jueves, 5 de julio de 2012

PARA ACABAR DE UNA VEZ POR TODAS CON EL PUTO/MITO GODARD: ULTIMAS CARGAS DE PROFUNDIDAD


Un millón de personas rodeando a la vetusta Cibeles para celebrar el triunfo de la aburridamente llamada "la Roja". Marx dijo aquello de que la religión era el opio del pueblo. Tenía razón y no podía prever, ya que no se había inventado, que el fútbol además del opio sería la cocaína, la heroína y el éxtasis. Un millón de personas - ¡¡yo soy epañó, epañó, epañó!! -, y aún más quizá algún día tomen al asalto la Zarzuela, la Moncloa, los bancos y las sedes de las Autonomierdas. Yo no lo veré, pero en tanto que marxista, antinacionalista y apátrida me acojo a mi derecho al optimismo histórico.





Y la Dolores de la Copla y devota de San Josemaría ya encabeza nuestra votación, je, je...


ALPHAVILLE

Estoy bien, gracias, no se moleste (Diálogos de “Alphaville”)





Desde que en 1949 se estrenaba “Un día en Nueva York”, no se había dado otra manifestación tan naïf como la presentación de “Alphaville”, aunque sea preciso aclarar rápidamente que no existe otra similitud entre obras tan dispares salvo los resultados – obtenidos desde intenciones muy distintas – ingenuos y presentes en ambas películas. “Alphaville” es un pequeño cuento protagonizado por caricaturas procedentes de los primeros sueños de la adolescencia. Obra de espíritu amateur y de poesía primaria, ensambla a la mujer entonces amada por el director con el personaje de los sueños de la infancia. Los amigos harán el resto. “Alphaville” es el sueño de una siesta, o el recuerdo de una mixtura de tebeos de aventuras y novelas rosa. “Alphaville” no puede ser “la capital del dolor”, como pretende Godard a través de Paul Eluard. “Alphaville” es la ciudad de los bombones y los caramelos poblada por seres malvados. Las setas gigantes de los cuentos de Perrault se han convertido en aparatos de la tercera generación de la electrónica. ¿Es acaso la sucursal de IBM en Paris ese reino de nunca jamás que imagina Godard?. Pudiera haberlo sido, pero ese eterno adolescente, a veces tierno, y otras engreído y malo, que es Jean-Luc carece del punch necesario para que asi fuera. Como Godard no golpea, su mundo carece de dolor, pero como tampoco hace comedia asimismo carece de humor. Godard se muestra eterno enamorado y se desdobla sobre el pobre Lemy Caution para amar desde otras dimensiones a una Anna Karina que estaba a punto de comenzar a ser la mujer imposible para el cine que luego fue. Pero sus idas y venidas por esta ciudad mágica todavía tienen el encanto de la musa de la nouvelle vague versión Godard.





Que “Alphaville” carezca de cualquier intencionalidad de las que se suponen afines a la ciencia-ficción – política, estética o religiosa – es algo que se cae de puro ver la película. Lo que “Alphaville” trata de ser son unos versos entrecortados, una intromisión vía absurdo doméstico del detective Caution en los cuentos de hadas, un pequeño rompecabezas de recuerdos fílmicos cuyo funcionamiento final estará profundamente ligado a la aceptación, por suerte del espectador, del universo godardiano en su vertiente más sentimental y menos anárquica. “Alphaville” tiene la gracia de los collages en que reconocemos las partes, y la desgracia de que el todo no satisface. Obra construida como película de aventuras según un esquema absolutamente clásico: llegada de un personaje a una ciudad misteriosa en la que deberá llevar a cabo una complicada misión. “Alphaville” cuenta con el casposo Lemy Caution/Eddie Constantine para semejante empresa. Es claro que si las fuerzas de la poesía no acuden en su ayuda, Caution no podrá conseguirlo únicamente con las suyas propias. Ocurre que Godard como generador de tan delicadas armas no es tan potente como él cree y los resultados, en la mayoría de las ocasiones, están más cerca de la cursilería que del lirismo. Pero este “petit-film” se deja ver, a la espera de que la inspiración de Godard – al igual que la espera de los gags espaciados en los films cómicos – se manifieste de alguna manera. Ello ocurre muy intermitentemente y siempre por la vía de las historias colaterales que flanquearon el núcleo de sus cintas. Godard no se concentra jamás sobre la película y da la impresión que cuando rueda un film está pensando en otro y ese otro acaba por hacerse presente a través de mil citas, homenajes cientos ad-hoc etc, que, o bien distorsionan el primer significado de la película original o le otorgan su mayor atractivo.. Esto va a gustos. Así el espectador, entre ingenuo y bonachón, esperará que reciten el próximo verso o que, a fin de cuentas, le hagan el siguiente golpe de efecto, eso si en clave absolutamente “intelectual”, porqué el sentido naïf – antes citado – de “Alphaville” jamás procederá de una actividad espontánea sino de un reelaborado trabajo en que se mezclan a partes iguales el talento fulgurante que estalla en instantes y la impotencia creadora que da sentido y cohesión a un discurso que en “Alphaville” se queda simplemente en frases sueltas.

