viernes, 9 de julio de 2010

Despedida segunda que trata de tenis, fútbol y delfines




Como sabemos Rafael Nadal ha ganado por 2ª vez el Torneo nº 1 del tenis: Wimbledon. No voy a entrar ahora en consideraciones sobre este deporte que, probablemente, es despues del fútbol, el que más me gusta. Lo que me sorprende es otra cuestión. En "El País", cuando se produce un acontecimiento deportivo (o de otro jaez) de primera magnitud, existe un espacio para que dejes si te peta algún comentario en el mismo. No es costumbre mía el hacerlo pero, a veces, leo un tanto por encima lo que ha escrito el personal.

Con este fausto motivo (la victoria de Nadal), me quedo algo pasmado ante opiniones y rifirrafes que definen muy bien a la "España virtual", en afortunado calificativo de Arturo Pérez Reverte. Importa, y muchísimo, si Nadal habla mallorquín o no. Y porqué si conoce ese "idioma" no lo parla cuando sale en televisión. Es que tu no vives en Manacor, afirma un perfecto imbécil, que yo le he visto con su novia y entre ellos hablan en mallorquín, manacorí, o lo que sea la jerga de marras. Vamos que Nadal no es buen mallorquín sino un gran español, y eso no gusta a un pequeño aunque significativo núcleo de los habitantes de las Islas Baleares. La majadería nacionalista carece de límites.

ESPAÑA A LA FINAL DE SUDAFRICA



Esto si que es gordo. La España virtual casi se evapora para convertirse en la España real. Que suerte de extraña magia produce este fenómeno que en la política de las autonomierdas no puede ser y además es imposible.¡¡¡Amigos, el futbol¡¡¡. Nunca el panem et circensis alcanzó tan incalculables dimensiones en nuestro país. No hay crisis que valga si estamos a un paso de ganar el Mundial de Sudáfrica. Es que no hay antecedentes y será dudoso que haya consecuentes. España, país en el que el fútbol es lo primero, ha hecho pertinazmente el ridículo en la historia de los Campeonatos del Mundo de este deporte. Y de repente, henos a las puertas de elevar la preciosa copa Jules Rimet.

Todo empezó en la Eurocopa 2008, trofeo que se había ganado por única vez en ¡¡¡1964¡¡¡ merced al espectacular gol de Marcelino, por aquel entonces delantero centro del Real Zaragoza y gran cabeceador. Lo vimos los mayorcitos en la televisión en blanco y negro. Desde tan lejana fecha a la tan cercana antes citada, nada de nada. Pero en Austria España, guiada por Luis Aragonés, bordó el fútbol y ganó la citada Eurocopa por segunda vez. Había surgido una generación de futbolistas de enorme calidad, y un modelo de juego que procede de Johann Cruyff y de su discípulo Guardiola. O sea, del gran Barcelona (¡¡ahi va lo que he escrito¡¡¡) del dream team primero y de los tres últimos años despues.



Esa generación ha llegado a Sudáfrica, ahora bajo la égida timorata de Del Bosque, siendo todavía joven y sin haber perdido un ápice de su magia. Todos los equipos a los que se midió eran perfectas muestras del antifutbol made in Italy y con cerrojos, para los que hacían falta más de 7 llaves, se lo pusieron difícil a España. Se perdió con Suiza jugando mal, se ganó a Portugal y a Paraguay jugando mejor pero sin dar, ni por asomo, la auténtica talla del equipo. Cierto que fueron partidos en los que la selección - a la que me niego a llamar la roja - tan solo jugo con diez los primeros 45 minutos de esos tres partidos. La presión del grupo Prisa, sus diarios y sus cadenas de tv - en un "madridismo" que no cuesta nada considerar como heredero del que primaba en el franquismo - en poco menos que exigir la alineación como titular de un Fernando Torres (1) sin forma alguna ,  convaleciente de una grave lesión e incapaz de otra cosa que no fuese estorbar,  neutralizó no poco al equipo. Le salvo David Villa en las tres ocasiones.

