CONVERSACIÓN CON THEO
ANGELOPOULOS
1)
EL FESTIVAL DE CINE DE HUESCA
El Festival de Cine de Huesca se
celebra todos los años a primeros de junio. Theo Angelopoulos estuvo allí en
2009. La presencia de tan gran director se debió a los múltiples contactos de
mi entrañable amigo Alberto Sánchez. Antes de transcribir las palabras de
Angelopoulos – que son las que interesan – y las mías – que son las que no interesan,
quisiera recordar una vez más a Alberto Sánchez. Animador cultural de Zaragoza
durante muchos años, fundador de los dos cineclubs más importantes que ha
tenido esta ciudad, un relaciones públicas de primer orden y persona de
múltiples saberes. Ese año de 2009 fue el último que tanto él como yo acudimos
a nuestra cita con Huesca. Hay algo de necrofilia, si pienso que yo ya estaba
atacado por el cáncer y Alberto por la terrible ELA (la enfermedad que padece,
por ejemplo, Stephen Hawking) que acabaría con su vida dos años más tarde.
Tambien fallecería el director del Festival, el sr. Escriche, que siempre se
mostró con amabilidad extrema para los miembros de la Tertulia Perdiguer de
Zaragoza que asistíamos al Festival. Alberto era su mano derecha.
2)
LA CAFETERÍA CHIPRE
En aquellos años, y todavía
ahora, un grupo de cinéfilos nos reuníamos todos los lunes en una céntrica
cafetería de Zaragoza llamada Chipre. En los primeros años del tercer milenio
acudíamos unas quince personas de ambos sexos, hoy el número se ha reducido a
cinco (dos mujeres y tres hombres). Fue en ese bar en el que Alberto nos
comunicó que ese año traía a Huesca a Theo Angelopoulos. No le creímos e
incluso le gastamos bromas del tipo “eso no te lo crees ni tú”. Pareció que nos
olvidábamos de que al Festival oscense Alberto había llevado ya a Bertrand
Tavernier, Agnés Varda, los hermanos Taviani, y muchos otros eminentes
cineastas. Alberto ya no podía viajar en avión, pero se las apañó vía Internet
y telefónica para contactar con Angelopoulos en Berlín en cuyo festival presentó
fuera de concurso su película “The dust of time” (El polvo del tiempo), segunda
parte de la trilogía iniciada con “Eleni”. Quién tenga curiosidad en ello,
puede comprobar cómo funciona el llamado Grupo Chipre simplemente con teclear
en Google dichas palabras.
3)
THEO ANGELOPOULOS EN HUESCA
Angelopoulos
debió llegar a Huesca el día 4 de junio acompañado por su compañera. El día 5
ofreció una rueda de prensa de una media hora, en la que aproveché para que me firmara
el libro que sobre su cine había editado primorosamente el Festival. Asimismo
tuvo un encuentro con críticos y periodistas en una sala de la Diputación
Provincial de Huesca. Alberto, sin encomendarse a Dios ni al Diablo, me comentó
que el gran director había salido algo descontento de esa sesión porque le
pareció observar que la traductora – de francés, idioma en el que se expresó
siempre Angelopoulos - no repetía correctamente lo que él decía. Así que le
habló de mí como gran conocedor y admirador de su cine – las dos cosas son
ciertas porque he visto todas las películas del maestro griego, de “Días del
36” a “The dust of time – y le dijo que nos invitaba a ambos a una charla distendida
en una especie de reservado de un conocido restaurante oscense. Quédeme pasmado
porque Angelopoulos accedió con la única condición de que no hubiese nadie más
que nosotros tres y sin fotografía alguna. La que he publicado corresponde a la
rueda de prensa. Alberto era capaz de convencer a un santo de la existencia de
Lucifer, y grabó nuestra conversación en un humilde radiocasete. La cinta se la
quedó Alberto y me hizo una copia. Cuando Alberto falleció ignoró que fue de
“su original”. Podía haber utilizado una conexión de audio, pero al hablar en
francés muchos Filibusteros/as quizá no hubiesen entendido. Por ello he transcrito
frase a frase reproduciendo el casete que ya se oye regular, lo que me ha
supuesto un trabajo extra de corrección hasta que los que se puede leer
corresponde exactamente tanto a las palabras de Angelopoulos como a las mías.
4)
THEO ANGELOPOULOS ET MOI
LB.- Señor Angelopoulos para mí
resulta una experiencia única en mi vida de cinéfilo y cronista de cine el
poder hablar con usted. Le doy las gracias muy emocionadas.
TA.- Soy muy observador a pesar
de mi miopía y es la tercera vez que estrecho su mano en esta acogedora ciudad-
LB- Como se las ha arreglado el
sr Sánchez para que usted accediese a venir a Huesca
TA- El sr. Sánchez es muy
persuasivo y además tenía dos razones de peso para venir aquí.
