Cuando muchos nos oponíamos
diciendo que el proyecto presentado era mentira, que todo es un sacaperras, que
no iba a funcionar, que nos daban gato por liebre, la gente tiró en masa a
apoyar lo que evidentemente era un fraude.
Pues ahora igual, se les queda la misma cara de atónitos cuando, una vez
que ya es tarde para echarse atrás, ven que han sido totalmente engañados y ya
no tienen más remedio que tragar con lo que hay o incendiar las calles. Belloch
(Juanito Tranvías) a éste ya hay millones desando darle una colleja bien dada,
yo sigo con los destrozos locales, que de esos no se habla tanto. ¿Os imagináis
pues de qué puedo hablar en este blog en un alarde de originalidad? ¡Sí! ¡Del
tranvía! ¿Cómo lo habéis podido adivinar? No me lo explico.
Pues sí, vamos a hablar de esa
chatarra-manojo de hierros con ruedas inservible. Y del pobre coche, también.
Como imagino que os habréis enterado, la concepción del tranvía que tiene la
gente está empeorando por momentos. Desde hace 5 años, cuando la idea del
tranvía era sólo un feliz proyecto que muchos pensábamos "no serán capaces
de hacer esa mierda", ya era de sobra conocidos los problemas que trae un
tren por la ciudad. No sólo por las valoraciones de los expertos, sino porque
da la casualidad que hasta no hace tantos años había un montón de líneas, que
se quitaron por ser una puta basura que no hacía más que entorpecer. Y eso que
esos no tenían prioridad semafórica ni un carril para ellos.
Pero bueno, la masa del rebaño,
una vez más, se creyó la propaganda del mesías psoero y se lanzaron a apoyar
incondicionalmente el proyecto que traería durante años problemas muy graves de
movilidad, la ruina a muchos negocios en época de recesión y un desembolso
brutal de dinero público cuando el sentido común pedía a gritos exactamente lo
contrario. Exactamente igual que con la Expo o los barquitos. Aquí nos engañan
como a memos y la gente tan contenta. Bueno, pues se salieron con la suya, y
cuando vieron el tren chuchú, la gente muy contentica. ¡Que mira que trenecico nos
han puesto mañooooo! Hasta que se extendió la línea completa y llegaron
inmediatamente los problemas como era de esperar.
Y era de esperar por estadística
pura. El doble de recorrido, más tranvías, un sistema nuevo de ir sin catenaria
que tiene probabilidad de estropearse, el doble de cruces, etc... No es
"el doble" de probabilidad de fallo, sino que esa probabilidad se
multiplica tanto que hemos llegado al punto de que la probabilidad de que un
tranvía tenga un fallo en el día sea prácticamente 1, ya que además los fallos
pueden ser de infinitos tipos. Que esa
probabilidad no sea tan alta es un trabajo muy complicado. Eso no es ninguna
novedad. Eso se sabía ya, y es algo totalmente normal, fijaos que con los
autobuses esa probabilidad es exactamente 1, todos los días pasa alguna pequeña
incidencia sea del tipo que sea, lo que pasa es que al ser un medio de
transporte mucho más avanzado, las afecciones son mínimas. Pero el tranvía es
rígido y cualquier minucia tiene la misma consecuencia: la anulación del
transporte público de media ciudad.
Entonces, por muy eficientes que
sean los técnicos arreglando inmediatamente el problema (20 minutos en ir y
arreglarlo está muy bien), por problema
de concepto las consecuencias son catastróficas para la ciudanía. Cuánta gente
habrá llegado tarde al trabajo, a una reunión importante o donde sea por culpa
del trasto este. Llevamos semanas viéndolo. Hay averías prácticamente a diario.
Si no se engancha un pantógrafo falla una batería. O se encuentra con esa
incívica ciudadanía que no hace más que cruzar semáforos en rojo y se lanza a
lo kamikaze a las vías para provocar retrasos (o al menos esa es la versión
oficial). Que esa es otra de traca. Conforme pasa el tranvía a todo trapo, el
semáforo te cambia en ese mismo segundo, con lo que oficialmente el tranvía
nunca tiene la culpa de nada. Así que si te atropella, encima prepárate porque
no sólo no vas a recibir un duro sino que además vas a pagar tú el destrozo y
tu ambulancia. Luego que hay accidentes, si no hay más que insensatos que se
dedican a invadir las vías.
El día 1 de agosto además se
quitan las líneas de autobuses del Actur, con lo que aparte del efecto lata de
sardinas, las averías van a tener muchas más consecuencias. Coño, que ni las
huelgas de Ausza causan tantos problemas a la ciudadanía. Y ahora que los
nombro, mentar también la brutal cantidad de autobuseros que se fueron a la
calle gracias al tren chuchú. Caro, de mala calidad y que quita puestos de
trabajo. Anda, pues como lo que hicieron con la recogida de basuras. ¡Queremos
la línea dos ya! ¡Queremos la línea dos ya!. Pues hale, el rebaño está servido.
Un servicio con menos líneas forzando lentos transbordos, saturado de gente y
que falla como una escopeta feria, que es peligroso, que destruye puestos de
trabajo, que ha dejado un agujero tremendo económicamente y cuyo precio sube y
sube y sube y sube. Lo triste de todo esto es que aún haya monos con platillos
pidiendo a gritos la línea dos. La gente no aprende ni a hostias. ¿Y ahora qué?
Ya es tarde para echarse atrás. ¿Qué solución hay? ¿Quitarlo? ¿Jodernos unas
décadas? Un perder-perder en toda regla. No me creo que los responsables sean
tan tontos e incompetentes. Si saliera un Bárcenas local que cantase ópera las
cosas me cuadrarían mucho mejor, la verdad.
Luis Betrán
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