Pero frente Alemania la cosa fue distinta. Los germanos habían arrollado a la Inglaterra del porco Cappello y a la Argentina del impresentable Maradona. Y jugaba al fútbol, no al irredento catenaccio. Tuvo la  mala suerte de no poder alinear a una de sus "estrellas", el jovencísimo Müller, por acumulación de tarjetas. Y al medirse con España demostró que tratando de jugar en el mismo estilo era inferior, muy inferior, a nuestros jugadores. E·spaña la liquidó con un tremendo testarazo de Puyol, pero pudo haber más goles de no ser por la incompetencia de Pedro, un jugador correcaminos y aparentemente desestabilizador pero que está lejos de ser, por ejemplo, la sombra de Silva  ninguneado por Del Bosque (no juega ni el Madrid, ni en el Barcelona, ni en el Atlético de Madrid y encima es canario) que - hombre astuto que quiere seguir siendo seleccionador a toda costa - al verse en semifinales se decidió a dar descanso al jugador del Liverpool pero nacido en Madrid y amadísimo en la capital. "El Niño" de 26 años. Uuuff. No obstante lo sacó al final unos minutos donde volvió a demostrar que no está ni siquiera en condiciones de estorbar al portero o los defensas contrarios para ganar minutos. Puyol, el primero, Piqué, Xavi, Busquets e Iniesta fueron los mejores de un equipo que había recuperado la exquisitez de su toque. Por cierto, ¿De que equipo proceden esos jugadores?. Me temo que de aquel que en Zaragoza no se puede ni se debe nombrar, so pena de catalanismo, atroz estigma  que me acarreará sospechas de los envidiosos. Perdón: de los nobles de Aragón (¿los  miembros y votantes del PAR, por ejemplo?).





Y el próximo domingo final inédita; España/Holanda. Nunca lo tendrá más fácil la selección que, para bien o para mal, entrena el impersonal Del Bosque (insisto en ello, aún reconociendo sus acertados cambios, porque me temo que el Torres saldrá otra vez de titular). Los holandeses son peores que los alemanes y dependen de dos jugadores. Sjneider y Roben. Aquellos a los que echó el Florentino para fichar, por ejemplo, a Kaká, un santo do Brasil que en la actualidad seguro que reza mas y mejor que juega al fútbol. No obstante no las tengo todas conmigo: sigo pensando en que ni Torres ni Pedrito pintan nada en el once inicialr. Tampoco Navas o Marchena. Así que, otra vez, no me voy a privar del placer de proponer mi alineación ideal que seguro que no coincide con la del seleccionador y entrenador: Casillas, Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila (aquí hay dudas por la velocidad y habilidad en el regate de Roben), Alonso (no me gusta demasiado pero parece que Cesc está en malas condiciones físicas) Xavi, Busquets, Iniesta, Silva, Villa. Y a por todas a toque de vulucela pero sin ese coro tan feo de  ¡¡¡podemooooos¡¡¡¡. Pero la cosa no termina así: todavía me da tiempo de ver a catalanes festejando la victoria española ante Alemania, al Presidente del PNV felicitando a España y su selección y deseandole su triunfo definitivo ante Holanda. Lo que me lleva a las siguientes conclusiones: señores políticos deben ustedes largarse todos, el Presidente del Gobierno no puede ser otro que Iker Casillas, el honorable President de la Generalitat Carles Puyol (imposible Xavi que se apellida Hernández), el lehendakari evidentemente Xabi Alonso, y para ministros aún nos quedan ¡¡¡19¡¡. Y entonces si que  ESPAÑA UNIDA JAMAS SERA VENCIDA.


A PROPOSITO DE DELFINES Y OTROS ANIMALES MAS PELIGROSOS



Contempló en televisión imágenes no poco suculentas del intento de estreno de "The cove" en Japón, definitivamente prohibido en tan tecnológicamente avanzado país "porque ofende una tradición milenaria y supone un menosprecio impregnado de racismo de Occidente respecto a Oriente". Lo que veo es un tanto aterrador, individuos jóvenes con bates de béisbol tratando de zurrar a los encargados de los cines. Gente entrada en años que no se cortan en declarar que la película es peligrosa porque lo que en ella se contempla es una de las manifestaciones más auténticamente japonesas y no hacen daño a nadie.

