jueves, 12 de noviembre de 2015

DOSSIER THEO ANGELOPOULOS (3)

LAS GRANDES PELÍCULAS
 
PAISAJE EN LA NIEBLA (Topio stin omichli, 1988)


Niebla – cómo no – nieve y silencio caracterizan a esta otra cima del cine de Theo Angelopoulos. Además es una aproximación al mundo de los niños, ni autobiográfica ni nostálgica. Tampoco trata del pasado de Grecia, sino del presente y del futuro, lo que no es habitual en el gran poeta griego. ¿Es sueño o realidad lo que venos en la pantalla?, Quede al criterio del que vea la película. Hay quién piensa y ha escrito que esta es la obra más bergmaniana de su autor y, al igual que en el genio sueco, Dios anda por medio. En absoluto, lo que si explicita el film es que los niños parten en busca de un padre inexistente, inventado por la madre y que se encuentra en Alemania.“Paisaje en la niebla” es un film iniciático con algunas similitudes con la asimismo excepcional “Viaje a Citera” (1984). Casi todos las películas de Angelopoulos son viajes líricos con destino incierto y “poemas de lo desolación” como bien observó Manuel Vidal Estévez. “Paisaje en la niebla” también pudo llamarse “Paisaje con árbol”, porque esos niños alcanzar a vislumbrar el árbol de la esperanza y la sabiduría. Tengamos en cuenta que el film de abre y se cierra con sendas citas del Génesis. Igualmente se ha visto en “Paisaje en la niebla” un cuento de hadas. Especulación tremendamente disparatada. Nada hay en esta portentosa película que pueda insinuar un final feliz. Extraordinaria, una más.




"El paso suspendido de la cigüeña"(1991), es la película de Angelopoulos que ha recibido peores críticas y ni siquiera llegó a estrenarse comercialmente en España. Se pudo ver en Filmotecas y Circuitos Alternativos y fue editada en un magnífico DVD. Siempre se la ha comparado con "El apicultor", quizá porque ambas están protagonizadas, magistralmente, por Marcello Mastroiannni. Tras tres visionados, entiendo que "El apicultor" es ciertamente superior, pero "El paso......" ( bello título) no es en modo alguno una obra menor en la filmografía de Angelopoulos. No existen en la obra del maestro griego films mediocres o fallidos. Tan solo podría decirse que "El polvo del tiempo" es irregular, y sus dos primeras películas - "Días del 36" y "Reconstrucción" - son prolegómenos notables de lo que estallaría en la extraordinaria "El viaje de los comediantes". El político que interpreta Mastroianni en "El paso.....", en vez de abismarse en su interioridad ("El apicultor") hasta entregarse a su extinción, prefiere huir a una inhóspita ciudad próxima a una implacable frontera para difuminarse entre refugiados de diversas cataduras y nacionalidades. Pero su objetivo es similar. Renunciar almundo y desaparecer, devenir muerto, al menos civil. Al romper poéticamente con la política y apostar por la disipación, abandona toda esperanza y, con ella, todo temor. El poder no admite más que dos actitudes: la complicidad o la muerte, el elogio o el silencio. Angelopoulos no nos certifica la muerte pero si el silencio. Apuesta, en suma, por la demanda de una nueva forma de comunicación entre los hombres que la última imagen quiere mataforizar. Filmada con los habituales planos secuencia inherentes a la estética de Angelopoulos. Maravilosa la música de Eleni Karaindrou, y un cierto desaprovechamiento de la presencia de la eximia Jeanne Moreau como principal defecto. "El paso...." es cine político de gran categoría, que no cae jamás ni en el panfleto ni el adoctrinamiento. Ni sombra de maniqueísmo alguno. Las reticencias de la crítica no se deben más que a la aversión que en la única que hoy existe, la que procede de la revista francesa "Cahiers du cinéma, se tiene hacia el cine político.....de izquierdas. Un ejemplo: al poco de fallecer, o ser asesinado, Theo Angelopoulas, el inefable académico Santos Zunzunegui en la revista "Caimán" - ardiente defensor del cine sin fondo, solo forma o para ser exactos el cine de la nada al que en un futuro me referiré - crucificaba la obra maestra "La eternidad y un día".....porque el vestuario era de firma Armani.



A veces la memoria nos juega malas pasadas. He tildado a "El apicultor" de obra menor de Angelopoulos. En absoluto, esa obra menor es "El paso suspendido de la cigüeña" en la que también interviene Marcello Mastroianni. "O Melissokomos" es una película transparente y abierta. La más lineal y realista desde un punto de vista argumental. Su final, terrible, es cerrado, no suspende el tiempo para abrirlo a presuntas preguntas. Tambien se sustrae a rutilantes soluciones formales y a los numerosos planos secuencia inherentes a la estética de Angelopoulos. Aristóteles sustituye a Brecht. Es una road movie, un viaje íntimo. El de suprotagonista, Spyros (nombre del padre de Angelopoulos), un hombre ya entrado en años hijo y nieto de apicultores. En un momento decisivo que no contaré, decide abandonar a su familia, disponer de un pequeño camión y cargarlo de las colmenas. El itinerario es largo, su meta el pueblecito en el pasó su infancia. Protagonizada por un inmenso Mastroianni, secundado por un formidable Serge Reggiani. En su trayecto conocerá a una impulsiva adolescente con la que vivirá una frustrada historia de amour fou. De principio a fin, las imágenes de "El apicultor" nos confrontan físicamente con una desolada Grecia, la de la epóca histórica de la Dictadura de los Coroneles, calles vacías, gasolineras poco transitadas, cafetines desiertos, hoteles mugrientos. Todo ello en una película nocturna, con un trataminto de la banda sonora excepcional, mérito de la gran Eleni Karaindrou, interpretada brillantemente por el saxofonista noruego de jazz Jan Gabarek. Film intimista y profundamente visceral, "O Melissokomos" es quizá la película más conmovedora del gran cineasta griego. No creo demasiado atrevido, tras su revisión, considerarla una de las obras maestras de Angelopoulos. Imprescindible.

Luis Betrán

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