TRES MUESTRAS DE ANTAÑO
Lástima que Doña Angeles Sinde se
largase con viento fresco del Ministerio de Cultura en el que, sin duda, ha
sentando cátedra la eminente cineasta y excepcional guionista de, por ejemplo,
"Mentiras y gordas" estupenda comedia que jamás vi. Le hubieran
agradado las tres pelis sobre las que me voy a explayar. Tampoco te pongas
triste ¡oh excelsa dama del cine español¡, estos films acapararon cabezones
goyescos de idéntico modo que han sido alabados, bendecido y aclamados por la
casi totalidad de la crítica cinematográfica española, incluida la muy
influyente de los diarios que es la que mas persuade a sus lectores de que no
se los pierdan, determinando así los días, semanas e incluso meses de su
permanencia en las carteleras. En Zaragoza, la muy brutica Carmen Puyó es la
que sienta cátedra en "Mierdaldo de Aragón".
NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS,
de Enrique Urbizu
Hoy me siento el fallecido José
Mª Latorre, zaragozano de pro, infecto escritor y crítico y madamas de la muy
terrible revista "Dirigido"; y tambien hombre en posesión de inefable
dogma de fe para muchos aficionados al cine. En consecuencia, utilizaré su
peculiar estilo para referirme a ésta y a la que sigue películas objeto de los
textos del día. Empieza el filme, sale Celestino Coronado que es policía, lleva
un vestuario y una pelambrera que es la común y corriente entre los compañeros
de su gremio. Se llama Santos Trinidad, nombre y apellido asimismo normales en
los agentes del orden, que me recuerda al Romeo Dolorosa de "Perdita
Durango", bodrio del "genio" Alex de la Iglesia. No se excede en
sus gestos y se agradece. No es Javier Bardem y se agradece aún más. Entra en
algo así como un puticlub y se lía a tiros y mamporros con todo bicho viviente.
Y claro, se carga a quién no debía, pero, mala suerte, pasaba por allí. El
sangriento desaguisado ordena se investigue un ¿juez? Que va. Una jueza que es
lo políticamente correcto. Aunque los polis no son muy listos, la jueza si
faltaría más. Y sospecha del Santos Trinidad, que no tiene careto de bueno y
además es un "perdedor" como dicen los gringos. ¿Como terminará la
función? Dado que el desenlace se presume tras la balacera y ya no caben dudas
cuando la jueza observa con ojos de jueza (los de los jueces no sirven, son
daltónicos) al pobre Coronado, sobra el guión como se constata a lo largo de la
película. ¡Ah!, resta la "puesta en escena". Trepidante, histérica,
excesiva, pero "puesta en escena" al fin y al cabo. Y debe ser
bonísima para que cinta tan rematadamente mala haya sido puesta por las nubes
por cahieristas y discípulos. Una vez más, la soledad del
"handicapado" de fondo. O sea, yo. El que es muy torpe para hacer
amigos en esto de la cinefilia porque es mayor y no cree en "dogmas".
MIENTRAS DUERMES, de Jaime/Jaume
Balagueró
"Rec" contenía diez
minutos iniciales divertidos que transcurrían en un parque de bomberos. Luego
salían monstruitos, tarados, vampiros y demás tropa de "élite" del
cine americano de amplísimo consumo y que además siempre es bueno porque es
americano, patente de corso en tan yanquinizado país como la otrora Hispania.
Aquí el que sale es Luis Tosar que intenta evitar poner cara de
"Malamadre" con regular éxito. Es portero y algo más en un inmueble
versión trágica de "13 rue del percebe". El Tosar mira, sabe todo de
la vida y milagros del vecindario porque es la Celestina de travesti. En eso
que salen del ascensor señorita de buen ver (Marta Etura, esposa de Tosar en la
vida real, ¡toma morbo!) acompañada por caballero evidentemente más guapo que
el portero. ¡Ah¡, los ojos del alcahuete se dilatan, se percibe en su mirada
que la ha fijado en el "oscuro objeto del deseo". ¿Que pasará?