Luis Betrán

Zaragoza, 27 de julio de 1978



PIERROT LE FOU





Pierrot le fou” (1965) fue una de las películas míticas – para la cinefilia, claro está – de mediados de los 60. Su mezcla de cinismo y romanticismo, su notable empleo del color y, otra vez, la pareja Belmondo-Karina produjeron orgasmos y onanismos varios en la tropa filmidealista ya que en esos años eran muy poquitos los que leían “Cahiers du cinemá”. “Pierrot le fou” pareció señalar el final del enamoramiento con Hollywood, sino fuese porque entre aforismo ¿filosófico? y citas literarias se paseara por ahí un ya achacoso Samuel Fuller diciendo chorradas propias o las que Godard le ordenaba. Nada que ver, por tanto, con la presencia de Fritz Lang en la excelente “Le mépris” (1963). “Pierrot le fou” es una película de gangsters (el título se refiere a un famoso delincuente francés de los años 30); y, aunque utiliza una narrativa elíptica, contiene todavía muchos de los elementos del viejo prototipo hollywoodense. El más importante consiste quizá en el protagonista masculino, Ferdinand, y en que la película gira en torno a las fantasías. La acción no se desarrolla en términos lógicos de tiempo, espacio y verosimilitud, sino a grandes y caprichosos saltos y a modo de una aventura picaresca sin picardía, con gratuitas escenas de violencia (pretexto para la comparecencia de mr. Fuller) y huidas a lo utópico en clave anarquista (de salón).




Mientras que la imagen que domina la película es la de Marianne (Karina) se trata de una visión desde un punto de vista masculino. Nada tiene que ver con las mujeres de carne y hueso sino más bien con las de las protagonistas de algunos poemas románticos (¿Keats?) o con las mantis religiosas del clásico cine negro yanqui. Marianne es el origen de toda violencia. Destructiva y misteriosa (para Ferdinand y para el espectador). De hecho nuestro Ferdinand-Pierrot-Belmondo deja su hogar y su familia para seguirla a un mundo de violencia y “amour fou”. Este discutible film tambien cree sexualizar (¡¡¡¡) la oposición entre la cultura burguesa tradicional y la producción masiva de obras de arte propia del siglo XX. La película comienza con él leyéndole a su esposa un texto de Velázquez a su hija. Intento, más bien ridículo, de Ferdinand por representar los problemas de la vida moderna en términos clásicos. Es decir; se plantea una oposición entre el arte europeo y el americano que, en un futuro no previsto cuando se rodó “Pierrot le fou”, Godard rechazaría a favor de una presunta investigación mucho más rigurosa (para él y sus corifeos) de las realidades del cine. Despues de adoctrinar al proletariado sobre las películas que debían ver (las suyas cuando creó el grupo Dziga Vertov). Me temo que los respectivos autores de “Las meninas” y de “Corredor sin retorno” no son miscibles ni para el torpe aprendiz de brujo Jean-Luc Godard. Amén de que “Pierrot le fou” políticamente carezca de significado o posicionamiento alguno.


Luis Betrán

Zaragoza, texto de 9 de agosto de 1983. Revisado a fecha de hoy.

Hasta dentro de una semana aprox. ¡¡Salud y Viva la República!!

13 comentarios:

  1. Me vas a permitir, Luis, una pequeña libertad. Y es que JLG ha sido un personaje muy influyente no sólo como cineasta, también como crítico, y ahí es a donde quería llegar. Me confieso mucho más simpatizante de Cahiers du Cinema que tú, aunque no precisamente por nuestro protagonista, y me gustaría conocer tu opinión de los títulos que él votó, hace ya muchos años, en las encuestas de la famosa revista.
    Películas sonoras americanas (1963):
    Scarface, The Great Dictator, Vertigo, The Searchers, Singin' in the Rain, The Lady from Shanghai, Bigger than Life, Angel Face, To or Not To Be, Dishonored
    Películas francesas (1945-1964):
    Le plaisir, La pyramide humaine, Le testament d'Orphee, Le testament du Dr. Cordelier, Pickpocket, Les Godelureaux

    Ángel

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  2. Gracias Angel por el comentario. Cierto que J.L.G. ha sido muy influyente tanto como cineasta que como crítico, aunue pienso que de eso hace ya muchos años. Respecto a sus películas ahí voy: de las americanas me gustan todas salvo "Bigger than life" y "Angel face". Con las francesas me pasa mas bien lo contrario: me sobran todas salvo "Le plaisir". De cualquier forma lo que yo escribo no tiene mas valor que lo que pueda escribir cualquier otro. Y el que a mi no me interesen no significa que por ello no respete a los admiradores de J.L.G. y "Cahiers du cinemá".