¿En que consiste la tradición milenaria tan genuinamente japonesa que denuncia "The cove"?: en la matanza espantosa de delfines a cuchillos, arpones y sables por el simple placer de matar, y teñir las aguas de la costa nipona ,en la que se ejecutan sumariamente a los cetáceos, de rojo sangre en una superficie marina de no poca extensión. Contemos algo de este documental ganador del Oscar 2010 en su especialidad. Resulta que el que fue de joven el entrenador de delfines para la serie televísiva "Flipper" (tambien se hicieron películas) observa que en sus cabriolas y volatines que tanto gustaban, y gustan, a los nenes los animales no se  lo pasaban tan bien como sus espectadores. Haciendo una de esas concesiones sentimentales que tanto emocionan a los estadounidenses, nuestro hombre (que es un pelín exhibicionista) cuenta a la cámara el disgusto que se llevó cuando una delfina de las que interpretaban a Flipper  murió en sus brazos. Y ni corto ni perezoso, con firme propósito de la enmienda y dolor de los pecados, se dedica a reclutar un equipo de profesionales a lo "Misión imposible" para tratar de impedir la matanza de delfines que se práctica todos los años en Japón y que él ,supuestamente,  ignoraba en su candidez.




Como se sabe Japón es el país del mundo que consume en su dieta mayor cantidad de pescado del mundo. Y bien que lo apreciamos los que degustamos con fruición en restaurante, probablemente más vocacionales que auténticos, las delicias del sushi y el sashimi. Pero con los delfines la cosa cambia. Se pescan en el ex Imperio del Sol Naciente tanto o más que las ballenas, pero mientras que las segundas se las zampan los sabios delfines no, ya que su carne contiene elevadas dosis de mercurio y esa circunstancia perjudica muy seriamente la salud. Lo que no impidió durante años que los pescadores y/o matarifes preparasen sandwiches y bocatas mercurizados para los niños. Esta perversión alevosa fue el trozo de la película que más me gustó y en el que la denuncia que persigue "The cove" se muestra más eficaz.

Los citados pescadores/matarifes capturan ingentes cantidades de delfines con el objeto de ser vendidos a los abundantísimos delfinarios de Occidente. Pero para los volatines y las cabriolas solo sirven los ejemplares jóvenes. Entonces, y ahí surge la tradición tan respetable y sagrada, los machos y hembras veteranos son asesinados, troceados, ejecutados en un horror de sangre, espuma  y agua que para los japoneses parece constituir un espectáculo de arrolladora belleza.



Confieso no sentir la menor simpatía por esa gente que mata delfines con identico placer con el que apioló más de un millón de chinos en la Guerra de Manchuria. Que ama lo militar desde los tiempos inmemoriales de los samurais a los más recientes del nazi aquél de Yukio Mishima, célebre escritor que formó su guardia personal al "tradicional" modo y acabó suicidándose en el dulce éxtasis del sepukko o harakiri. Resulta increíble que el hombre que escrbió esa delicada maravilla de "El pabellón de oro" fuese el mismo. Pero asi debe ser Japón - y escribo debe ser porque no tengo la menor intención de viajar hasta allí - , capaz de crear bellísimos jardines por ejemplo (otra tradición) y de amar la muerte tanto o más que el mismísimo Millán Astray. Fueron castigados con la mayor barbarie en Hiroshima y Nagasaki, no se olvide.

"The cove" no es una buena película. Las intenciones superan de largo a los resultados. Y llega a mostrase indecentemente chapucera cuando en sus planos finales muestra en tomas aéreas el espacio de costa japonesa teñida de sangre de delfines ............o de mercromina generada por ordenador. El rojo fosforito antinatural de esos planos resulta risible como epilogo a un asunto que no tiene nada de divertido.

De cualquier manera al prohibir la película Japon se ha delatado a si misma por lo que "The cove" me resulta ahora mucho más estimable que cuando la vi por primera vez. Su denuncia, por supuesto, será inútil y Japón continuará haciendo con los delfines y ballenas lo que le de la gana. Con o sin respaldo de la O.N.U. Una muestra más de "la condición humana", porque bestialidades se cometen en Oriente y Occidente de muchas y diversas maneras. A veces sin necesidad de matar físicamente.


Luis Betrán

1) La cadena estatal por excelencia, la 1, se muestra más sutil. Veo el telediario de las 21 horas y en larguísimo capítulo futbolero, se refieren una y otra vez a los titulares y a los suplentes. Cuando nombran a los primeros, que portan peto naranja, sale siempre casi en primer plano Fernando Torres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario