglos venideros adivinarán. Al margen de que uno estuviese de acuerdo o no con él - en mi caso pocas veces - siempre dejó entrever que tras una escritura elegante e irónica había un pequeño conocedor que se esforzaba en ayudar a dar la vuelta a la tortilla contra el falso naturalismo y la seudopoesía. La verdad es que le leí muy tarde, yo no pasaba de ser un adolescente.

Pero hacia finales de 1963 fue sustituido por Joaquín Aranda, el cual echó toda la carne en el asador en su primera crítica: "El eclipse" de Antonioni. Ya apareció allí  lo que luego se confirmaría: su pesado moralismo, la vaporosidad de las comparaciones, una pedantería disfrazada de sencillez. Sin embargo, Aranda ha disfrutado casi hasta su fallecimiento de una fama que su antecesor no tuvo, hasta el punto de convertirse en el mandarín de la crítica zaragozana. "Heraldo de Aragón" tiene, tuvo, y tendrá una crítica cinematográfica acorde con la línea del periódico: suave y sin estridencias, conservadora y con un impostado tinte "liberal" para estar siempre a pluma y a pelo o sea complaciendo a los tiempos políticos del momento.. No ha formado al lector pero le ha dado - peligrosamente - una información sesgada. La sra. Puyó, que es desde la retirada de Aranda , la que ejerce el menester de crítica es exacta representante de lo dicho. Una nulidad, vamos.

Del resto de periódicos cabe añadir únicamente "El Noticiero" (desaparecido hace muuuuuchos añooos), que en los 60 muestra el declive y desfasamiento  de todo el periódico , y con él el de su crítico Orencio Ortega Frisón (Merlín), hombre cansino, fuera de lugar, que no parecía amar el cine ni mucho ni poco. Adicto a la más decadente línea católica de imposible continuación tras los 50, le cabe el mérito de haber fundado el primer cine-club de Zaragoza. La lectura hoy de sus comentarios induce a ejercer la caridad cristiana del olvido.

Queda un "outsider". Siempre de un diario a otro: el indispensable Manuel Rotellar, auténtica institución de la cinefilia zaragozana aún despues de muerto (como Alberto Sánchez) y ejemplo absoluto de vocación. Su principal virtud fue el didactismo, pero la verdad era que escribía sin fluidez, con prosa amazacotada y carente de gracia. No importa. Rotellar ha influido en no menos de una generación de espectadores. Sus afinidades electivas se centraron en "el terror Universal", el expresionismo alemán, , el documentalismo inglés, Flaherty, Eisenstein. Sus fabulosos archivos - se ha comentado en otro post reciente - fueron literalmente abandonados a su suerte hasta quedar poco menos que inservibles. Naturalmente, merced a la incompetencia de los directivos de la Filmoteca de Zaragoza. Eso si, afectos al partido en el que milita el impresentable alcalde de Zaragoza Juanitotranvías.


Las radios



En el capítulo de emisoras ninguna mención merece "Oscar" de Radio Zaragoza. Perdido entre la publicidad y el aburrimiento Carlos Hidalgo, en Radio Juventud (del "glorioso movimiento"), pequeño profesor de pequeñas cosas que nada acabaron por significar. A día de hoy destaca sobremanera Roberto Sánchez en Radio Zaragoza (SER), miembro de la Tertulia Perdiguer y excelente en todos los sentidos, incluida su magnífica voz. El mejor crítico cinematográfico zaragozano en los llamados medios sin discusión posible.



Radio Popular (COPE) imprevistamente formó un equipo de amantes del cine reclutados en cine-clubs o del vagabundeo por bibliotecas o colegios mayores. De características muy heterógeneas, contrastaba la radicalidad de sus opiniones con la mesura del medio en el que se movían - dependiente del arzobispado y ultracatólico -. Estaba claro que tal planteamiento traería contradicciones  que motivarían su desaparición, como así fue a finales de los sesenta. Hasta entonces se ejerció una critica con pocos matices, plena de entusiasmos y rechazos, muy combativa y en una línea que de haber continuado hoy hubiese conducido al escepticismo o a la batalla ácrata. Escritos leídos con voces poco radiofónicas pos sus autores - Manuel Pérez Lafarga, Mariano Baselga, Juan Antonio Armillas, Emiliano Puértolas, Juan Graell (fallecido prematuramente), Juanjo Vázquez y el que suscribe - que trataban de expresar en tan solo unos minutos  semanales algo más que el comentario de una película. Se sacaba la voz por todo lo que entonces había que callar. Fue una critica del momento y para el momento, pero que logró más audiencia que otras y supuso para sus autores los primeros actos afirmativos y personales de unas andaduras que no siempre mostrarían coherencia con aquellas. Véase el caso de Juanjo Vázquez que pasó de una fingida extrema izquierda....a ser desde hace años el Viceconsejero de Cultura del Gobierno de Aragón (PSOE-PAR) e importarle un pimiento que desapareciera Cinefrancia, por no hurgar más en la traidora herida que ganas no me faltan.

Y esto es todo. Una simple ojeada sobre el panorama crítico  zaragozano de aquellos años. Se empezaba a admirar el film que combinaba una postura ante el mundo  con una forma de expresión nueva y rica. Se amaban "El Evangelio según San Mateo", "América, América", "La noche", "El gatopardo".....Las películas iban a ser comprendidas por intelectuales de de rentas, críticos de diario y públicos. Los títulos nombrados así lo atestiguan. A ello contribuyó todo el movimiento cineclubista que, domingo tras domingo, agrupaba en los colegios mayores a cientos de jóvenes aficionados, deseosos de conocer un mejor cine, deseosos de conocer un cine diferente.

A día de hoy no se quién se ocupa de la crítica en la COPE ni me importa. Si me da vergüenza leer las reseñas de "El País", el diario más influyente y de mayor venta en todo el territorio nacional no solo en Madrid. Allí "mi amigo" Boyero, un "crítico" simplemente ridículo, y sus colegas Jordi Costa y Javier Ocaña nos cuentas las maravillas que yo no advierto a ver en el cine americano contemporáneo. Será que soy mayorcito y no me he dado cuenta que Batman, Spiderman, Bourne,Pixar etc. es alta, altísima cultura. Casi tanta como el Empire State Building.¡Que digo¡, mucho más. Y que Europa es una cadaver en todos los aspectos artísticos que da pena ante esa majestuosidad destinada, seguro, a perdurar por los siglos de los siglos. Al igual que terminé mi anterior y antepenúltimos post: y una mierda así de grande y así de tierna. Y ahora no pido excusas porque no me da la realísima gana.


Luis Betrán



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