LB.- ¿Las puedo conocer?
TA.- Por supuesto (dice of course
en inglés y sonríe). La primera es que nunca me han invitado a un Festival de
Cine en España. La segunda es el premio Luis Buñuel (Bunel, pronuncia Angelopoulos), un director que nada tiene que
ver conmigo pero que me ha dejado siempre sorprendido y entusiasmado en las películas
que de él he visto. No sé si usted sabe que Tarkowski, que fue un gran amigo
mío y que era una persona muy tierna consideraba que “Nazarín” era la mejor
película de la Historia del Cine. Puedo estar perfectamente de acuerdo con él,
porque ese film lo entiendo, es la Pasión de Cristo contada por un ateo. .Otras
veces tengo dificultades de comprensión con Buñuel. Nunca le vi pero, por
ejemplo, “La vía láctea” demuestra un exhaustivo conocimiento del cristianismo
y de sus herejías. Yo no estoy muy interesado en el cristianismo.
LB.- Grecia no es un país católico pero si
cristiano aunque ortodoxo.
TA.- Me son indiferentes los
ortodoxos y los heterodoxos. Tampoco les odio. Así que digamos que soy
agnóstico pero no ateo.
LB.- En la rueda de prensa se ha
definido como marxista.
TA.- Marxista y freudiano. Son
referentes en mi obra. Pero para nada comunista como alguna vez se me han
etiquetado. Detesto a los comunistas. Primero porque encarcelaron a mi padre y segundo
porque fueron capaces de pactar con Karamanlis con tal de ahogar al Pasok y, en
el fondo crear une escisión en Syriza.
LB.- Se siente más cercano a los
socialdemócratas del Passok
TV.- Ni hablar .Los Papandreu son
tan falsos como Karamasnlis o Theodorakis Lo mejor del Pasok fue Melina
Mercouri, una mujer combativa y fuerte. Una ministra de cultura que hizo todo
lo que pudo para que los ingleses nos devolvieran los frisos de Fidias. Sin
éxito, claro. Los atenienses la querían, fue un entierro multitudinario el suyo
y hasta le hicieron una estatua al pie de la Acrópolis. Su marido, Jules
Dassin, ha terminado por ser más griego que americano. No diré nada de las
películas que hicieron juntos. El cine
griego ganó un Oscar gracias a la buena adaptación que Cacoyannis hizo de
“Electra”. Lástima que luego hiciese algo tan espantoso como “Zorba”, claro que
la novela del cretense Kazantzakis era
horrorosa, tanto como ”Cristo recrucificado”.
LB ¿Le gusta algún escritor
griego?
TA.- Los clásicos empezando por
Homero y de entre los de mi tiempo el poeta Seferis. Amo la literatura y la
música, pero detesto los nacionalismos y el folklorismo.
LB ¿Vota a Syriza?
TA.- Es asunto mío pero sí voto a
Sryza desde su creación en 1968. Es una
coalición de izquierdas en la que, desgraciadamente, también hay unos cuantos
comunistas.
LB.- Y en el cine, ¿tiene algún referente?.
TA.- Nada original. Bergman,
Antonioni y Tarkowski quizá me han influenciado algo. Rien de la “nouvelle
vague”. Además de “Nazarín, las películas que más me han gustado son “Germania
anno zero” de Rossellini, “Octubre” de Eisenstein, y “Rojos y blancos” de
Jancsó. Añada “La quimera del oro” de Chaplin” y “La madre” de Pudovkin. No he
visto apenas cine español y lo siento. Me divertí mucho con “Antonio das
Mortes” de Glauber Rocha que no pretendía ser una película cómica.
LB.- Yo veo puntos de contacto
muy evidentes entre el cine del húngaro Miklós Jancsó y el suyo. Ambos tienen
como primer argumento Hungría y Grecia respectivamente, y ambos utilizan majestuosos
y largos planos secuencia.
TA.- Los planos secuencia de
Jancsó son muy distintos a los míos. “Rojos y blancos” está compuesta tan solo
de doce planos secuencia. Yo, aunque me gustan, hago muchos más. Tambien la
forma de acercarnos a nuestros países es muy distinta. Jancsó empezó con la
historia y terminó filmando coreografías. Yo empecé con la historia
contemporánea de Grecia y terminaré con lo mismo. Me une gran amistad con
Jancsó y es una pena que sus últimas películas apenas hayan tenido
distribución.
LB.- Con “Eleni” ¿comienza su
primera trilogía?
TA.- Así es. Pero los críticos e
interesados en mi cine piensan otra cosa. Ya me han adjudicado tres trilogías.
Yo nunca pensé en ellas. Si consigo terminar la comenzada con “Eleni” y seguida
con “El polvo del tiempo” habré dicho todo lo que tenía que decir en cine.
