miércoles, 18 de mayo de 2011

Lumet y la Generación TV del cine americano



La última "boyerada" lleva por título "Hammet ese hombre". Curiosa la afición del pedorro cuando practica el onanismo con sus amados gringos de añadir la coletilla "ese hombre". ¿Será acaso porque la película que más le ha producido "escozores genitales" ha sido "Franco, ese hombre?. Tantos años ejerciendo en "El Mundo" imprime carácter.




A PROPÓSITO DE SIDNEY LUMET Y LA GENERACIÓN TV DEL CINE AMERICANO

Hay que ver que panegíricos, que obituarios, que llanto y crujir de dientes ha provocado el fallecimiento del, probablemente, mejor director de la llamada generación Tv la que tomó el relevo en el cine americano de los viejos maestros del  maravilloso clasicismo: Ford, Vidor, Wyler, Hawks, Huston, Minnelli, Lubitsch (que murió prematuramente en 1947), Lang (que no por trabajar muchos años en USA dejó de hacer, como el mago Ernst, un cine profundamente centroeuropeo), Kazan, Manckiewicz, ...y los que olvido y pido excusas por ello. La denominación se sustentaba en sus innumerables trabajos televisivos antes de ser abducidos por Hollywood. Sus nombres: Arthur Penn, John Frankenheimer, Martin Ritt, Robert Mulligan, Delbert Mann, Franklin J. Schaffner y...Lumet. En las filmografías de todos ellos siempre prodremos espigar alguna excelente película y aportaron una suerte de progresismo liberal del que tan solo habían dado muestras Huston, Wilder, Lubitsch , Manckiewicz, Wyler y......Kazan antes y despues de su sonora "cantada". El caso de Huston fue el de una supervivencia sin problemas que duró hasta su misma muerte. El de Billy Wilder un progresivo y muy digno declive. Las buenas intenciones de los televisivos, su afán crítico y social se fue evaporando con los años y devinieron en funcionarios aptos lo mismo para un barrido que para un fregado. Aún así proporcionaron gratas sorpresas en sus postreros años. Ninguna como "Antes que el diablo sepa que has muerto" (Before the devil knows you're dead, 2007), despedida magnífica de Sidney Lumet que con más de 80 años llevó a cabo su mejor película.




No me duelen prendas en reconocer que la filmografía de Lumet cuenta con títulos que alcanzan la excelencia, tanto al principio como al final de su larga carrera. Significativamente son aquellos en los que el director de  Filadelfia cuestiona, sirviéndose de géneros varios, el "american dream": "Child's play" (1972),  "Un lugar en ninguna parte" (Running of empty, 1988), "Declaradme culpable" (Find me quilty, 2006), "Veredicto final" (The veredict, 1982). O se apunta al cine de "denuncia": "Punto límite" (Fail safe, 1963), "La colina" (The hill, 1965). A S.L. se le  ha tildado de buena persona, lo que me lleva a imaginar - y no creer - que críticos, admiradores y blogueros españoles tuvieron la suerte de cenar o charlar con el finado. O leer que fue "el hombre que todo lo hacía bien", maximalismo que dudo refute la frase final de Joe E. Brown en "Con faldas y a lo loco" (Some like it hot, Billy Wilder 1959): "nobody is perfect" (nadie es perfecto). Será que soy yo el que está más de acuerdo con Wilder que con los "especialistas" en el-mejor-cine-del-mundo (o sea, americano, ¿por ventura ven otro?), ya que la grandeza en lo absoluto de la infalibilidad se aplica  tambien a otro "televisivo" que aterrizó algo más tarde en la fábrica de sueños: Sidney Pollack. ¡¡¡¡Joder con los Sidneys, que suerte, que talento, que maestría total la suya!!!. Y yo, memo despistado, que en mi larguísimo periplo de cinéfilo jamás he visto una sola peli del Pollack que me haya parecido siquiera notable.