Depende obviamente de la señorita que no se muestra especialmente puritana ante
el acoso y derribo que le aguarda. Esta película si tiene guión, aunque malo, y
la "puesta en escena" es considerablemente más reposada que la del
Santos Trinidad sus pompas y sus obras. Y como la anterior es cine de género, a
la americana porque todo lo americano o lo que se le parece es bueno,
buenísimo, único. Sean las películas, las novelas, las hamburguesas, Steven
Spielberg y hasta la mantequilla de cacahuete. El filme del pervertido y la
putilla se deja ver.
LA PIEL QUE HABITO, de Pedro
Almodóvar
Vaya por delante que nunca he
sido admirador del cine de Almodóvar, cineasta sobrevalorado hasta la
extenuación y cuyo mayor mérito radica en su capacidad para la autopromoción y
su desparpajo para simular lo que no es. En sus obras primerizas conectó con
parte de una generación que entendía que lo progre era lo contracultural.
Exactamente - salvando infinitas distancias - como Woody Allen y coincidiendo
con el judío rijoso en que ambos ignoraban los más elementales rudimentos de la
técnica cinematográfica. Pero en el caso de Allen eso duró hasta "Annie
Hall" donde no dudó en dirigirse al público para explicar, por si acaso,
que él era un tipo culto y que se acabaron las chorradas. Almodóvar, como
tantos otros (vgr. el asimismo sobrevaloradísimo Clint Eastwood) fue
aprendiendo, paso a paso, el oficio y en "Mujeres al borde de un ataque de
nervios" (1987) demostró que dominaba la artesanía y que era un excelente
autor de comedias. Han pasado muchos años y el manchego ha llegado incluso a la
maestría en el oficio de realizador cinematográfico (bastante menos que el Eastwood,
que conste). Citaré tan solo la que considero su mejor película: "Hable
con ella" (2004). Los Oscars le han otorgado, o eso pareció, patente de
corso en el sentido de que ya solo cabían esperar de él grandes películas.
"Los abrazos rotos" (2009) vinieron a demostrar lo contrario y
"La piel que habito" a confirmarlo de forma cruenta. ¿Cual ha sido el
"problema Amodóvar”? Abandonar la comedia para entregarse al melodrama
cupletero y mostrar que su universo, tan personal como intransferible, es
decididamente poco interesante. A propósito de esta pésima película que es
"La piel que habito", un compañero de la Tertulia Perdiguer apuntó
que no había "caso Almodóvar". Simplemente el sufrimiento que
intentaba transmitir era el del homosexual que que quiere ser mujer y no puede.
Comparto esta opinión. Hay cierto tipo de homosexual que detesta a las mujeres,
hay otro, más femenino, que las ama (excepto físicamente) y piensa como una
mujer. Almodóvar pertenece a este segundo grupo. Y puede considerarse
afortunado porque a pesar de haber confesado padecer cíclicas depresiones, no
se trata de un melancólico y jamás ha experimentado la tentación del suicidio.
Pero ya ha dicho todo lo que podía decir sobre el imposible deseo de ser mujer.
"La piel que habito" es un sinsentido. Una película sin guión, sin
personajes, pésimamente deconstruida en su afán de instalarse en la malhadada
"posmodernidad". Y lo más inesperado, mal dirigida como si lo que
tanto costó aprender se hubiese olvidado repentinamente. Almodóvar lo sabe. La
crítica americana - la que a él más le importa - por primera vez en años ha
sido durísima. En consecuencia, el cineasta español se ha apresurado a declarar
que volverá a la comedia en su próximo film. Me temo que ya nada podrá ser
igual. Los caminos de Almodovar - y "La piel que habito" o
"Volver" (2006) son pruebas contundentes - son ya senderos sin
salida. Conste que preferiría equivocarme. De verdad.
Luis Betrán
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