Según ellos mi primera trilogía la integran “Reconstrucción” (1970), “El viaje
de los comediantes” (1975) y “Los cazadores” (1977), la segunda por “Megalexandros”
(1980), “Viaje a Citera” (1984) y “El apicultor” (1986). Es absurdo, nada
tienen en común “Megalexandros” y “El apicultor”
LB.- “El viaje de los comediantes”
fue la película que le dio a conocer. Para mí sigue siendo su film más
extraordinario. “Megalexandros me resulta difícil de comprender y “El
apicultor” una obra menor.
TA.- Me encanta su sinceridad.
“El viaje de los comediantes” es un film histórico ubicado entre la dictadura
del general Metaxas y el gobierno autoritario elegido democráticamente del
mariscal Papagos. Los militares han sido muy impertinentes en Grecia, aunque
ninguno duró tanto tiempo en el poder como “su” Franco. Los pocos años que pasé
en Francia, adquirí un disco de Leo Ferré que me encanta, se titula ”Franco la
muerte, España la vida”. Antes de venir a Huesca he estado en Madrid porqué allí
está el Museo del Prado. Estuve horas y horas, creo que es la pinacoteca mejor
que he visto, por encima del Louvre o de la National Gallery. Son muchos los que
como usted consideran “El viaje de los comediantes” mi mejor película. Fue un
rodaje largo y divertido y, permítame, estoy muy orgulloso de ella aunque yo
piense que “La mirada de Ulises” es superior. “El apicultor” surge de los deseos
de Marcello Mastroianni de trabajar conmigo, lo que me obligó a escribir un guion
con Tonino Guerra y crear un personaje a la medida de tan gran actor.
LB.- ¿Me podría explicar
“Megalexandros”
TA.- Para un griego de cultura mediana
no reviste ningún problema. “Megalexandros” recoge trozos de la guerra de la independencia
contra Turquía. Hubo un guerrillero o un partisano llamado Ares Veluchiotis,
quien durante la Segunda Guerra Mundial se hacía pasar por una reencarnación de
Alejandro Magno mientras mataba alemanes. Creo que es una película esencial y
la considero decisiva en mi filmografía.
LB.- ¿Tal vez demasiado larga?
TA.- (sonríe otra vez?. Todas mis
películas son largas, debe ser porque yo soy una persona lenta (por primera y
única vez se ríe).
LB.- “La eternidad y un día” y
“La mirada de Ulises” le convierten definitivamente en uno de los mayores
cineastas de nuestra época.
TA.- “La eternidad y un día” ganó
la Palma de Oro en Cannes y fue candidata al Oscar. Es un viaje al interior de
la conciencia de un hombre situado en el umbral de la muerte, que interpretó
magistralmente Bruno Ganz.
LB.- Es un bellísimo poema visual,
como “La mirada de Ulises”
TA.- “La mirada de Ulises” trata
del tortuoso itinerario de un hombre que es un cineasta. Su mirada es la mía
porque yo soy el cineasta. Por tanto es mi película más personal, y aquí
también tengo que decir que Harvey Kaitel estuvo inconmensurable. Lo que
descubre cuando se disipa la niebla constituye la mejor secuencia que yo haya
filmado nunca. La referencia a Ulises parte de “La odisea”, para nada de James
Joyce. Es como en “Eleni” que están presentes “La Orestíada” y “Antígona”.
LB.- He visto la copia que tiene Alberto
de “The dust of time”. ¿Porqué ha
fracasado esta película?. Es muy inferior a “Eleni”.
TA.- Tal vez tendría que
rehacerla y presentarla como eso que se llama la versión del director. Tonino
Guerra estaba enfermo, hubo varias interrupciones y al final el guion quedó
algo deshilvanado. Pero contiene secuencias que me gustan mucho: la
reconstrucción del Gulag o el suicidio, otra vez entre la niebla, del personaje
que interpreta Bruno Ganz.. Por otra parte ha sido mi película más costosa ya
que también intervienen Michel Piccoli, Wiliam Dafoe e Irene Jacob que
interpreta a Eleni. Ni siquiera se ha estrenado en Francia y mi economía se ha
resentido gravemente. Veremos.
LB.- Hemos charlado más de una
hora. Gracias otra vez maestro.
TA.- Le prefiero a usted que a un
estúpido de Cahiers du Cinéma. No me ha preguntado nada de metafísica, de
semiótica o de simbolismos inexistentes.
LB.- Como punto final a esta
charla me gustaría que pronunciase una frase que defina su cine y su postura
como artista.
TA.- Le contesto con un apotegma
de Nietzche: detesto las banderas porque detrás de ellas siempre hay fusiles.
Angelopoulos se levanta de su
sillón, se ha tomado un café, nos estrecha la mano y se va andando como él
dice, lentamente.
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