A ver, tío, que te vas de olla. Que se trata del Lumet que es el que se ha muerto. Citadas sus películas más estimables, el resto....... mediocridad , encargos, rutinarios y falsamente "progres" policíacos con el insoportable "gran actor"  Al Pacino y ocasionales caídas en el bodrio más infecto:



Cuando los films de esta generación mentada llegaron al país do acaudillaba un asesino general procedente del noroeste, la acogida de las revistas sesenteras fue diversa. En "Film Ideal" fueron crucificados salvo las contadas excepciones sopladas, claro, por la mamá francesa y circunscritas a Arthur Penn, que murió el pasado año y que fue amigo de los Godard, Truffaut etc. En Nuestro Cine se les recibió con la esperanza de que entre ellos no hubiera un Samuel Fuller, por ejemplo, y si otro Kubrick. Frustrados quedaron. La derecha y la izquierda empataron - absurdo grouchista entonces y ahora - en que el chico más listo de la clase era el autor de "La jauría humana" (The chase, 1966) y esa precisamente la gran obra del grupo. A Lumet no le tomaron en serio ni los unos ni los otros, y se ensañaron, con razón, cuando le dio por filmar prestigiosos textos teatrales o novelescos, asunto que ocupó a prácticamente todos los recién llegados. Piezas de "qualité"  que iban de Miller Williams, Faulkner y  O'Neill a Chejov, Hemingway, Le Carré..... Mira tu por donde, el cineasta más especializado en la acción fue el que más acertó en tan ambicioso menester. Frankenheimer: la estupenda "The iceman cometh" (1973) según texto de Eugene o'Neill. Lumet se mostró desafortunado en "La gaviota" (The sea gull,1968 obra maestra de Chejov que le vino grande), "Panorama desde el puente" (A view from the bridge, 1961 la respuesta de Arthur Miller a su amigo Elia Kazan sobre la delación) y en la horripilante "Piel de serpiente" (The fugitive kind,1960,  T.Williams), su peor película. Bueno: "Esa clase de  mujer"  (That kind of woman, 1959), "Asesinato en el Orient Express" (Murder on the Orient Express,  1974),  la histérica  y ridícula "Network" (1976), "The wiz" (1978), "Equus" (1977) tampoco son mancas.



Asi que un poco de todo como dicen que hay en la viña de no se que señor. Ni un gran director ni un mediocre cineasta. Un competente fabricante de films "made in Hollywood" que unas veces dio la de cal, otras la de arena y las más permaneció en tierra de nadie do habitaron antes, durante y despues los  despectivamente nominados "artesanos" (ignoro porque el sustantivo debe interpretarse peyorativamente).


Y dejo para el final su primera y casi unánimemente glosada como "obra maestra": "Doce hombres sin piedad" (Twelve angry men, 1957). Fue, en su origen, un proyecto de Henry Fonda en una época de madurez del actor - que tenía tras de sí una importante experiencia teatral - que le exigía reinventarse. Fonda cargó con toda la responsabilidad, exigiendo a Lumet como director y a Reginald Rose (el autor) como guionista. El resultado fue un colosal éxito de taquilla.....y de prestigio aunque injustificado se mire por donde se mire. El texto es sumamente habilidoso. Y lleno de trampas. Nos viene a decir que el sistema judicial americano es impermeable a la sentencia injusta. Los doce hombres del jurado (obsérvese que entonces no había ni mujeres ni negros) respondían a los arquetipos más sobados: el que tiene prisa y le da igual la culpabilidad o no del acusado, el fascista republicano, el intelectual con gafitas.... y el honrado con mayúsculas que, naturalmente, convencerá al resto de la inocencia del occiso. Porque un jurado nunca se equivoca y los USA imparten justicia con la omnisciencia, la sabiduría y la nula posibilidad de error de los amos del cotarro occidental, que ya lo eran en los 50. Si la pieza teatral es tan entretenida como insignificante, la realización de Lumet adolece de todos los vicios de la tradición televisiva de aquellos años, sin un adarme de originalidad y mucho menos de genialidad. Henry Fonda no se salió con la suya: el Oscar. Lee J. Cobb y Ed Begley (los fachas) están sobreactuados y sin freno. La película es, resumiendo, llevadera y discretilla. Nada más. En 1973, TVE ofreció en Estudio 1 una versión dirigida por Gustavo Pérez Puig  e interpretada por la flor y nata del teatro español - no igualada - de los 60 y 70: José María Rodero, Luis Prendes, Ismael Merlo, José Bódalo, Manuel Aleixandre, Carlos Lemos, Jesús Puente....¡que voces!. Televisión pura y dura, cierto pero con actores en estado de gracia. La prefiero. No soy el único.

Sidney Lumet. Un buen director. Suficiente.


Luis Betrán

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