LAS PELÍCULAS DEL
GRAN FINLANDÉS
Calamari Union (1985)
"Calamari
Union" es el segundo largometraje de Kaurismaki y constituye una fenomenal
humorada. No es una obra maestra, pero sí están en ella todas las constantes
del maestro finlandés que luego iría desarrollando posteriormente. También su
director de fotografía, aquí en blanco y negro, que ejerce de productor. Todos
los personajes, menos uno, se llaman Frank y buscan desesperados un lugar donde
no mande el capitalismo.
Un grupo de hombres,
la mayoría de ellos llamados Frank, deciden viajar al otro lado de la ciudad.
La vida se ha vuelto insoportable para ellos en la parte de la ciudad en la que
viven, porque "los niños y perros sueltos hacen imposible moverse en las
calles”. Tienen que esconderse en los callejones como leprosos. Son, o eso
piensan, humillados y ofendidos. Tampoco seres humanos libres de una nación
orgullosa. Además, una vieja malvada les patea en la espinilla un día sólo por
abrir la boca en el lugar equivocado. Buscan Eldorado y en el intento...
La historia la
escribió Kaurismaki a la vez que filmaba la película. He aquí tan solo un
diálogo:
Frank: Vamos a coger
un taxi.
Frank: ¿Tienes
dinero?
Frank: No. ¿Y tú?
Frank: No.
Frank: Vamos a coger
un taxi.
Frank: De acuerdo.
Imprescindible,
divertida, absurda. Kaurismaki puro.
Contraté a un
asesino a sueldo (1991)
Si "Hamlet se
va en viaje de negocios" es la película francesa de Kaurismaki,
"Contraté un asesino a sueldo" es su película inglesa y, por tanto,
está hablada en inglés y no en finlandés y rodada en el Londres más mugriento y
menos turístico que imaginar quepa. El protagonismo de Jean-Pierre Léaud se
debe a la admiración que Kaurismaki siempre tuvo por "Los 400
golpes", el primero y para mi el mejor largometraje de François Truffaut.
Ya le vimos fugazmente en el insólito Hamlet anticapitalista. Aquí vuelve a ser
víctima del sistema porque es expulsado de su trabajo en Londrés por ser
francés y no inglés. Parece como si el astuto finlandés hubiese olfateado el
futuro brexit.
Los 15 primeros
minutos, sin apenas diálogos, son de un humor maligno y descacharrantes. Léaud
y resto de intérpretes vuelven a ser "modelos" bressonianos. La
música es variada y singular y la fotografía del operador fijo de Kaurismaki,
esta vez en color, es sensacional. Resultado: una de las películas más
brillantes que he visto en mi vida. Gracias Sr. Kaurismäki por hacer otra vez
una obra maestra y van... Todo es perfecto. La historia es interesante. Con un
presupuesto pequeño, pero inteligentemente utilizado y ese cutre Londres como
telón de fondo de la película, la función no es nada aburrida. Todo lo
contrario. El cameo de Joe Strummer de Clash también es estupendo.
Contraté a un
asesino a sueldo (1991)
Si "Hamlet se
va en viaje de negocios" es la película francesa de Kaurismaki,
"Contraté un asesino a sueldo" es su película inglesa y, por tanto,
está hablada en inglés y no en finlandés y rodada en el Londres más mugriento y
menos turístico que imaginar quepa. El protagonismo de Jean-Pierre Léaud se
debe a la admiración que Kaurismaki siempre tuvo por "Los 400
golpes", el primero y para mi el mejor largometraje de François Truffaut.
Ya le vimos fugazmente en el insólito Hamlet anticapitalista. Aquí vuelve a ser
víctima del sistema porque es expulsado de su trabajo en Londrés por ser
francés y no inglés. Parece como si el astuto finlandés hubiese olfateado el
futuro brexit.
Los 15 primeros
minutos, sin apenas diálogos, son de un humor maligno y descacharrantes. Léaud
y resto de intérpretes vuelven a ser "modelos" bressonianos. La
música es variada y singular y la fotografía del operador fijo de Kaurismaki,
esta vez en color, es sensacional. Resultado: una de las películas más
brillantes que he visto en mi vida. Gracias Sr. Kaurismäki por hacer otra vez
una obra maestra y van... Todo es perfecto. La historia es interesante. Con un
presupuesto pequeño, pero inteligentemente utilizado y ese cutre Londres como
telón de fondo de la película, la función no es nada aburrida. Todo lo
contrario. El cameo de Joe Strummer de Clash también es estupendo.
La vida de Bohemia (1992 Drama Aki Kaurismaki)
"La vida de
Bohemia" es la primera película "francesa" de Kaurismaki, la
segunda sería "El Havre". Y no pueden ser más distintas. Este
maravilloso film parte de una novela hoy olvidada que sirvió de base a la muy
presente ópera de Puccini "La Bohème". Filmada por el operador
habitual de Kaurismaki en un restallante blanco y negro y con exteriores en
Paris y toda suerte de anacronismos, esta es una de las propuestas más
originales del gran finlandés realizada justamente contra la famosa ópera.
Kaurismaki la denominó comedia dramática y, efectivamente, es una casi genial
comedia que imperceptiblemente se convierte en drama. Nunca en melodrama
operístico. El cachondeo que se marca Kaurismaki es de órdago. Uno de los
bohemios se apellida Marx, otro tiene un perro al que llama Baudelaire, el que
aporrea el piano dice apellidarse Shakespeare. Mimí no es una tierna criatura
sino una prostituta, lo mismo ue Musette. El aspecto de los tres no puede ser
más desastrado. Los diálogos parecen escritos por Groucho Marx, y los recitan
imperturbables el equipo habitual de actores y actrices de Kaurismaki siempre
feos y sin el más mínimo glamour. La banda sonora, música diegética, es la que
a Kaurismaki le da la gana. Aparece brevemente un maduro Jean-Pierre Léaud - el
Antoine Doinel de Truffaut - y el gran director americano Samuel Fuller con su puro,
pero sin decir las tonterías que pronunciaba en "Pierrot le fou" de
Godard.
"La vida de
Bohemia" es una burla constante de la alta cultura y el film más libre que
imaginar quepa. No se parece a ningún otro de su autor, salvo en el habitual
homenaje al genial Robert Bresson del que se reproduce una secuencia de
"Pickpocket" - el robo de una cartera - . Lo que si queda claro,
desde el principio, es que Kaurismaki pordría repetir los versos de José Martí
en su popular "Guantanamera": "con los pobres de la tierra
quiero yo mi suerte echar". Película inmensamente disfrutable, tanto para
cinéfilos como para cualquier espactador/a, que no se tome muy en serio a si mismo.
Parafraseando al citado Shakespeare, "todo en el mundo es burla, todo en
el mundo es farsa".
Luis Betrán
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