Miguel Gomes (1)
Aquel
querido mes de agosto (2008 Romance Miguel Gomes)
Con Miguel Gomes, llega a este dossier de cine
portugués el cineasta más importante y más premiado del país vecino, una vez
muertos Oliveira, Rocha y Monteiro. Si la historieta de bastidor teatral que el
director Miguel Gomes cuenta es real, no importa mucho - poco a poco
descubrimos que "historia real" es un concepto un tanto voluble en
Aquel querido mes de agosto, película portuguesa que coloca mucho -. El buen
humor, la ficción, el documental y el arte de la representación como un todo en
cortocircuito. La historia es la siguiente: el equipo de filmación de Gomes
(vivido en la película por él mismo) se instala en el interior del país para
filmar la historia de Tânia, adolescente que, tras el resplandor de la madre,
vive una relación intensa con el padre, La relación termina afectada cuando
Tânia se interesa por su primo. Mientras Gomes aguarda el dinero de los
productores (ya está todo montado en el arrendamiento, pero no hay un elenco
seguro), decide poner la cámara para funcionar y registrar lo que aparece por
delante. El metalenguaje está presente desde los créditos iniciales, que no
salen como el director quería. A partir de ahí acompañamos al equipo por
grabaciones documentales y entrevistas con moradores de la región en Aldeia de
Benfeita, Pardieiros, en el Río Alva, en Coja, Anseriz, Pisión, Luadas, Vinhó
... Agosto es la época de los festejos locales, con mucho karaoke, comida,
fuegos artificiales. La otra u otra aparece en escena con ese micrófono de
sonido directo, el boom, que los portugueses llaman conejo, por ser chiquito.
El equipo asume que está conectando la cámara y
tomando lo que ve, pero la disposición de ese material desde el principio es
sofisticada (aunque los planos son casi todos estáticos y los cortes, raros),
particularmente con el sonido de una escena invadiendo la otra - esta cuestión
del sonido todavía va a rendir una broma impagable al final de la película. El
caso es que la gran jugada de Aquel querido mes de agosto es mostrar que hay
mucho de ficcional en la forma en que esta "vida real" se presenta y
en la forma en que se ordena en la película.
En una escena, por ejemplo, el director Gomes
filma jóvenes haciendo de broma con sombras, ante los faros de un coche, que
están cazando un jabalí. Este jabalí muerto de mentirinha aparece minutos
después, muerto de verdad, listo para ser limpio para la cena. Hay una ficción
que se hace allí con material documentado, por lo tanto. Antes de eso, el
propio material que Gomes cosecha ya viene impregnado de ficción. Como en la
historia de Pablo, un sujeto malo de la cabeza que da un salto mortal del
puente del Alva en pleno carnaval. Para cada persona que cuenta la historia de
Pablo, oímos una versión diferente. "No vi, fue lo que me dijeron",
dice un entrevistado. Otro momento emblemático: cuando el gringo del hacha, el
día de su cumpleaños, da una entrevista al equipo acompañado de una intérprete
lisboeta, pero, en lugar de traducir, rehace el testimonio del gringo con sus
propias opiniones. Y ahí se oyen los ecos del viejo mantra semiótico de
McLuhan, el medio es el mensaje. Sería muy difícil hacer una película como
Aquel querido Mes de Agosto en otro lugar, porque es la tradición de historia
oral del interior de Portugal la que la
fundamenta.
En el caso de que se trate de una película de
ficción, se trata de una gran película sobre la representación de la realidad
(y sobre el mito del género documental de que es posible ver el mundo imparcialmente,
sin los filtros del observador), un pueblo de Sicilia lusitano. De repente, sin
ningún cambio en el estilo, empezamos a ver la puesta en escena prevista allí
al principio, la historia de Tania. El cineasta acabó tomando a los residentes
del lugar para vivir los personajes, pues, como había dicho antes para un
productor, él "quiere personas, no actores". Y si la primera mitad de
la película era un documental con toques de ficción, la segunda se muestra una
ficción con toques de documental - antes que nada, porque ya conocemos la
historia anterior de aquel escenario, como cuando Tania y su primo paseaban
sobre el puente (El mismo puente de donde Pablo salta). Y hay temas tocados por
la ficción que forman parte de aquella comunidad de hecho, como el patriarcado
arraigado. El resultado de la inversión de representaciones es genial. Es
difícil saber hasta qué punto son mera escenificación escenas como la del
incienso o de las procesiones. Y lo más interesante es que Gomes no se desvía
de ese choque en ningún momento. En los últimos instantes de Aquel querido Mes
de Agosto, cuando filma un árbol en un parque, él apunta a enfocar la plaquita
que le explica la especie. Estamos en el cine, tierra de la ilusión, entonces
es prudente mostrar la plaquita para que el espectador no se quede pensando que
aquel árbol es de mentira. Pura belleza, fantasía, canciones, que no da un
minuto de respiro.
Tabu
(2012)
“Tabú”, si no recuerdo mal, se estrenó en
Zaragoza lo que me exime de largo comentario. Distintas generaciones se
entrecruzan en un entramado de relatos románticos hasta quedar
irremediablemente atrapados en un sentimiento común de soledad, melancolía,
saudade. El afecto y ternura que muestran unos con otros, cuando no amor
fervoroso, apenas amortiguan la aspereza de unas relaciones humanas
profundamente moldeadas por pautas coloniales y religiosas. Bello filme,
repleto de detalles exóticos y emotivos en blanco y negro, dividido en dos
partes, en que la sobriedad de los planos e intensidad de diálogos de la primera
entrega contrastan, pese a la carga dramática y emocional, con la ligereza en
el homenaje al cine mudo y la música retro colonial de la segunda,
monolíticamente estructurada en torno a la narración en off. En palabras del
director, se busca producir choques mediante cambios en el registro y las
reglas del discurso. Los sentimientos de pérdida y culpabilidad irreversibles,
los paraísos e infiernos de la memoria, y la vulneración de tabús o
prohibiciones preestablecidos, son según Gomes algunas de las claves de este
trabajo fabuloso ue bordea la genialidad.
Luis
Betrán
No hay comentarios:
Publicar un comentario