viernes, 5 de mayo de 2017

AKI KAURISMAKI (4)




LAS PELÍCULAS DEL GRAN FINLANDÉS

Calamari Union (1985)

"Calamari Union" es el segundo largometraje de Kaurismaki y constituye una fenomenal humorada. No es una obra maestra, pero sí están en ella todas las constantes del maestro finlandés que luego iría desarrollando posteriormente. También su director de fotografía, aquí en blanco y negro, que ejerce de productor. Todos los personajes, menos uno, se llaman Frank y buscan desesperados un lugar donde no mande el capitalismo.
Un grupo de hombres, la mayoría de ellos llamados Frank, deciden viajar al otro lado de la ciudad. La vida se ha vuelto insoportable para ellos en la parte de la ciudad en la que viven, porque "los niños y perros sueltos hacen imposible moverse en las calles”. Tienen que esconderse en los callejones como leprosos. Son, o eso piensan, humillados y ofendidos. Tampoco seres humanos libres de una nación orgullosa. Además, una vieja malvada les patea en la espinilla un día sólo por abrir la boca en el lugar equivocado. Buscan Eldorado y en el intento...
La historia la escribió Kaurismaki a la vez que filmaba la película. He aquí tan solo un diálogo:
Frank: Vamos a coger un taxi.
Frank: ¿Tienes dinero?
Frank: No. ¿Y tú?
Frank: No.
Frank: Vamos a coger un taxi.
Frank: De acuerdo.
Imprescindible, divertida, absurda. Kaurismaki puro.
Contraté a un asesino a sueldo (1991)
Si "Hamlet se va en viaje de negocios" es la película francesa de Kaurismaki, "Contraté un asesino a sueldo" es su película inglesa y, por tanto, está hablada en inglés y no en finlandés y rodada en el Londres más mugriento y menos turístico que imaginar quepa. El protagonismo de Jean-Pierre Léaud se debe a la admiración que Kaurismaki siempre tuvo por "Los 400 golpes", el primero y para mi el mejor largometraje de François Truffaut. Ya le vimos fugazmente en el insólito Hamlet anticapitalista. Aquí vuelve a ser víctima del sistema porque es expulsado de su trabajo en Londrés por ser francés y no inglés. Parece como si el astuto finlandés hubiese olfateado el futuro brexit.
Los 15 primeros minutos, sin apenas diálogos, son de un humor maligno y descacharrantes. Léaud y resto de intérpretes vuelven a ser "modelos" bressonianos. La música es variada y singular y la fotografía del operador fijo de Kaurismaki, esta vez en color, es sensacional. Resultado: una de las películas más brillantes que he visto en mi vida. Gracias Sr. Kaurismäki por hacer otra vez una obra maestra y van... Todo es perfecto. La historia es interesante. Con un presupuesto pequeño, pero inteligentemente utilizado y ese cutre Londres como telón de fondo de la película, la función no es nada aburrida. Todo lo contrario. El cameo de Joe Strummer de Clash también es estupendo.

Contraté a un asesino a sueldo (1991)

Si "Hamlet se va en viaje de negocios" es la película francesa de Kaurismaki, "Contraté un asesino a sueldo" es su película inglesa y, por tanto, está hablada en inglés y no en finlandés y rodada en el Londres más mugriento y menos turístico que imaginar quepa. El protagonismo de Jean-Pierre Léaud se debe a la admiración que Kaurismaki siempre tuvo por "Los 400 golpes", el primero y para mi el mejor largometraje de François Truffaut. Ya le vimos fugazmente en el insólito Hamlet anticapitalista. Aquí vuelve a ser víctima del sistema porque es expulsado de su trabajo en Londrés por ser francés y no inglés. Parece como si el astuto finlandés hubiese olfateado el futuro brexit.

Los 15 primeros minutos, sin apenas diálogos, son de un humor maligno y descacharrantes. Léaud y resto de intérpretes vuelven a ser "modelos" bressonianos. La música es variada y singular y la fotografía del operador fijo de Kaurismaki, esta vez en color, es sensacional. Resultado: una de las películas más brillantes que he visto en mi vida. Gracias Sr. Kaurismäki por hacer otra vez una obra maestra y van... Todo es perfecto. La historia es interesante. Con un presupuesto pequeño, pero inteligentemente utilizado y ese cutre Londres como telón de fondo de la película, la función no es nada aburrida. Todo lo contrario. El cameo de Joe Strummer de Clash también es estupendo.
 

 La vida de Bohemia (1992 Drama Aki Kaurismaki)

"La vida de Bohemia" es la primera película "francesa" de Kaurismaki, la segunda sería "El Havre". Y no pueden ser más distintas. Este maravilloso film parte de una novela hoy olvidada que sirvió de base a la muy presente ópera de Puccini "La Bohème". Filmada por el operador habitual de Kaurismaki en un restallante blanco y negro y con exteriores en Paris y toda suerte de anacronismos, esta es una de las propuestas más originales del gran finlandés realizada justamente contra la famosa ópera. Kaurismaki la denominó comedia dramática y, efectivamente, es una casi genial comedia que imperceptiblemente se convierte en drama. Nunca en melodrama operístico. El cachondeo que se marca Kaurismaki es de órdago. Uno de los bohemios se apellida Marx, otro tiene un perro al que llama Baudelaire, el que aporrea el piano dice apellidarse Shakespeare. Mimí no es una tierna criatura sino una prostituta, lo mismo ue Musette. El aspecto de los tres no puede ser más desastrado. Los diálogos parecen escritos por Groucho Marx, y los recitan imperturbables el equipo habitual de actores y actrices de Kaurismaki siempre feos y sin el más mínimo glamour. La banda sonora, música diegética, es la que a Kaurismaki le da la gana. Aparece brevemente un maduro Jean-Pierre Léaud - el Antoine Doinel de Truffaut - y el gran director americano Samuel Fuller con su puro, pero sin decir las tonterías que pronunciaba en "Pierrot le fou" de Godard.

"La vida de Bohemia" es una burla constante de la alta cultura y el film más libre que imaginar quepa. No se parece a ningún otro de su autor, salvo en el habitual homenaje al genial Robert Bresson del que se reproduce una secuencia de "Pickpocket" - el robo de una cartera - . Lo que si queda claro, desde el principio, es que Kaurismaki pordría repetir los versos de José Martí en su popular "Guantanamera": "con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar". Película inmensamente disfrutable, tanto para cinéfilos como para cualquier espactador/a, que no se tome muy en serio a si mismo. Parafraseando al citado Shakespeare, "todo en el mundo es burla, todo en el mundo es farsa".

Luis Betrán


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