    Un cordial saludo.

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  3. ¿Cuál será tu próxima víctima, Luis?

    ¿Te animas con Almodóvar?

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  4. Mañana espero terminar con Godard aunque más adelante me cebaré en el "godardismo". Respecto a Pedro de la Mancha lo siento, pero no perderé un solo minuto de mi tiempo. Que le vamos a hacer: el cine de tan laureado caballero me interesa muy poquito. Menos todavía que el de Jean-Luc, y casi - no seré sádico - como el de Mariano Ozores.

    Gracias por el comentario Lobo y un saludo.

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  5. Jaja. Al menos Ozores no era pretencioso...

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  6. Unos gustos un tanto clasicistas los de Godard, ¿no? ¿'El gran dictador' por encima de 'Luces de la ciudad' o 'Tiempos modernos'?

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  7. Amigo Lobo: somos gilipollas por seguir soportando los horrores de la España del P.P.
    ¡Joder, no tiene ninguna gracia la cosa para aquellos que no les votamos!. Yo no me puedo mover ya de esta colonia yanqui más fascista que U.S.A., pero los que podáis - que no lo se - largaros, por ejemplo a Pernambuco. Como comprenderás los gustos de Godard me importan menos aún que su cine, pero estimo que "Luces de la ciudad" y "Tiempos modernos" son obras maestras y "El gran dictador" tan solo...una muy buena película. En tres días fin del rollo Godard. Ya es hora. Un saludo.

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  8. Yo no veo esa lista tan clasicista. De hecho, en esa época, creo que ninguna de las películas citadas era la más "prestigiosa" de su autor (excepto Scarface y, seguramente, Cantando bajo la lluvia). Y muchas son de narrativa fracturada, algo más o menos previsible viniendo de JLG.
    Venga Luis, para variar escribe de algún buen cineasta... Al menos antes de que haga mis maletas.
    Ángel

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  9. El problema que le veo yo a la "narrativa fracturada" de Godard es que, por lo general, obedece más a un posicionamiento estético (a un fundamentalismo más que a un posicionamiento) que a necesidades expresivas, por ejemplo, como reflejo del propio caos que (podría considerarse) ha sido y es nuestro mundo actual. Sólo en 'El desprecio' funciona plenamente (rompiéndose el ritmo con esa larga escena de la discusión de pareja en el apartamento), en los demás casos da la sensación de divertirse recordándonos a todas horas que el cine (en su opiniòn) es mentira. Por eso lo he asociado con ciertas vanguardias teatrales.

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  10. Luis, lejos estoy yo de ser sospechoso de fascista, pero estos de fascistas no tienen más que sus formas despóticas. Si fueran fascistas no venderían el país al mejor postor, como han hecho con la oposición del PSOE casi aplaudiendo con las orejas.

    Todavía hay demasiada gente engañada que cree que de ésta se sale. Que es una crisis más. Y no. Se han unido 1) la crisis financiera (que contagió a la economía real), 2) la globalización (que terminó por destruir vía deslocalizaciones las industrias nacionales) y 3) el proyecto euro, sin parangón en la historia económica (jamás una moneda aglutinó tantas y tan distintas economías) y cuya asimetría no sólo fracasará, sino que hundirás naciones enteras (España incluida) debido a las pésimas políticas adoptadas (las que van en la línea de la famosa "austeridad"). Al tiempo. No hay posibilidad de error porque esto está más claro que el agua cristalina.

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  11. ¿Qué son, entonces (y perdona que me desvíe del tema)? Franquistas. O tardofranquistas. Así después de apoyar al nacional-socialismo se plegaron a a las directrices del capitalismo americano. Y así ahora venderían a sus madres por cuatro duros. E incluyo a la progresía de la falsa izquierda del PSOE. Lo que pasó ayer en España es trágico.

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  12. http://www.rtve.es/alacarta/audios/programa/dias-como-hoy-economista-sociologo-vicenc-navarro-hace-hace-llamamiento-movilizacion-social/1460514/

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  13. Suficiente amigos Lobo y Angel. Conste ue estoy más o menos de acuerdo con vuestras posturas cinematográficas (Angel) y políticas (Lobo) y que el que se va largar de aquí voy a ser yo si soy capaz y valiente. Aunque no era mi intención doy por cerrado el tema Godard y, como escribe, Angel, si regreso será con un cineasta que me parezca verdaderamente importante.

    Gracias a ambos y cordiales saludos.

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